Hoy yo volví a cantar,
Algo mas alto que un llanto,
Que aun no puedo evitar
Pero lo puedo soportar,
Envuelto en mi como un manto.
La música sabe llamar,
A lo que ya se a perdido,
Y por no saber amar,
O no querer destacar,
Se enterró en el olvido.
Por profunda la fisura,
Siempre se puede surgir,
La tiniebla mas oscura,
Con una luz blanca y pura,
Se puede sobrevivir.
Unas notas en cadenas,
Empreñan una melodía,
Y en cenizas y arenas,
Crece esperanza en las venas,
Y da luz a la alegría.
Mi madre en su tristeza,
Lloraba lagrimas de canto,
Lo hacia con gran destreza,
Y dolorosa belleza,
Música su diario llanto.
Mi canto es mi poesía,
Sin tono, dolorosa, impura,
No es un canto de alegría,
Pero la tristeza expía,
Y la esperanza perdura.
[ Mi lectura de este poema es accesible en https://youtu.be/sLJJvnyGrkQ ]
(c) 2019 Victor D. López