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Walkin' thru the grocery store section,
To that aisle, yeah, it's not just con-cession...
Turn every crunch into Hea-ven, -yeah
(Oh, you are...)
Crun-chee on the coldest day
Taste buds explode, every, 'kind-of-way'
Make me wanna savor every moment of cheese-y, slow-ly
You pleasure me, my taste, taste buds, you put it on!
Got the taste-y, know how to turn it on...
The way I nibble on a pair, a clutch of fried corn, not an ear...
I take it easy, baby, so we can last long!

Oh! you, you feel crunchy 'in-my-mouth,' salivated,
not full...
Mouth like tasting, like an,
an amazing plan
Feel your taste, my mouth a pulse-Oh!
Oh, yeah -Ya, ya me in store aisle,
so nor-mal
Tostitos and Doritos, I say No Mas!
And so, no chip will, will replace you!

Des Puh -CHEE-TOS!

Please respect, it's just Cheetos,
No, no, I don't want no Doritos!
No matter what you ask it's not Dorit-o-os!

Des Puh -CHEE-TOS!

Nothing taste quite like Cheetos,
No Tostitos, no Doritos, nor a burrito.
I sound Spanish or Latin when I end words in a -oh,
Oh, OH YEAH,
Oh-o...

When I end my words in 'O'
Sounds like I know
Something like, I'm not loco?
Cheetos brands, -favoritos
(Favorito, favorito, ba-by)
Morning I don't like to 'Eat-oh'
Breakfast, eggs or -gritos
Instead I woof, -the Cheetos!

And know I voted, twice for Obam-ma,
Didn't even have, -American Mom-ma!
Car tires, Yoko-hama...
Back to my Latin voice, now, Oh-o...
You say to get that face and taste -eh he bang-bang
You say why doesn't it explodo like me mi bang-bang?
For me those chips you know there is no other
No question, fill your mouth, tongue, smother
Yo no other makes me sing it so suave
Impressive crunchy, disputes 'saliv-eh'

Pass it to, pass it too, suave to cheese oh?
No want your Doritos, doritos, ha doritos
Put that bag back in front, me, I'll destroy ya
Stop being malicious or I'll destroy yah!
Pass it to, pass it too, suave cause it Cheetos,
No want your Doritos, doritos, ha doritos
You want friends you better break out cheesus
There's no other way now to please us!
Oye!

crunch

Des Puh -CHEE-TOS!

When I end my words in 'O'
Sounds like I know
I know...
Something like, I'm not TA-CO?
Cheetos brands, -'favor-AH-ri-tos'
(Favorito, favorito, ba-by)
Morning I don't like to eat no
Breakfast, eggs or -gritos
Instead I woof, -some Cheetos!

Des Puh -CHEE-TOS!

This is how we do it up in Long Island,  boroughs,
No tacos, burritos and no churros
all we ever want is those Cheetos!
Ay-o no burrito

Pass it to, pass it too, suave to cheese oh?
No want your Doritos, doritos, ha doritos
Put that bag back in front, me, I'll destroy ya
Stop being malicious or I'll destroy yah!
Pass it to, pass it too, suave cause it Cheetos,
No want your Doritos, doritos, ha doritos
You want friends you better break out cheesus
There's no other way now to please us!

Des Puh -CHEE-TOS!

**Des Puh -CHEE-TOS!
Don't go nuts just because Weird Al ain't doin' it...or James Corden or Jimmy Fallon.
XIII Jun 2015
We are polar opposites
You are West, I am East
Our views always contradict
You have a sweet tooth, I don't like sweets

You are white, I am black
Not literally, but just in life view
Sometimes you're ***** white and I'm clear black
It varies from half empty to half full

You are an extravert
While I am an introvert
You like being surrounded by people
I'm fine being secluded in the darkest corner

You're frank and always true
I lie so no one will have a clue
But you always know what I hide
While I am oblivious if you're really fine

You are a cat-lover, I am a dog-lover
It rain cats and dogs when we're together
You sing the sweetest meow at my whimper
I happily wag my tail at your purr

We both like music though
But we listen to different genres
We never even shared on one earphone
So sometimes we just endure the silence

You are a sadist, I am a *******
You leave bite marks on my skin
Whenever you're overwhelmed
But I'm really fine with it

You like Vampire Diaries and Victoria's Secret
While I like TVXQ and anime
We'll never agree on a TV show
Now who's gonna hold the remote control?

You are a clean freak
I am not that very clean
You're probably next to Godliness
While I'm second to the last in that list

You are very hardworking, I am lazy
While you are being busy
I'm being a potato on the couch
"Sweep the floor.", you said as the broom flew on my face, "Ouch!"

I like food trips
But you are on a diet
You like to eat healthy
I like to eat anything but veggies

True, we don't have anything in common
Except for the dislike of the black part of the fish's meat
But we are familiar of our demons
And the how-tos for its defeat

Yes, we must be polar opposites
And yes, we're like magnets
Positive plus negative
To each other, we are attracted

I am salt, you are pepper
And we complement each other
We are each others' puzzle pieces
Completing each others' emptiness

We are yin and yang
We cannot live without either one
And most importantly, you and I
We rhyme
To my significant other.
un sauce de cristal, un chopo de agua,
un alto surtidor que el viento arquea,
un árbol bien plantado mas danzante,
un caminar de río que se curva,
avanza, retrocede, da un rodeo
y llega siempre:
                          un caminar tranquilo
de estrella o primavera sin premura,
agua que con los párpados cerrados
mana toda la noche profecías,
unánime presencia en oleaje,
ola tras ola hasta cubrirlo todo,
verde soberanía sin ocaso
como el deslumbramiento de las alas
cuando se abren en mitad del cielo,

un caminar entre las espesuras
de los días futuros y el aciago
fulgor de la desdicha como un ave
petrificando el bosque con su canto
y las felicidades inminentes
entre las ramas que se desvanecen,
horas de luz que pican ya los pájaros,
presagios que se escapan de la mano,

