Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Daniii 10h
No hay espejo que refleje el alma.
Y, sin embargo,
es lo único que termina importando.

Puedes tener el rostro que detenga el tiempo,
la figura que enmudezca bocas,
la sonrisa de catálogo…
y aún así,
ser un desierto por dentro.

El físico es el envoltorio de un instante.
Pero los sentimientos…
los verdaderos,
los que no se pueden fingir…
esos te desnudan ante quien ve más allá.

Porque un cuerpo se olvida.
Un gesto se borra.
Una piel se envejece.
Pero una emoción…
una emoción honesta deja cicatriz
y también salvación.

Hoy todos corren tras apariencias.
Pocos buscan el alma
porque nadie la postea en redes.
Y yo pregunto:
¿para qué sirve un cuerpo perfecto
si está habitado por un ego hueco,
por una voz que no escucha,
por un corazón que no sabe doler?

Yo he amado lágrimas
más que pestañas postizas.
He admirado la verdad en una mirada triste
más que en un cuerpo sin historia.
Porque el que siente
no necesita mostrar,
ya vibra, ya quema,
ya habla sin palabras.

El sentimiento es un lenguaje que no miente.
No se camufla,
no se retoca.
Te expone como sos:
herido, valiente, real.

La gente le teme a lo profundo.
Prefiere una imagen
que no incomode.
Pero yo aprendí que el alma
no se maquilla.
Y que la belleza más alta
no tiene rostro:
tiene latidos.


Derechos de autor ©️

~Daniii
Daniii 1d
Hubo un día
en que no me rompió una persona,
ni un golpe,
ni una ausencia,
ni siquiera la muerte.

Ese día
me rompió un pensamiento.

Era pequeño,
silencioso,
un susurro que pasó entre las costillas
como viento que sabe a despedida.

“¿Y si nada de esto tiene sentido?”
me dijo.

Y no supe responderle.
Me quedé quieto,
como se quedan los relojes
cuando entienden que el tiempo
también es un invento.

Desde ese instante
todo me dolía distinto:
el amor era una duda,
la alegría, una distracción,
y el futuro, una broma mal contada
en un idioma que no hablo.

No lloré.
No grité.
No le conté a nadie.

Sólo caminé por dentro,
como quien se pierde en su propia casa
y no reconoce las paredes
ni las fotos colgadas en la memoria.

Me rompí sin sangre,
sin ruido,
como se rompe un alma que entiende
que su fe estaba alquilada
y su esperanza, vencida.

A veces,
el pensamiento regresa,
como un ladrón que olvidó algo.

Y lo dejo pasar.
Ya no peleo.
Ya no niego.
Ya no huyo.

He aprendido
que no todo lo que te rompe
viene a destruirte.

Algunas grietas
son puertas.
Y algunos dolores
son advertencias disfrazadas de finales.

Ahora,
cuando ese pensamiento regresa,
lo invito a sentarse,
le sirvo café,
y le digo:
—Gracias por mostrarme
que estaba dormido.

Porque entendí
que hay pensamientos que no vienen a matarte,
vienen a señalar el espejo,
y decirte en voz baja:
“Mirá bien… eso que ves, aún puede cambiar.”


Derechos de autor ©️

~Daniii
Daniii 2d
Todo lo que soy… ya lo fui.
No hay un segundo en este cuerpo
que no esté hecho de despedidas.
No hay una palabra que diga
que no esté muriendo mientras la pronuncio.

Soy el eco de versiones pasadas,
el temblor de quien ya no tiembla,
el silencio de un niño que gritó tanto
que el alma se le volvió muda.

A veces me miro y no me encuentro.
¿Dónde quedó el yo de hace un año?
¿Dónde el que lloraba por lo que ahora ya no duele?
¿Dónde el que creía que entender era vivir?

Fui todos.
Fui el ingenuo,
fui el valiente de mentira,
fui el sabio de apariencias,
fui el roto que sonreía para que nadie notara la herida.

Hoy…
solo soy el envase de tantas ausencias.
Y me pregunto si alguna vez fui realmente yo
o solo fui lo que necesitaban que fuera.

