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Daniii 7d
Mis pensamientos no se gritan,
se susurran en rincones donde nadie llega,
como si supieran que el mundo no los entendería.
Son míos. Tan míos,
que a veces ni yo sé si me pertenecen o me dominan.

Pienso…
pienso demasiado a veces,
como si la cabeza fuera un cuarto oscuro
lleno de espejos rotos
donde mi reflejo no para de cambiar.

Mis pensamientos no son solo ideas,
son tormentas calladas,
ríos sin cauce,
suspiros del alma cuando no puede llorar.

A veces me pregunto si pensar tanto
es una forma de hablar con Dios sin que Él responda,
o si es simplemente
la manera en que el alma se defiende del vacío.

Mis pensamientos no duermen,
se despiertan en medio de la noche,
me cuentan verdades que duelen,
me muestran caminos que no existen,
me hacen recordar cosas que no pasaron,
y llorar por cosas que aún no sucedieron.

Pienso en quién soy…
¿Soy lo que hago? ¿Lo que siento?
¿Soy el eco de lo que nunca dije?
¿Soy un alma esperando ser entendida
en un mundo que sólo escucha gritos?

Mis pensamientos son puentes y prisiones,
me elevan y me entierran.
Me preguntan si alguna vez seré suficiente.
Me dicen que hay belleza en la duda,
pero que hay dolor en buscar verdades
que tal vez no existen.

A veces quisiera apagar la mente,
ser solo cuerpo, solo instante,
pero sé que sin mis pensamientos…
no sería yo.

Porque aunque me duelan, aunque me cansen,
aunque a veces me lleven a lugares oscuros,
mis pensamientos me han salvado más veces
de lo que cualquiera sabría.

Son mi casa, mi condena, mi poesía.
Y en ellos vivo,
aunque a veces no se note.

Derechos de autor ©️

~Daniii
Daniii Jul 10
Amar es un acto de valentía y misterio,
una búsqueda en la vasta oscuridad del ser,
un riesgo perpetuo de entrega y pérdida,
un diálogo silencioso entre dos almas inciertas.

Amar a la persona correcta
no es solo un capricho del destino,
sino la conjunción precisa de tiempos,
el encuentro de dos ríos que no se ahogan en el mar,
sino que se mezclan para formar otro cauce,
más profundo, más puro, más auténtico.

Pero amar a quien no es para ti
es como navegar sin brújula ni estrella,
es construir castillos en la arena movediza,
es poner la esperanza en manos quebradas,
es sembrar semillas en tierra estéril,
esperando que florezca un jardín olvidado.

El amor errado es la sombra que sigue,
la herida que no cicatriza,
el eco de un “quizás” que nunca fue,
la nostalgia de un tiempo robado al silencio.

Y sin embargo, amar incluso en el error
es parte de la esencia humana,
porque el alma se hace sabia
no en la perfección, sino en la caída,
no en la certeza, sino en la duda,
no en la gloria, sino en el barro.

Nos arrepentimos de los amores perdidos,
de las promesas que se desvanecieron,
de los abrazos que fueron cadenas,
de las lágrimas que regaron ilusiones que no crecieron.

Pero el arrepentimiento, más que castigo,
es maestro con rostro severo,
es la voz del tiempo que susurra:
“Aprende a amar lo que mereces,
a no regalar la vida a quien no sabe verla,
a no ofrecer el alma a quien no la cuida.”

Amar bien es una alquimia sutil,
un equilibrio frágil entre el dar y el recibir,
un arte que se cultiva con paciencia y verdad,
que no se pierde en la obsesión ni en el sacrificio vano.

No hay peor dolor que el de quien ama sin ser amado,
pero tampoco hay mayor enseñanza que la de quien se descubre a sí mismo
en ese espejo roto.

Al final, amar es un acto de libertad:
liberarse de la necesidad,
de la dependencia que esclaviza,
de la expectativa que paraliza.

