¿Por qué me han dejado, dulces viejos sueños de mi juventud? Me esforcé tanto por mantenerlos en mi corazón, ¿Dónde han huido, la fe, honestidad y verdad? ¿O eran sólo visiones desde el principio?
¿Escucho música en lo más profundo de mi alma? ¿O burlantes ecos de un tiempo pasado? Las ascuas aún resplandecen, aunque estoy envejeciendo, Pero se oscurecen y se enfrían, al igual que mi rima.
Cada momento que pasa desgasta mi esperanza, Al igual que las arenas en el viento la piedra del desierto, Sinfonías que se desvanecen a una sola nota, Dejándome vacío, amargado y solo.
No me apena mi vida; Tengo más sentido común, Lamento una pérdida mucho mayor, mi inocencia.