He enterrado tantas máscaras en mi rostro
que ya no sé si tengo piel o solo cicatrices.
Y aún así, sigo avanzando,
como si cada paso no doliera.
Como si no supiera que la vida es un suicidio lento
al que llamamos experiencia.

No me arrepiento de lo que hice.
Me arrepiento de lo que no entendí.
Del amor que no di por miedo.
De las noches donde fingí dormir
para no tener que pensar en quién era.

Hoy entiendo que crecer
es ver morir a todos los que fuimos
y seguir…
aunque uno de esos muertos
haya sido el que más querías ser.

Hoy entiendo que el alma
no es una llama:
es una ruina encendida.
Una catedral en ruinas
donde aún se arrodillan los pensamientos más puros.

Y yo…
yo soy esa ruina.
Ese templo sin dios.
Ese fuego sin altar.

Todo lo que soy ya lo fui.
Y sin embargo… aquí estoy.
Siendo el resto.
Siendo el después.
Siendo lo que queda
cuando se cae todo
y uno decide no huir.

¿Acaso eso también es ser?
¿Acaso no hay más verdad
en el sobrevivir que en el soñar?

Tal vez mañana seré otro,
y este poema será solo una tumba más
en el cementerio de lo que fui.
Pero por hoy,
por este minuto,
soy esto:

Un alma cansada
que escribe para no desaparecer.
Un poeta sin respuestas
que sigue haciéndose preguntas
porque el silencio…
le queda grande.

Derechos de autor ©️
~Daniii
Daniii 3d
Fui tan real…
que asusté.
Tan honesto
que dolía.
Tan lleno de alma
que no cupo en su vida vacía.

Le hablé con el lenguaje
que sólo entienden los que miran el mundo
con los ojos cerrados,
desde el centro del pecho.
Pero ella escuchaba en otro idioma,
el de los que aman a medias.

Yo amaba con hambre,
con sed,
con el tipo de fuego
que no sabe apagarse.
Pero fui el incendio que ella evitó.

Y aprendí…

Que a veces el amor más puro
es ignorado.
Que hay corazones
que no quieren profundidad,
prefieren lo fácil,
lo que no compromete,
lo que no deja huella.

Y yo…
soy huella.
Soy eco.
Soy esas verdades que nadie quiere escuchar
porque desnudan.
Porque duelen.
Porque incomodan.

No me arrepiento de amar.
Porque al menos fui verdadero.
Mientras otros solo repiten frases
como si fueran canciones de moda,
yo escribía universos con mi dolor.

Y ahora sé…

Que no nací para ser opción,
ni consuelo,
ni segundo intento.
Nací para alguien que me vea
como se mira un milagro
después de mil tormentas.

Llegará.
No sé cuándo.
No sé cómo.
Pero llegará.

Y cuando llegue
no tendré que explicarme,
ni reducirme,
ni esconder lo que soy.

Solo abriré el alma,
y ella dirá:
"te esperaba."


Derechos de autor ©️


~Daniii
Daniii 4d
Fuiste la mentira que te susurró al oído,
la sombra que te vendió cadenas y olvido,
el lobo disfrazado de cordero temeroso,
un eco roto en el abismo más doloroso.

La verdad es un puñal que atraviesa sin aviso,
la llama que quema tu falso paraíso,
un golpe que rompe el silencio y el sueño,
la voz que escupe en tu rostro el desprecio pequeño.

Fuiste cobarde que huyó de su propia mirada,
el fantasma que vive en la piel desgarrada,
un alma vendida al precio de la mentira,
el preso que nunca abrió la puerta que gira.

Te dolerá saber que fuiste el verdugo y la víctima,
el arquitecto oscuro de tu propia trágica,
un monstruo creado por miedo y desdén,
un dios caído que teme caer otra vez.

No hay excusa que salve tu falso refugio,
ni máscara que oculte el cruel vestigio,
la verdad es un filo que corta profundo,
y en su sangre nace tu nuevo mundo.

Fuiste lo que te costó la verdad,
un precio en sangre, un precio en soledad,
pero en esa herida abierta y sangrante
renace el hombre libre y desafiante.

Acepta el dolor que te rompe y desarma,
la agonía que purga el alma y el karma,
porque solo quien enfrenta su oscuro espejo,
puede al fin ser libre, puede al fin ser viejo.