Amar la persona correcta
es un acto de rebeldía contra el miedo,
es un salto al abismo con la certeza
de que las alas nacen de la caída.

Y si algún día dudas de ese amor,
si el error se asoma con su sombra fría,
recuerda que amar no es poseer,
ni salvar, ni transformar al otro,
sino reconocerse en el otro,
y en esa unión, hallar la totalidad.

Porque el amor verdadero no pide,
no exige ni suplica,
no se aferra ni consume,
sólo se ofrece, se expande, se vuelve luz.

Amar la persona correcta es, entonces,
un acto de revolución interna,
una reconciliación con uno mismo,
una verdad que no se puede negar:
que el amor auténtico es aquel
que te eleva, te sana, y te hace libre.

Y si alguna vez te encuentras amando la sombra,
no te condenes, no te olvides, no te pierdas;
aprende a distinguir la luz en el tiempo,
a medir la distancia entre el alma y el reflejo,
y a caminar siempre hacia el amor que merece tu esencia.

Porque amar bien no es cuestión de suerte,
es cuestión de sabiduría, de respeto, de coraje.
Y cuando ese amor verdadero llegue,
será el fin de todas tus dudas,
el comienzo de la paz en tu pecho,
y la eternidad breve de un instante pleno.

Derechos de autor ©️

~Daniii
Daniii Jul 9
Una noche me senté a hablar con el universo.
No había estrellas,
no había luna,
solo el frío de una pregunta sin forma.

Le dije:
—¿Por qué estoy aquí?

Y el universo no respondió.
Solo vibró.
Como si la pregunta ya fuera una respuesta
demasiado humana.

Entonces hablé conmigo mismo.
—¿Y si no hay sentido?
¿Y si nací por error?
¿Y si pensar es solo
una enfermedad de los seres conscientes?

Recordé a mi madre diciéndome que todo tiene un propósito.
Pero las flores también mueren
sin haber sido vistas jamás.

Pensé en Dios.
No en el de los templos,
sino en el que habita en el silencio…
ese que nunca responde
pero cuya ausencia pesa más que cualquier presencia.

Le pregunté:
—¿Estás ahí o solo te inventé
para que el vacío no me devore?

Silencio.

Los filósofos escribieron libros.
Yo escribí cicatrices.
Ellos pensaban con la mente.
Yo pienso con lo que me duele.

El tiempo…
ese río sin orillas
que me arrastra aunque no quiera nadar.
¿Dónde empieza el yo?
¿Dónde termina?

Hoy me vi al espejo
y no supe si el que estaba ahí
era yo…
o solo un eco de todas las decisiones que no tomé.

Dicen que somos libres,
pero nacemos sin pedirlo,
amamos sin quererlo,
y morimos sin entenderlo.

¿Eso es libertad?

Quizás la única verdad
es que no hay verdad.
Solo preguntas que duelen
más que las respuestas.

Y sin embargo,
a pesar del caos,
del absurdo,
del miedo,
sigo aquí.

Respirando.

Pensando.

Como si pensar
fuera el último acto de fe.

Derechos de autor ©️


~Daniii
Daniii Jul 8
¿Quién soy,
si cada pensamiento que tengo
muere apenas nace?

¿Soy el que piensa,
o soy el que escucha al que piensa,
o soy el que duda de ambos?

Camino por el mundo
con la certeza de que todo es incierto.
Y cuando toco una verdad,
se deshace entre mis dedos como ceniza de un fuego que nunca vi.

¿Y si la realidad es un sueño
de un dios que ya se olvidó de soñar?
¿Y si somos notas sueltas
de una canción que nunca llegó a escribirse completa?

A veces creo que la muerte
no es el final,
sino el despertar.

Y esta vida…
¿no será acaso el insomnio del alma?

La gente habla de libertad
pero vive encadenada a nombres, a cuerpos,
a rutinas que llaman “vida”
como si eso alcanzara.

