He exhalado hondo el aroma que emana la hierba mojada del rocío, y dejado a los rayos del sol posarse sobre mis mejillas es tan dulce este momento de mi cabeza en tu vientre, de tus manos en mi pelo y el silencio quiero detener el tiempo, ahora el mundo es sólo para nosotras dos, no digas nada, déjame escuchar el rubor de tu respiración, el vaivén de tus lados, es el origen de la música un lugar perfecto para quedarme a vivir