Me dijo esto con voz quebrada mientras rompía en llanto. Era joven. Se le veía desaliñada y su rostro mostraba la dureza de la vida que ha llevado. Su piel bronceada sudaba bajo el abrasador sol del medio día y su cuerpo temblaba presa del pánico que lentamente se desvanecía. El señor con quien peleaba, un señor de edad avanzada quien amenazaba con golpearla, se había refugiado en su casa al ver que me acercaba e interrumpía su disputa. No se qué sucedía. No se por qué peleaban. No se quiénes eran. Se que él quería dañarla y que yo no lo permitiría.
Le pregunté qué sucedía, si estaba bien. "Solo me quiero morir." "No te quieres morir." le contesté, sin saber realmente que decir. Le expliqué que tenía cosas que hacer en ese momento, y me ofrecí a acompañarla hasta donde yo iba. Ella amablemente declinó la oferta, alegando que no tenía dinero para unos medicamentos que necesitaba. Me disculpé por no poderle ayudar más, dado que yo tampoco contaba con mucho dinero. Ella me tomó de la mano, aún con lagrimas en los ojos y la voz quebradiza y me dijo **"Ya me has ayudado más de lo que tú crees." Tras decir esto se dio la vuelta y se fue en la dirección opuesta a la mía.
Aún no se quién era ni qué fue lo que sucedió, pero se que, quién quiera que fuera, ese día comencé a ver la vida desde una nueva perspectiva.