Cada vez que quizás me llamas me desorganizas la vida. Cuando ya creía hallar calma de nuevo el corazón agitas.
Sé que todavía no entiendes que sin querer causas dolor porque lo que tú ahora sientes es incomparable a mi amor.
Pretendes volver amistad lo que fue profunda pasión, mas yo aún no puedo cambiar aquella tierna sensación que tú persigues separar de lo que es de cierto el amor, justo entre mujer y varón.
Tú no cedes, y yo tampoco tal que así seguirá la vida y me traerás como loco cada que me llames o escribas.