una presencia como un canto súbito,
como el viento cantando en el incendio,
una mirada que sostiene en vilo
al mundo con sus mares y sus montes,
cuerpo de luz filtrada por un ágata,
piernas de luz, vientre de luz, bahías,
roca solar, cuerpo color de nube,
color de día rápido que salta,
la hora centellea y tiene cuerpo,
el mundo ya es visible por tu cuerpo,
es transparente por tu transparencia,

voy entre galerías de sonidos,
fluyo entre las presencias resonantes,
voy por las transparencias como un ciego,
un reflejo me borra, nazco en otro,
oh bosque de pilares encantados,
bajo los arcos de la luz penetro
los corredores de un otoño diáfano,

voy por tu cuerpo como por el mundo,
tu vientre es una plaza soleada,
tus pechos dos iglesias donde oficia
la sangre sus misterios paralelos,
mis miradas te cubren como yedra,
eres una ciudad que el mar asedia,
una muralla que la luz divide
en dos mitades de color durazno,
un paraje de sal, rocas y pájaros
bajo la ley del mediodía absorto,

vestida del color de mis deseos
como mi pensamiento vas desnuda,
voy por tus ojos como por el agua,
los tigres beben sueño en esos ojos,
el colibrí se quema en esas llamas,
voy por tu frente como por la luna,
como la nube por tu pensamiento,
voy por tu vientre como por tus sueños,

tu falda de maíz ondula y canta,
tu falda de cristal, tu falda de agua,
tus labios, tus cabellos, tus miradas,
toda la noche llueves, todo el día
abres mi pecho con tus dedos de agua,
cierras mis ojos con tu boca de agua,
sobre mis huesos llueves, en mi pecho
hunde raíces de agua un árbol líquido,

voy por tu talle como por un río,
voy por tu cuerpo como por un bosque,
como por un sendero en la montaña
que en un abismo brusco se termina,
voy por tus pensamientos afilados
y a la salida de tu blanca frente
mi sombra despeñada se destroza,
recojo mis fragmentos uno a uno
y prosigo sin cuerpo, busco a tientas,

corredores sin fin de la memoria,
puertas abiertas a un salón vacío
donde se pudren todos los veranos,
las joyas de la sed arden al fondo,
rostro desvanecido al recordarlo,
mano que se deshace si la toco,
cabelleras de arañas en tumulto
sobre sonrisas de hace muchos años,

a la salida de mi frente busco,
busco sin encontrar, busco un instante,
un rostro de relámpago y tormenta
corriendo entre los árboles nocturnos,
rostro de lluvia en un jardín a oscuras,
agua tenaz que fluye a mi costado,
busco sin encontrar, escribo a solas,
no hay nadie, cae el día, cae el año,
caigo con el instante, caigo a fondo,
invisible camino sobre espejos
que repiten mi imagen destrozada,
piso días, instantes caminados,
piso los pensamientos de mi sombra.
piso mi sombra en busca de un instante,

busco una fecha viva como un pájaro,
busco el sol de las cinco de la tarde
templado por los muros de tezontle:
la hora maduraba sus racimos
y al abrirse salían las muchachas
de su entraña rosada y se esparcían
por los patios de piedra del colegio,
alta como el otoño caminaba
envuelta por la luz bajo la arcada
y el espacio al ceñirla la vestía
de una piel más dorada y transparente,

tigre color de luz, pardo venado
por los alrededores de la noche,
entrevista muchacha reclinada
en los balcones verdes de la lluvia,
adolescente rostro innumerable,
he olvidado tu nombre, Melusina,
Laura, Isabel, Perséfona, María,
tienes todos los rostros y ninguno,
eres todas las horas y ninguna,
te pareces al árbol y a la nube,
eres todos los pájaros y un astro,
te pareces al filo de la espada
y a la copa de sangre del verdugo,
yedra que avanza, envuelve y desarraiga
al alma y la divide de sí misma,

escritura del fuego sobre el jade,
grieta en la roca, reina de serpientes,
columna de vapor, fuente en la peña,
circo lunar, peñasco de las águilas,
grano de anís, espina diminuta
y mortal que da penas inmortales,
pastora de los valles submarinos
y guardiana del valle de los muertos,
liana que cuelga del cantil del vértigo,
enredadera, planta venenosa,
flor de resurrección, uva de vida,
señora de la flauta y del relámpago,
terraza del jazmín, sal en la herida,
ramo de rosas para el fusilado,
nieve en agosto, luna del patíbulo,
escritura del mar sobre el basalto,
escritura del viento en el desierto,
testamento del sol, granada, espiga,

rostro de llamas, rostro devorado,
adolescente rostro perseguido
años fantasmas, días circulares
que dan al mismo patio, al mismo muro,
arde el instante y son un solo rostro
los sucesivos rostros de la llama,
todos los nombres son un solo nombre,
todos los rostros son un solo rostro,
todos los siglos son un solo instante
y por todos los siglos de los siglos
cierra el paso al futuro un par de ojos,

no hay nada frente a mí, sólo un instante
rescatado esta noche, contra un sueño
de ayuntadas imágenes soñado,
duramente esculpido contra el sueño,
arrancado a la nada de esta noche,
a pulso levantado letra a letra,
mientras afuera el tiempo se desboca
y golpea las puertas de mi alma
el mundo con su horario carnicero,

sólo un instante mientras las ciudades,
los nombres, los sabores, lo vivido,
se desmoronan en mi frente ciega,
mientras la pesadumbre de la noche
mi pensamiento humilla y mi esqueleto,
y mi sangre camina más despacio
y mis dientes se aflojan y mis ojos
se nublan y los días y los años
sus horrores vacíos acumulan,

mientras el tiempo cierra su abanico
y no hay nada detrás de sus imágenes
el instante se abisma y sobrenada
rodeado de muerte, amenazado
por la noche y su lúgubre bostezo,
amenazado por la algarabía
de la muerte vivaz y enmascarada
el instante se abisma y penetra,
como un puño se cierra, como un fruto
que madura hacia dentro, echa raíces,
crece dentro de mí, me ocupa todo,
me expulsa el follaje delirante,
mis pensamientos sólo son sus pájaros
su mercurio circula por mis venas,
árbol mental, frutos sabor de tiempo,