Yo no quiero sentido.
Quiero saber quién lo puso ahí.
Quiero encontrar al que escribió las reglas
y preguntarle por qué las hizo tan rotas.

Porque amar duele.
Pensar duele.
Ser… duele más.

Tal vez por eso existen las palabras,
para que el alma grite sin romper el cuerpo.

Tal vez por eso escribo,
para dejarle a la eternidad
una pregunta sin respuesta
con mi nombre debajo.

Derechos de autor ©️

~Daniii
Daniii Jul 7
No todo grito nace en la garganta.
Hay silencios tan reales
que se clavan como puñales
en lo que el alma calla y nadie aguanta.

No todo pensamiento es palabra.
Hay ideas que nacen muertas,
que no encuentran salida,
y se pudren vivas en las puertas
de la conciencia vencida.

Dios calla.
¿Eso lo hace sabio… o cobarde?
¿Y si el universo es solo un eco
de algo que nunca fue?

No hay verdad más desnuda
que un hombre frente al espejo
mirando la nada
y llamándola "yo".

La carne se pudre,
los recuerdos también.
Pero el dolor…
ah, el dolor no muere.
Solo cambia de dueño.
Pasa de generación en generación
como una herencia oscura
que nadie quiere,
pero todos cargamos.

¿Y el alma?
El alma no es eterna.
Solo es un poema que alguien olvidó terminar.

Derechos de autor ©️

~Daniii
Daniii Jul 6
Prefiero la herida a la indiferencia,
porque en el dolor hay algo que aún respira.
Prefiero la duda a la certeza,
porque el que duda sigue buscando.

Hay días en que me miro al espejo
y no soy nadie…
y sin embargo, esa nada me habla más
que mil rostros en la calle.

Pienso en el tiempo:
¿por qué se nos va como si huyera?
¿por qué nacimos sabiendo
que un día no seremos ni recuerdo?

Siento lo invisible.
Me estremezco por cosas
que otros pisan sin mirar:
un silencio,
un adiós sin palabras,
una mirada que esquiva.

Y me pregunto:
¿qué sentido tiene amar tanto,
si todo lo que amamos se nos va?
Pero justo cuando estoy por rendirme,
una flor que nadie nota me susurra:
"la belleza no necesita durar para existir."

Entonces escribo.
No para entender,
sino para sostenerme.

Y si mi alma sangra por cada pregunta,
que sangre.
Porque prefiero doler por sentir,
que vivir como quien nunca vivió.

Derechos de autor ©️

~Daniii
Daniii Jul 5
A veces me despierto sin mí,
el cuerpo acostado,
pero el alma parada en la ventana,
hablando con el viento.

Hay un grito que no nace por la boca,
sino por las venas.
Una voz sin lengua
que dice: “Esto no es todo.
Vos sos más que huesos y rutina.”

Tengo un cuerpo con hambre,
pero un alma que no quiere comer.
El cuerpo busca cama,
el alma quiere cielo.
El cuerpo se cansa,
el alma no duerme desde que nací.

Y sin embargo…
hay días en que bailan.

Alma y cuerpo,
filo y raíz,
sombra y fuego,
toque de alma y toque de arma
cruzando sus manos en un mismo tambor.

Porque soy eso:

—Un doble filo que corta lo visible,
—un cuádruple abismo entre el dolor y la idea,
—una lágrima con filo,
—un alma que sangra pero escribe.

El cuerpo me encierra como barro sin forma,
pero el alma lo esculpe desde adentro.

¿Lo sentís?

Ese temblor no es fiebre.
Es el toque de alma.

No viene de este mundo.

Viene de más allá,
donde se forjan los que duelen y no se rinden.
Donde hay fuego que no quema,
pero sí deja cicatriz.

Hoy lo sé:

el cuerpo se entierra.

Pero el alma…
el alma escribe su nombre
en los huesos del universo.

Y yo —poeta de mí—
la escucho.


~Daniii
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