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Daniii Jul 4
No soy triste.
Soy lo que pasa después del llanto,
cuando ya no quedan lágrimas,
solo pensamientos dando vueltas
como cuchillas oxidadas en la cabeza.

No soy tristeza.
Soy profundidad con historia.
Soy el eco de cosas que nunca dije
porque nadie sabría qué hacer con ellas.

¿Sabés lo que soy?
Soy esa noche en que te reís con los demás
pero por dentro estás cayendo
y nadie lo nota.

Soy la pregunta que te hacés cuando apagás la luz:
"¿Quién soy de verdad, si nadie me está mirando?"

Soy lo que la gente evita,
porque pensar como yo desgasta.
Porque sentir como yo consume.
Porque amar como yo
deja marcas que no se van nunca.

No soy triste.
Soy un alma que fue testigo
de demasiadas verdades antes de tiempo.

Soy el abrazo que no pedí,
el adiós que no entendí,
el perdón que no llegó,
y el fuego que aún sigue ardiendo
aunque ya no haya nadie cerca para calentarse con él.

Yo no vivo en la superficie.
Yo me hundo.
Yo buceo en mí mismo
hasta encontrar cosas que nadie quiere mirar.

Soy filósofo de mi propia oscuridad.
Poeta de mis propias ruinas.
Y aún así, escribo.
Porque si no lo hago,
me rompo en silencio.

Así que no me llames triste.
Llámame profundo.
Llámame humano.
Llámame fuego sin descanso.

Porque aunque parezca quieto...
por dentro estoy ardiendo con todo.

Derechos de autor ©️

~Daniii
Daniii Jul 3
A veces no quiero saber lo que soy,
porque temblaría el mundo si la verdad me hablara.
Quizá no soy fuerte, ni sabio, ni libre…
solo un cobarde que aprendió a abrazar la mentira
como si fuera madre.

Nos llenamos la boca con la palabra “verdad”
como si todos tuviéramos el coraje de mirarla a los ojos.
Pero la verdad no es luz.
La verdad a veces es un fuego que arrasa
y deja el alma en cenizas.

Vivimos en sueños que elegimos creer,
construimos amores sobre ruinas que negamos ver,
y caminamos por un puente de esperanzas
que sabemos que no existe.

Pero callamos.

Y a veces, mentirnos es lo único que nos salva.

Porque si acepto que ya no me ama,
me deshago.
Si acepto que nunca fui suficiente,
me hundo.
Si acepto que el mundo es injusto,
pierdo la fe.
Y si acepto quién soy sin disfraz,
¿quién me sostiene?

No, la verdad no es libertad,
es el filo que corta el alma cuando ya está cansada.
Y nosotros, tan humanos,
tan frágiles como el vidrio,
nos envolvemos en mentiras suaves
como vendas sobre heridas
que jamás dejaron de sangrar.

¿Querés la verdad?

Yo no.

Yo quiero seguir creyendo que tengo un propósito,
que soy especial,
que algún día alguien me mirará y dirá:
“valió la pena que existiera”.

Aunque no sea verdad.

Aunque solo lo diga mi sombra
cuando me acuesto a llorar.

Derechos de autor ©️

~Daniii
Daniii Jul 2
Aprende,
pero no con la boca llena de teorías,
sino con el corazón roto en la práctica.

Aprende,
porque la vida no es un libro,
es una herida abierta que se escribe con sangre
y se borra con lágrimas.

¿Quieres verdad?
Aquí tienes una:
el mundo no te debe nada,
y el amor tampoco.

Tú puedes darlo todo,
y aún así quedarte con las manos vacías…
porque amar no garantiza ser amado,
y ser sincero no te salva del engaño.

A veces,
la gente que más quieres
es la que más te deja caer.

Y a veces,
te das cuenta demasiado tarde
de que el tiempo no espera,
ni cura,
ni vuelve.

Hay un doble filo en cada alma:
el que sueña
y el que se resigna.
El que espera
y el que se rompe por esperar.
El que perdona
y el que se desgasta perdonando.

Y tú,
tú no estás exento.
Tú también eres filo,
tú también has herido.

Pero también has sentido el golpe frío de la verdad
cuando nadie te defendió.

También has querido gritar y no pudiste,
llorar en silencio para no parecer débil,
y fingir sonrisas mientras te morías por dentro.

La vida no es fácil,
ni debe serlo.
Porque lo fácil no transforma,
lo cómodo no enseña,
y lo superficial no deja huella.

Duele, sí.
Pero lo que duele, te despierta.
Lo que arde, te forja.
Lo que te parte, te revela.

Y al final,
cuando todas las máscaras caen
y el alma queda desnuda,
entenderás que lo importante
no fue nunca la victoria…
sino la batalla que libraste contigo mismo.

Derechos de autor ©️

~Daniii
Daniii Jul 1
No le guardes rencor a quien te rompió,
quizá él mismo venía hecho pedazos.
Las personas no siempre hieren por maldad,
a veces lo hacen porque no saben amar despacio.

No le guardes rencor a quien no te escuchó,
tal vez su mente era un campo de guerra.
Hay quienes apenas oyen su propio dolor,
¿cómo iban a oírte si viven en guerra interna?

No le guardes rencor al que te olvidó,
el olvido no siempre es falta de amor…
a veces es defensa, a veces es huida,
a veces es miedo de ver que todavía estás viva.

No le guardes rencor al que fue cobarde,
no todos aprendieron a enfrentar sus tormentas.
Algunos solo saben esconderse detrás
de una sonrisa rota y promesas muertas.

No le guardes rencor a quien te juzgó,
tal vez se juzgaba a sí mismo en secreto.
Quien lanza piedras sin conocerte
suele tener miedo de mirar su propio reflejo.