oh vida por vivir y ya vivida,
tiempo que vuelve en una marejada
y se retira sin volver el rostro,
lo que pasó no fue pero está siendo
y silenciosamente desemboca
en otro instante que se desvanece:

frente a la tarde de salitre y piedra
armada de navajas invisibles
una roja escritura indescifrable
escribes en mi piel y esas heridas
como un traje de llamas me recubren,
ardo sin consumirme, busco el agua
y en tus ojos no hay agua, son de piedra,
y tus pechos, tu vientre, tus caderas
son de piedra, tu boca sabe a polvo,
tu boca sabe a tiempo emponzoñado,
tu cuerpo sabe a pozo sin salida,
pasadizo de espejos que repiten
los ojos del sediento, pasadizo
que vuelve siempre al punto de partida,
y tú me llevas ciego de la mano
por esas galerías obstinadas
hacia el centro del círculo y te yergues
como un fulgor que se congela en hacha,
como luz que desuella, fascinante
como el cadalso para el condenado,
flexible como el látigo y esbelta
como un arma gemela de la luna,
y tus palabras afiladas cavan
mi pecho y me despueblan y vacían,
uno a uno me arrancas los recuerdos,
he olvidado mi nombre, mis amigos
gruñen entre los cerdos o se pudren
comidos por el sol en un barranco,

no hay nada en mí sino una larga herida,
una oquedad que ya nadie recorre,
presente sin ventanas, pensamiento
que vuelve, se repite, se refleja
y se pierde en su misma transparencia,
conciencia traspasada por un ojo
que se mira mirarse hasta anegarse
de claridad:
                  yo vi tu atroz escama,
melusina, brillar verdosa al alba,
dormías enroscada entre las sábanas
y al despertar gritaste como un pájaro
y caíste sin fin, quebrada y blanca,
nada quedó de ti sino tu grito,
y la cabo de los siglos me descubro
con tos y mala vista, barajando
viejas fotos:
                    no hay nadie, no eres nadie,
un montón de ceniza y una escoba,
un cuchillo mellado y un plumero,
un pellejo colgado de unos huesos,
un racimo ya seco, un hoyo *****
y en el fondo del hoy los dos ojos
de una niña ahogada hace mil años,

miradas enterradas en un pozo,
miradas que nos ven desde el principio,
mirada niña de la madre vieja
que ve en el hijo grande su padre joven,
mirada madre de la niña sola
que ve en el padre grande un hijo niño,
miradas que nos miran desde el fondo
de la vida y son trampas de la muerte
-¿o es al revés: caer en esos ojos
es volver a la vida verdadera?,

¡caer, volver, soñarme y que me sueñen
otros ojos futuros, otra vida,
otras nubes, morirme de otra muerte!
-esta noche me basta, y este instante
que no acaba de abrirse y revelarme
dónde estuve, quién fui, cómo te llamas,
cómo me llamo yo:
                              ¿hacía planes
para el verano -y todos los veranos-
en Christopher Street, hace diez años,
con Filis que tenía dos hoyuelos
donde veían luz los gorriones?,
¿por la Reforma Carmen me decía
"no pesa el aire, aquí siempre es octubre",
o se lo dijo a otro que he perdido
o yo lo invento y nadie me lo ha dicho?,
¿caminé por la noche de Oaxaca,
inmensa y verdinegra como un árbol,
hablando solo como el viento loco
y al llegar a mi cuarto -siempre un cuarto-
no me reconocieron los espejos?,
¿desde el hotel Vernet vimos al alba
bailar con los castaños - "ya es muy tarde"
decías al peinarte y yo veía
manchas en la pared, sin decir nada?,
¿subimos juntos a la torre, vimos
caer la tarde desde el arrecife?,
¿comimos uvas en Bidart?, ¿compramos
gardenias en Perote?,
                                  nombres, sitios,
calles y calles, rostros, plazas, calles,
estaciones, un parque, cuartos solos,
manchas en la pared, alguien se peina,
alguien canta a mi lado, alguien se viste,
cuartos, lugares, calles, nombres, cuartos,

Madrid, 1937,
en la Plaza del Ángel las mujeres
cosían y cantaban con sus hijos,
después sonó la alarma y hubo gritos,
casas arrodilladas en el polvo,
torres hendidas, frentes escupidas
y el huracán de los motores, fijo:
los dos se desnudaron y se amaron
por defender nuestra porción eterna,
nuestra ración de tiempo y paraíso,
tocar nuestra raíz y recobrarnos,
recobrar nuestra herencia arrebatada
por ladrones de vida hace mil siglos,
los dos se desnudaron y besaron
porque las desnudeces enlazadas
saltan el tiempo y son invulnerables,
nada las toca, vuelven al principio,
no hay tú ni yo, mañana, ayer ni nombres,
verdad de dos en sólo un cuerpo y alma,
oh ser total...
                      cuartos a la deriva
entre ciudades que se van a pique,
cuartos y calles, nombres como heridas,
el cuarto con ventanas a otros cuartos
con el mismo papel descolorido
donde un hombre en camisa lee el periódico
o plancha una mujer; el cuarto claro
que visitan las ramas del durazno;
el otro cuarto: afuera siempre llueve
y hay un patio y tres niños oxidados;
cuartos que son navíos que se mecen
en un golfo de luz; o submarinos:
el silencio se esparce en olas verdes,
todo lo que tocamos fosforece;
mausoleos del lujo, ya roídos
los retratos, raídos los tapetes;
trampas, celdas, cavernas encantadas,
pajareras y cuartos numerados,
todos se transfiguran, todos vuelan,
cada moldura es nube, cada puerta
da al mar, al campo, al aire, cada mesa
es un festín; cerrados como conchas
el tiempo inútilmente los asedia,
no hay tiempo ya, ni muro: ¡espacio, espacio,
abre la mano, coge esta riqueza,
corta los frutos, come de la vida,
tiéndete al pie del árbol, bebe el agua!,