Viejo de heridas, sabio de batallas,
guerrero sin tregua, sin dudas ni fallas,
fuiste, eres, y serás ese fuego eterno,
un faro ardiente en el mar interno.

Cada mentira que te construiste,
cada noche en que te perdiste,
fue una herida, fue un castigo,
un grito silente, un amigo enemigo.

Te diste la espalda en mil caminos,
engañaste tu alma con falsos destinos,
pero la verdad, cruel y despiadada,
nunca se esconde, nunca es olvidada.

Te dolerá la caída y el despertar,
la noche eterna que no quiere terminar,
porque el alma no miente ni perdona,
y en su juicio la sombra se desploma.

Fuiste la lágrima que nunca lloró,
el grito mudo que el miedo calló,
un reflejo roto en un vaso sin fondo,
un naufragio solo en su propio mundo.

Pero también fuiste el fuego y la herida,
la fuerza que nace en la noche dormida,
un guerrero que sangra y no se rinde,
un alma que en la verdad se aprende y se expande.

Fuiste lo que te costó la verdad,
y aunque duela, aunque rompa el corazón,
esa verdad es tu única salvación,
el último filo, la última razón.

Derechos de autor ©️

~Daniii
Daniii 5d
Prometer es fácil…
cualquiera puede decir “te amo”
cuando la noche es mansa
y nadie ha sangrado aún.

Las palabras son expertas
en disfrazar verdades,
en llenar el aire de espejismos
que se rompen al primer silencio.

Pero yo ya no escucho promesas.
Aprendí a leer los gestos,
a mirar el alma en los detalles,
a entender que quien quiere, se queda
y quien no, se justifica con versos huecos.

Porque un “te extraño” no tiene valor
si no hay pasos que caminen hacia vos.
Y un “confía en mí”
sin actos que lo sostengan
es solo un poema mal escrito.

Yo también dije mucho.
Y también me creí cuentos
que venían envueltos en “para siempre”.
Pero el tiempo no se rinde a las palabras:
le cree solo a los hechos.

Así que mirame…
No por lo que digo,
sino por cómo estoy
cuando todos se van.
Por cómo me quedo
a pesar de las grietas,
por cómo abrazo con la vida
aunque me falte el alma.

No necesito más discursos:
quiero que me lo demuestren.
Con la presencia.
Con la lealtad muda.
Con los actos que hablan
cuando las bocas callan.

Porque hay verdades
que no se pronuncian,
solo se viven.


Derechos de autor ©️

~Daniii
Daniii 6d
El silencio es eterno,
porque no necesita tiempo
para existir.
No se mide en minutos,
se mide en lo que pesa
cuando nadie lo ve.

Está ahí,
esperando que cierres los ojos
y te atrevas a escuchar
lo que siempre estuvo.

El silencio no muere,
porque nunca nació.
Simplemente está
desde antes de vos
y seguirá
cuando ya no digas más nada.

A veces lo confundimos con la soledad,
pero no es lo mismo.
La soledad es ausencia de otros.
El silencio, en cambio,
es presencia de uno mismo.

Callamos no por falta de palabras,
sino por exceso de verdades
que no saben vestirse de sonido.
Y cuando eso pasa,
el silencio se convierte en espejo:
te muestra lo que sos,
lo que fuiste,
y lo que nunca vas a poder decir.

Hay silencios que abrazan.
Otros, que arden.
Y algunos, como el mío,
se quedan a vivir en el pecho,
como si fueran parte del cuerpo
aunque nadie los vea.

El silencio no es cobardía.
Es sabiduría sin aplausos.
Es entender que a veces
lo más profundo no se comparte…
se guarda.
Se lleva.
Se respira como si fuera parte del aire.

Y aunque el mundo grite,
aunque todo sea ruido,
hay un rincón en mí
donde siempre reina el silencio.

No porque lo elija,
sino porque me habita.

Porque soy más verdadero
cuando no digo nada.
Y porque en este mundo que exige respuestas,
yo prefiero ser
la pregunta que nunca se formula,
el eco sin voz,
el pensamiento que nunca se atrevió a salir.

El silencio es eterno.
Y quizá,
yo también lo sea
en él.

Derechos de autor ©️
~Daniii
Next page