La vida se me va en las caladas que le das a tu tabaco Con el fuego me consumo y en humo renazco para desvanecerme con el viento Atrás queda tan sólo mi perfume oxidado y rancio, impregnando tu ropa y tu cabello En tu boca se guarda mi último aliento, pesado y asfixiante En la ***** de tus dedos queda mi cuerpo moribundo, lentamente tornándose en cenizas Llenas de mi tus pulmones y me expulsas nuevamente con delicada violencia No reparas en pensar en la última bocanada de disforme humo antes de llevar de nuevo la colilla ahumada a tus labios El filtro del tabaco no evita que me vaya en él Tóxica existencia que te fumas en minutos Y de nuevo yazco entre tus dedos, consumido por completo por el fuego de tu desamor, listo para ser desechado en mi mundana sepultura De una nueva cajetilla sale un inmaculado cigarrillo