todo se transfigura y es sagrado,
es el centro del mundo cada cuarto,
es la primera noche, el primer día,
el mundo nace cuando dos se besan,
gota de luz de entrañas transparentes
el cuarto como un fruto se entreabre
o estalla como un astro taciturno
y las leyes comidas de ratones,
las rejas de papel, las alambradas,
los timbres y las púas y los pinchos,
el sermón monocorde de las armas,
el escorpión meloso y con bonete,
el tigre con chistera, presidente
del Club Vegetariano y la Cruz Roja,
el burro pedagogo, el cocodrilo
metido a redentor, padre de pueblos,
el Jefe, el tiburón, el arquitecto
del porvenir, el cerdo uniformado,
el hijo predilecto de la Iglesia
que se lava la negra dentadura
con el agua bendita y toma clases
de inglés y democracia, las paredes
invisible, las máscaras podridas
que dividen al hombre de los hombres,
al hombre de sí mismo,
                                      se derrumban
por un instante inmenso y vislumbramos
nuestra unidad perdida, el desamparo
que es ser hombres, la gloria que es ser hombres
y compartir el pan, el sol, la muerte,
el olvidado asombro de estar vivos;

amar es combatir, si dos se besan
el mundo cambia, encarnan los deseos,
el pensamiento encarna, brotan alas
en las espaldas del esclavo, el mundo
es real y tangible, el vino es vino,
el pan vuelve a saber, el agua es agua,
amar es combatir, es abrir puertas,
dejar de ser fantasma con un número
a perpetua cadena condenado
por un amo sin rostro;
                                    el mundo cambia
si dos se miran y se reconocen,
amar es desnudarse de los nombres:
"déjame ser tu puta", son palabras
de Eloísa, mas él cedió a las leyes,
la tomó por esposa y como premio
lo castraron después;
                                    mejor el crimen,
los amantes suicidas, el incesto
de los hermanos como dos espejos
enamorados de su semejanza,
mejor comer el pan envenenado,
el adulterio en lechos de ceniza,
los amores feroces, el delirio,
su yedra ponzoñosa, el sodomita
que lleva por clavel en la solapa
un gargajo, mejor ser lapidado
en las plazas que dar vuelta a la noria
que exprime la sustancia de la vida,
cambia la eternidad en horas huecas,
los minutos en cárceles, el tiempo
en monedas de cobre y mierda abstracta;

mejor la castidad, flor invisible
que se mece en los tallos del silencio,
el difícil diamante de los santos
que filtra los deseos, sacia al tiempo,
nupcias de la quietud y el movimiento,
canta la soledad en su corola,
pétalo de cristal es cada hora,
el mundo se despoja de sus máscaras
y en su centro, vibrante transparencia,
lo que llamamos Dios, el ser sin nombre,
se contempla en la nada, el ser sin rostro
emerge de sí mismo, sol de soles,
plenitud de presencias y de nombres;

sigo mi desvarío, cuartos, calles,
camino a tientas por los corredores
del tiempo y subo y bajo sus peldaños
y sus paredes palpo y no me muevo,
vuelvo adonde empecé, busco tu rostro,
camino por las calles de mí mismo
bajo un sol sin edad, y tú a mi lado
caminas como un árbol, como un río,
creces como una espiga entre mis manos,
lates como una ardilla entre mis manos,
vuelas como mil pájaros, tu risa
me ha cubierto de espumas, tu cabeza
es un astro pequeño entre mis manos,
el mundo reverdece si sonríes
comiendo una naranja,
                                    el mundo cambia
si dos, vertiginosos y enlazados,
caen sobre la yerba: el cielo baja,
los árboles ascienden, el espacio
sólo es luz y silencio, sólo espacio
abierto para el águila del ojo,
pasa la blanca tribu de las nubes,
rompe amarras el cuerpo, zarpa el alma,
perdemos nuestros nombres y flotamos
a la deriva entre el azul y el verde,
tiempo total donde no pasa nada
sino su propio transcurrir dichoso,

no pasa nada, callas, parpadeas
(silencio: cruzó un ángel este instante
grande como la vida de cien soles),
¿no pasa nada, sólo un parpadeo?
-y el festín, el destierro, el primer crimen,
la quijada del asno, el ruido opaco
y la mirada incrédula del muerto
al caer en el llano ceniciento,
Agamenón y su mugido inmenso
y el repetido grito de Casandra
más fuerte que los gritos de las olas,
Sócrates en cadenas (el sol nace,
morir es despertar: "Critón, un gallo
a Esculapio, ya sano de la vida"),
el chacal que diserta entre las ruinas
de Nínive, la sombra que vio Bruto
antes de la batalla, Moctezuma
en el lecho de espinas de su insomnio,
el viaje en la carreta hacia la muerte
-el viaje interminable mas contado
por Robespierre minuto tras minuto,
la mandíbula rota entre las manos-,
Churruca en su barrica como un trono
es
La frente apoyo en la vidriera...
el cielo azul se engalana
y en la fúlgida primavera
canta su canción la mañana.

La mente inclino a lo más hondo
del alma en campos del Ayer;
y marchito miro en el fondo
todo lo que vi florecer.

Soplan auras primaverales
dando más vigor a los músculos.
¡Aquí las brumas otoñales
y el silencio de los crepúsculos!

En el parque crece la yerba
bajo el radiante resplandor.
En el alma todo se enerva
al paso lento del dolor.

Y evoco alegres ilusiones,
campos azules, abrileños;
la juventud con sus canciones
iba entre rosas y entre ensueños.

Fulgurante el cielo reía:
¡Cuán hermoso era el porvenir!
Vino la tarde en pleno día
y todo comenzó a morir.
La frente apoyo en la vidriera...
Verdes árboles, sol radiante
¡Juventud!… ¡también primavera
Fuiste del corazón amante!

¡Días que el alma triste evoca,
alba rosada del amor!
¡Boca que buscaba otra boca,
polen que va de flor en flor!...