Y si te mintieron, si te traicionaron,
si usaron tu bondad como si no valiera,
míralos… no con rabia, sino con compasión:
las almas vacías solo saben robar lo que no generan.

No le guardes rencor a quien te traicionó.
Recuerda: el veneno no te lo bebes tú.
Perdonar no es olvidar lo que pasó,
es liberarte de lo que ya no tiene luz.

El rencor es como beber fuego
esperando que otro se queme.
Y tú, alma libre, tú no fuiste hecho para arder,
sino para sanar, para renacer, para crecer.

Perdona… no por ellos.
Hazlo por ti.
Por tu alma que merece ser liviana.
Por tu corazón, que nació para amar sin cadenas.
Por el futuro que espera sin mochilas de odio,
por la paz que mereces cuando cae la noche,
por la sonrisa que viene después de tantas lágrimas.

Que la vida siga,
que la herida cierre,
que el alma vuele.

No le guardes rencor…
Guarda poesía.
Guarda fuerza.
Guarda verdad.
Y sigue siendo tú.


Derechos de autor ©️

~Daniii
Daniii Jun 30
Nos enseñaron a mirar con los ojos,
pero nadie nos enseñó a ver con el alma.

La sociedad aplaude piel tersa,
caras simétricas,
cuerpos armados como vitrinas,
y se olvida
que hay gente que brilla desde adentro
aunque por fuera no venda.

La belleza verdadera no grita,
no se exhibe,
no se edita con filtros.
Camina callada
y carga cicatrices que nadie ve.

Ella no era “linda” según la cultura.
Tenía estrías, ojeras,
y esa risa que no encajaba en TikTok.
Pero tenía una voz que curaba,
una tristeza que abrazaba,
y una forma de mirar
que te hacía sentir menos solo en el mundo.

Eso…
eso era belleza.

Pero nadie la notaba.
Porque la belleza que no se ve
no vende cremas,
ni hace publicidad.
Solo te salva.
Y eso no da likes.

Vivimos en un planeta ciego
donde el alma es invisible,
y el envase se cree eterno.
Donde te juzgan por cómo te ves
antes de preguntarte si dormiste bien,
si estás triste,
o si te duele algo más que el cuerpo.

Y vos, lector:
¿cuántas veces miraste sin ver?
¿Cuántas bellezas reales se te escaparon
por buscar lo que brilla,
y no lo que quema?

Yo me cansé.
No quiero más belleza vacía.
Quiero la que sangra.
La que piensa.
La que te hace temblar sin tocarte.

Derechos de autor ©️

~Daniii
Daniii Jun 29
No hay espejo que refleje el alma.
Y, sin embargo,
es lo único que termina importando.

Puedes tener el rostro que detenga el tiempo,
la figura que enmudezca bocas,
la sonrisa de catálogo…
y aún así,
ser un desierto por dentro.

El físico es el envoltorio de un instante.
Pero los sentimientos…
los verdaderos,
los que no se pueden fingir…
esos te desnudan ante quien ve más allá.

Porque un cuerpo se olvida.
Un gesto se borra.
Una piel se envejece.
Pero una emoción…
una emoción honesta deja cicatriz
y también salvación.

Hoy todos corren tras apariencias.
Pocos buscan el alma
porque nadie la postea en redes.
Y yo pregunto:
¿para qué sirve un cuerpo perfecto
si está habitado por un ego hueco,
por una voz que no escucha,
por un corazón que no sabe doler?

Yo he amado lágrimas
más que pestañas postizas.
He admirado la verdad en una mirada triste
más que en un cuerpo sin historia.
Porque el que siente
no necesita mostrar,
ya vibra, ya quema,
ya habla sin palabras.

El sentimiento es un lenguaje que no miente.
No se camufla,
no se retoca.
Te expone como sos:
herido, valiente, real.

La gente le teme a lo profundo.
Prefiere una imagen
que no incomode.
Pero yo aprendí que el alma
no se maquilla.
Y que la belleza más alta
no tiene rostro:
tiene latidos.


Derechos de autor ©️

~Daniii
Daniii Jun 28
Hubo un día
en que no me rompió una persona,
ni un golpe,
ni una ausencia,
ni siquiera la muerte.

Ese día
me rompió un pensamiento.

Era pequeño,
silencioso,
un susurro que pasó entre las costillas
como viento que sabe a despedida.

“¿Y si nada de esto tiene sentido?”
me dijo.

Y no supe responderle.
Me quedé quieto,
como se quedan los relojes
cuando entienden que el tiempo
también es un invento.

Desde ese instante
todo me dolía distinto:
el amor era una duda,
la alegría, una distracción,
y el futuro, una broma mal contada
en un idioma que no hablo.

No lloré.
No grité.
No le conté a nadie.

Sólo caminé por dentro,
como quien se pierde en su propia casa
y no reconoce las paredes
ni las fotos colgadas en la memoria.

Me rompí sin sangre,
sin ruido,
como se rompe un alma que entiende
que su fe estaba alquilada
y su esperanza, vencida.

A veces,
el pensamiento regresa,
como un ladrón que olvidó algo.

Y lo dejo pasar.
Ya no peleo.
Ya no niego.
Ya no huyo.

He aprendido
que no todo lo que te rompe
viene a destruirte.

Algunas grietas
son puertas.
Y algunos dolores
son advertencias disfrazadas de finales.

Ahora,
cuando ese pensamiento regresa,
lo invito a sentarse,
le sirvo café,
y le digo:
—Gracias por mostrarme
que estaba dormido.

Porque entendí
que hay pensamientos que no vienen a matarte,
vienen a señalar el espejo,
y decirte en voz baja:
“Mirá bien… eso que ves, aún puede cambiar.”


Derechos de autor ©️

~Daniii
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