En jardines primaverales
las libélulas entre aromas;
rosas rojas en los rosales
y destilando miel las pomas.

Y van surgiendo en un ensueño
amores de la juventud.
Pasan con el labio risueño
en concento de arpa y laúd.

Entonces... retoño y retoño
en los rosales a la aurora...
¡Como lenta bruma de otoño
la tristeza bajando ahora!

En el alma, al ensueño abierta,
algo de antiguo trovador,
y de la vida en la áurea puerta
con sus promesas el Amor.

De la luna la luz de plata
brillaba en el barrio desierto,
y una canción de serenata
subía al balcón entreabierto.

Pendiente la escala de seda
de los barrotes del balcón...
Del pasado ya sólo queda
un rescoldo en el corazón.

Paseos bajo luz de luna
por alamedas de rosales;
dos bocas que el amor aúna
en claras noches estivales...

Entonces... cantos, alegría,
juramentos de eterna fe;
y ahora, gris melancolía
del dichoso tiempo que fue...
La frente apoyo en la vidriera:
en el parque, vestidos blancos,
y amantes en su primavera
bajo los pinos en bancos.

Primeros versos a la amada,
cantos primeros de ilusión...
Son hoy cual queja desolada
en el fondo del corazón.

Tú, flor de la tierra nativa,
de los ojos fuiste embeleso.
Sólo a tu boca, rosa viva,
le dio la muerte el primer beso.

Cuando se recuerda el pasado
hay un deseo de llorar.
¡El árido camino andado
si se pudiera desandar!...

Sombras doloridas que vagan
y esperanzas muertas deploran:
Astros que en tinieblas se apagan
y voces que en silencio lloran!...

A la claridad matutina
fragante erguíase el rosal...
¡ya sobre el agua gris se inclina
la amarilla rama otoñal!...

Una palabra... un juramento...
¿era verdad o era mentira?
Mentira o verdad es tormento
cuando sola el alma suspira.

Se abría a la luz la ventana
en un radioso amanecer,
la ilusión decía: «¡Mañana!»
y el corazón dice: «¡Ayer!».

¡Mañana! ¡Ayer! Polos remotos...
lo que es dolor y lo que salva.
Claros sueños y sueños rotos,
gris de la tarde y luz del alba.

Y el Amor, que en sombras se aleja,
el alma dice: «¿Volverás?»
Y como una lejana queja
se oye en el pasado: «¡Jamás!»

La hiedra fija sus raíces
aún bajo nieve en la piedra.
Recuerdos de días felices:
sois del corazón... ¡siempre hiedra!
Aromadas rosas de Francia
en los casinos y en el Ritz;
Rosas que dais vuestra fragancia
en Montecarlo y en Biarritz.

Reservados de restaurantes;
de vida de goce ansias locas;
El áureo champaña espumante;
temblando de ósculo las bocas.

Nerviosa espera la cita,
Penumbra de la «garconniére»,
Fausto a los pies de Margarita
En el rosado atardecer…

Otra... Extraño acento de arrullo,
honda nostalgia en su mirada,
y severo siempre su orgullo
en su dolor de desterrada.

Su imagen el pasado alegra,
y fijos en la mente están
su traje blanco y su capa negra
en las carreras de Longchamps.

Días lejanos de estudiante,
embriaguez de ideal divino,
El corazón, rosa fragante,
en noches del Barrio Latino...

Midineta bulevardina,
boca roja, frente de lis,
Incitadora, parlanchina,
jilguero alegre de Paris.

Y del «cabaret» la alegría...
¿Era del Rhin o era del Volga?
¿en su vida un misterio había...
¿era su nombre Elisa u Olga?

En otra, del vuelo al arranque,
mirar nostálgico... y ¡pasó!
Muchas veces junto a un estanque
soñando la luna nos vio.

Tú, mejicana-parisina,
de cabellos como aureola
de luz de sol, y habla divina
entre francesa y española.

En la tristeza de un suspiro,
lejos, a la orilla del mar,
una margarita aún te miro
melancólica deshojar.

Húngara triste, flor bohemia,
De ojos miosotis de Danubio:
¡cuán adorable era anemia
En marco de cabello rubio!

Tus pupilas vagas de Isis
fingía decir un adiós;
Y casi exangüe por la tisis
caíste en golpe de tos...
La frente apoyo en la vidriera...
Un claro sol el cielo dora,
riega rosas la primavera...
El otoño en el alma llora.

Se oye como una voz que ruega,
como un gemido de laúd...
¡Es en la tarde que llega
el adiós de la juventud!
En el fondo del pecho estamos juntos,
en el cañaveral del pecho recorremos
un verano de tigres,
al acecho de un metro de piel fría,
al acecho de un ramo de inaccesible cutis,
con la boca olfateando sudor y venas verdes
nos encontramos en la húmeda sombra que deja caer besos.

Tú mi enemiga de tanto sueño roto de la misma manera
que erizadas plantas de vidrio, lo mismo que campanas
deshechas de manera amenazante, tanto como disparos
de hiedra negra en medio del perfume,
enemiga de grandes caderas que mi pelo han tocado
con un ronco rocío, con una lengua de agua,
no obstante el mudo frío de los dientes y el odio de los ojos,
y la batalla de agonizantes bestias que cuidan el olvido,
en algún sitio del verano estamos juntos
acechando con labios que la sed ha invadido.
Si hay alguien que traspasa
una pared con círculos de fósforo
y hiere el centro de unos dulces miembros
y muerde cada hoja de un bosque dando gritos,
tengo también tus ojos de sangrienta luciérnaga
capaces de impregnar y atravesar rodillas
y gargantas rodeadas de seda general.

Cuando en las reuniones
el azar, la ceniza, las bebidas,
el aire interrumpido,
pero ahí están tus ojos oliendo a cacería,
a rayo verde que agujerea pechos,
tus dientes que abren manzanas de las que cae sangre,
tus piernas que se adhieren al sol dando gemidos,
y tus tetas de nácar y tus pies de amapola,
como embudos llenos de dientes que buscan sombra,
como rosas hechas de látigo y perfume, y aun,
aun más, aun más,
aun detrás de los párpados, aun detrás del cielo,
aun detrás de los trajes y los viajes, en las calles donde la gente orina,
adivinas tos cuerpos,
en las agrias iglesias a medio destruir, en las cabinas que el mar lleva en las manos,
acechas con tus labios sin embargo floridos,
rompes a cuchilladas la madera y la plata,
crecen tus grandes venas que asustan:
no hay cáscara, no hay distancia ni hierro,
tocan manos tus manos,
y caes haciendo crepitar las flores negras.

Adivinas los cuerpos
Como un insecto herido de mandatos,
adivinas el centro de la sangre y vigilas
los músculos que postergan la aurora, asaltas sacudidas,
relámpagos, cabezas,
y tocas largamente las piernas que te guían.

Oh conducida herida de flechas especiales!

Hueles lo húmedo en medio de la noche?

O un brusco vaso de rosales quemados?

Oyes caer la ropa, las llaves, las monedas
en las espesas casas donde llegas desnuda?

Mi odio es una sola mano que te indica
el callado camino, las sábanas en que alguien ha dormido
con sobresalto: llegas
y ruedas por el suelo manejada y mordida,
y el viejo olor del ***** como una enredadera
de cenicienta harina se desliza a tu boca.

Ay leves locas copas y pestañas,
aire que inunda un entreabierto río
como una sola paloma de colérico cauce,
como atributo de agua sublevada,
ay substancias, sabores, párpados de ala viva
con un temblor, con una ciega flor temible,
ay graves, serios pechos como rostros,
ay grandes muslos llenos de miel verde,
y talones y sombra de pies, y transcurridas
respiraciones y superficies de pálida piedra,
y duras olas que suben la piel hacia la muerte
llenas de celestiales harinas empapadas.

Entonces, este río
va entre nosotros, y por una ribera
vas tú mordiendo bocas?
Entonces es que estoy verdaderamente, verdaderamente lejos
y un río de agua ardiendo pasa en lo oscuro?
Ay cuántas veces eres la que el odio no nombra,
y de qué modo hundido en las tinieblas,
y bajo qué lluvias de estiércol machacado
tu estatua en mi corazón devora el trébol.

El odio es un martillo que golpea tu traje
y tu frente escarlata,
y los días del corazón caen en tus orejas
como vagos búhos de sangre eliminada,
y los collares que gota a gota se formaron con lágrimas
rodean tu garganta quemándote la voz como con hielo.

Es para que nunca, nunca
hables, es para que nunca, nunca
salga una golondrina del nido de la lengua
y para que las ortigas destruyan tu garganta
y un viento de buque áspero te habite.

En dónde te desvistes?
En un ferrocarril, junto a un peruano rojo
o con un segador, entre terrones, a la violenta
luz del trigo?
O corres con ciertos abogados de mirada terrible
largamente desnuda, a la orilla del agua de la noche?

Miras: no ves la luna ni el jacinto
ni la oscuridad goteada de humedades,
ni el tren de cieno, ni el marfil partido:
ves cinturas delgadas como oxígeno,
pechos que aguardan acumulando peso
e idéntica al zafiro de lunar avaricia
palpitas desde el dulce ombligo hasta las rosas.

Por qué sí? Por qué no? Los días descubiertos
aportan roja arena sin cesar destrozada
a las hélices puras que inauguran el día,
y pasa un mes con corteza de tortuga,
pasa un estéril día,
pasa un buey, un difunto,
una mujer llamada Rosalía,
y no queda en la boca sino un sabor de pelo
y de dorada lengua que con sed se alimenta.
Nada sino esa pulpa de los seres,
nada sino esa copa de raíces.

Yo persigo como en un túnel roto, en otro extremo
carne y besos que debo olvidar injustamente,
y en las aguas de espaldas cuando ya los espejos
avivan el abismo, cuando la fatiga, los sórdidos relojes
golpean a la puerta de hoteles suburbanos, y cae
la flor de papel pintado, y el terciopelo cagado por las ratas y la cama
cien veces ocupada por miserables parejas, cuando
todo me dice que un día ha terminado, tú y yo
hemos estado juntos derribando cuerpos,
construyendo una casa que no dura ni muere,
tú y yo hemos corrido juntos un mismo río
con encadenadas bocas llenas de sal y sangre,
tú y yo hemos hecho temblar otra vez las luces verdes
y hemos solicitado de nuevo las grandes cenizas.

Recuerdo sólo un día
que tal vez nunca me fue destinado,
era un día incesante,
sin orígenes, Jueves.
Yo era un hombre transportado al acaso
con una mujer hallada vagamente,
nos desnudamos
como para morir o nadar o envejecer
y nos metimos uno dentro del otro,
ella rodeándome como un agujero,
yo quebrantándola como quien
golpea una campana,
pues ella era el sonido que me hería
y la cúpula dura decidida a temblar.

Era una sorda ciencia con cabello y cavernas
y machacando puntas de médula y dulzura
he rodado a las grandes coronas genitales
entre piedras y asuntos sometidos.

Éste es un cuento de puertos adonde
llega uno, al azar, y sube a las colinas,
suceden tantas cosas.

Enemiga, enemiga,
es posible que el amor haya caído al polvo
y no haya sino carne y huesos velozmente adorados
mientras el fuego se consume
y los caballos vestidos de rojo galopan al infierno?

Yo quiero para mí la avena y el relámpago
a fondo de epidermis,
y el devorante pétalo desarrollado en furia,
y el corazón labial del cerezo de junio,
y el reposo de lentas barrigas que arden sin dirección,
pero me falta un suelo de cal con lágrimas
y una ventana donde esperar espumas.

Así es la vida,
corre tú entre las hojas, un otoño
***** ha llegado,
corre vestida con una falda de hojas y un cinturón de metal amarillo,
mientras la neblina de la estación roe las piedras.

Corre con tus zapatos, con tus medias,
con el gris repartido, con el hueco del pie, y con esas manos que el tabaco salvaje adoraría,
golpea escaleras, derriba
el papel ***** que protege las puertas,
y entra en medio del sol y la ira de un día de puñales
a echarte como paloma de luto y nieve sobre un cuerpo.

Es una sola hora larga como una vena,
y entre el ácido y la paciencia del tiempo arrugado
transcurrimos,
apartando las sílabas del miedo y la ternura,
interminablemente exterminados.
John F McCullagh Jan 2012
Some people call them toe-mae- tos.
They’re toe- mat -toes to other folk.
Monsanto has patented versions
that may poison us and leave us broke.

Their genetically modified brand
belongs neither on plates nor in cans.
Their health effects may include cancer
In some other countries they’re banned..

They are touted for being resistant
To herbicides, thus reducing toil-
But herbicide residue is persistent
How quickly it poisons the soil.

If farmers, each season, must purchase
Genetically modified seeds
Monsanto will corner the market
For supplying nutritional needs.

How many Monsanto execs
infiltrated the executive branch?
With so much political sway
Its no wonder that they get their way.
Germany, Ireland and Hungary have bans on GM crops.   GM crops  have genetically modified genes that can be transferred in the wild to weeds.  Their use  tend to promote the overuse of herbicides and pesticides and may  contaminate  fields of non GM Crops.   Worst of all they do not propagate in nature, eventually forcing farmers to buy all their seed from Monsanto or companies of their ilk.   The American political system is populated with many former executives from Monsanto who have vested interests in the company.

California is considering requiring labeling of foods containing GM foods. What is your state or country doing about this potential problem.
La hora se vacía.
Me cansa el libro y lo cierro.
Miro, sin mirar, por la ventana.
Me espían mis pensamientos.
                                                        Pienso que no pienso.
Alguien, al otro lado, abre una puerta.
Tal vez, tras esa puerta,
no hay otro lado.
                                  Pasos en el pasillo.
Pasos de nadie: es sólo el aire
buscando su camino.
                                        Nunca sabemos
si entramos o salimos.
                                          Yo, sin moverme,
también busco -no mi camino:
el rastro de los pasos
que por años diezmados me han traído
a este instante sin nombre, sin cara.
Sin cara, sin nombre.
                                      Hora deshabitada.
La mesa, el libro, la ventana:
cada cosa es irrefutable.
                                              Sí,
la realidad es real.
                                  Y flota
-enorme, sólida, palpable-
sobre este instante hueco.
                                              La realidad
está al borde del hoyo siempre.
Pienso que no pienso.
                                        Me confundo
con el aire que anda en el pasillo.
El aire sin cara, sin nombre.

Sin nombre, sin cara,
sin decir: he llegado,
                                      llega.
Interminablemente está llegando,
inminencia  que se desvanece
en un aquí mismo
     
                          más allá siempre.
Un siempre nunca.
                                  Presencia sin sombra,
disipación de las presencias,
Señora de las reticencias
que dice todo cuando dice nada,
Señora sin nombre, sin cara.

Sin cara, sin nombre:
miro
        -sin mirar;
pienso
                -y me despueblo.
Es obsceno,
dije en una hora como ésta,
morir en su cama.
                                Me arrepiento:
no quiero muerte de fuera,
quiero morir sabiendo que muero.
Este siglo está poseído.
En su frente, signo y clavo,
arde una idea fija:
todos los días nos sirve
el mismo plato de sangre.
En una esquina cualquiera
-justo, onmisciente y armado-
aguarda el dogmático sin cara, sin nombre.

Sin nombre, sin cara:
la muerte que yo quiero
lleva mi nombre,
                                  tiene mi cara.

Es mi espejo y es mi sombra,
la voz sin sonido que dice mi nombre,
la oreja que escucha cuando callo,
la pared impalpable que me cierra el paso,
el piso que de pronto se abre.
Es mi creación y soy su criatura.
Poco a poco, sin saber lo que hago,
la esculpo, escultura de aire.
Pero no la toco, pero no me habla.
Todavía no aprendo a ver,
en la cara del muerto, mi cara.
Con la cabeza lo sabía,
no con saber de sangre:
es un acorde ser y otro acorde no ser.
La misma vibración, el mismo instante
ya sin nombre, sin cara.
                                      El tiempo,
que se come las caras y los nombres,
a sí mismo se come.
El tiempo es una máscara sin cara.

No me enseñó a morir el Buda.
Nos dijo que las caras se disipan
y sonido vacío son los nombres.
Pero al morir tenemos una cara,
morimos con un nombre.
En la frontera cenicienta
¿quién abrirá mis ojos?
Vuelvo a mis escrituras,
al libro del hidalgo mal leído
en una adolescencia soleada,
con brutales violencias compartida:
el llano acuchillado,
las peleas del viento con el polvo,
el pirú, surtidor verde de sombra,
el testuz obstinado de la sierra
contra la nube encinta de quimeras,
la rigurosa luz que parte y distribuye
el cuerpo vivo del espacio:
geometría y sacrificio.

Yo me abismaba en mi lectura
rodeado de prodigios y desastres:
al sur los dos volcanes
hechos de tiempo, nieve y lejanía;
sobre las páginas de piedra
los caracteres bárbaros del fuego;
las terrazas del vértigo;
los cerros casi azules apenas dibujados
con manos impalpables por el aire;
el mediodía imaginero
que todo lo que toca hace escultura
y las distancias donde el ojo aprende
los oficios de pájaro y arquitecto-poeta.

Altiplano, terraza del zodíaco,
circo del sol y sus planetas,
espejo de la luna,
alta marea vuelta piedra,
inmensidad escalonada
que sube apenas luz la madrugada
y desciende la grave anochecida,
jardín de lava, casa de los ecos,
tambor del trueno, caracol del viento,
teatro de la lluvia,
hangar de nubes, palomar de estrellas.

Giran las estaciones y los días,
giran los cielos, rápidos o lentos,
las fábulas errantes de las nubes,
campos de juego y campos de batalla
de inestables naciones de reflejos,
reinos de viento que disipa el viento:
en los días serenos el espacio palpita,
los sonidos son cuerpos transparentes,
los ecos son visibles, se oyen los silencios.
Manantial de presencias,
el día fluye desvanecido en sus ficciones.

En los llanos el polvo está dormido.
Huesos de siglos por el sol molidos,
tiempo hecho sed y luz, polvo fantasma
que se levanta de su lecho pétreo
en pardas y rojizas espirales,
polvo danzante enmascarado
bajo los domos diáfanos del cielo.
Eternidades de un instante,
eternidades suficientes,
vastas pausas sin tiempo:
cada hora es palpable,
las formas piensan, la quietud es danza.

Páginas más vividas que leídas
en las tardes fluviales:
el horizonte fijo y cambiante;
el temporal que se despeña, cárdeno,
desde el Ajusco por los llanos
con un ruido de piedras y pezuñas
resuelto en un pacífico oleaje;
los pies descalzos de la lluvia
sobre aquel patio de ladrillos rojos;
la buganvilla en el jardín decrépito,
morada vehemencia…
Mis sentidos en guerra con el mundo:
fue frágil armisticio la lectura.

Inventa la memoria otro presente.
Así me inventa.
                              Se confunde
el hoy con lo vivido.
Con los ojos cerrados leo el libro:
al regresar del desvarío
el hidalgo a su nombre regresa y se contempla
en el agua estancada de un instante sin tiempo.
Despunta, sol dudoso,
entre la niebla del espejo, un rostro.
Es la cara del muerto.
                                        En tales trances,
dice, no ha de burlar al alma el hombre.
Y se mira a la cara:
                                    deshielo de reflejos.No he sido Don Quijote,
no deshice ningún entuerto
                                                  (aunque a veces
me han apedreado los galeotes)
                                                            pero quiero,
como él, morir con los ojos abiertos.
                                                                    Morir
sabiendo que morir es regresar
adonde no sabemos,
                                        adonde,
sin esperanza, lo esperamos.
                                                      Morir
reconciliado con los tres tiempos
y las cinco direcciones,
                                            el alma
-o lo que así llamamos-
vuelta una transparencia.
                                                Pido
no la iluminación:
                                  abrir los ojos,
mirar, tocar al mundo
con mirada de sol que se retira;
pido ser la quietud del vértigo,
la conciencia del tiempo
apenas lo que dura un parpadeo
del ánima sitiada;
                                  pido
frente a la tos, el vómito, la mueca,
ser día despejado,
                                  luz mojada
sobre tierra recién llovida
y que tu voz, mujer, sobre mi frente sea
el manso soliloquio de algún río;
pido ser breve centelleo,
repentina fijeza de un reflejo
sobre el oleaje de esa hora:
memoria y olvido,
                                    al fin,
una misma claridad instantánea.
Era su nombre Betsy y era de Ohio.
                                                       
Un día,
En que al azar vagaba por mi ruta sombría,
Los dos nos encontramos.  Y la quise por bella;
Después amé su alma, porque mi alma en ella
Vio una luz casta y blanca, vio piedad y ternura.

Jirón azul de cielo rompió mi noche oscura,
Y la luz de una estrella de fulgores risueños,
Hizo abrir la dormida floración de mis sueños.

¿Qué fuerza misteriosa la puso en mi camino?...
¿Fue una intuición secreta quizá de mi destino
La que a la senda suya llevó mi errante paso?
¿Fue casual ese encuentro?... ¿Fue presentido
acaso?
No lo sé... ni me importa.

                                                 
De raza puritana,
De aquella raza austera que a la costa britana,
Buscando hogar y patria, dijo adiós sin tristeza;
De los lagos del Norte rubia flor de belleza;
Los libros y la música su amada compañía,
Y esquiva a los arranques de ruidosa alegría;
Su flor dilecta, el lirio; mística en sus anhelos,
 -Palomas que sus alas tendían a los cielos;-
En contraste sus hábitos y su elación divina
Con todos los impulsos de mi raza latina;
De regiones distantes dos solitarias palmas,
¿Qué fuerza misteriosa juntó nuestras dos almas?
De su idioma, al principio, pocas frases sabía,
Mas mezclando palabras de su lengua y la mía,
Con versos que copiaba de antiguo Florilegio,
Y dísticos de Byron que aprendí en el Colegio,
Le dije muchas cosas... muchas, en el balneario
Donde por vez primera la vi.
                                              (Del solitario
Poeta fue la Musa desde entonces).

                                      Su gracia
Y atractiva belleza; su aire de aristocracia;
Su cabellera blonda, de un rubio veneciano,
Y su perfil de antiguo camafeo romano;
Sus ojos pensativos y de mirar risueño
Donde flotaba a veces el azul de un ensueño;
Sus mejillas rosadas como un durazno; el breve;
Esbelto busto, en donde tuvo vida la nieve;
Sus veinte años... ¡Qué hermosa primavera florida!
¡Todo en ella era un himno que cantaba la vida!
En bailes, en paseos, en la playa...  doquiera
De todos los galanes la preferida era.

Con su traje de lino, con su blanca sombrilla,
Con sus zapatos grises de reluciente hebilla,
Y el sombrero de paja con una cinta angosta,
Nunca se vio más bella mujer en esa costa.

Quiso aprender mi lengua: cambiábamos lecciones,
Y así fueron frecuentes nuestras conversaciones;
Hasta que al fin un día-mi alma de ella esclava,
-Le dije que era bella... muy bella y que la amaba.

Pasado ya el verano, adiós al mar dijimos,
Y en tren, expreso, todos a la ciudad volvimos.
Rodaban... y rodaban las hojas, desprendidas
En raudos torbellinos, por parques y avenidas;
Del ábrego se oían los resoplidos roncos,
Y entre brumas se alzaban casi escuetos  los troncos;
En las calles formaba la lluvia barrizales
Y eran soplos de invierno las brisas otoñales.
Rodaban... y rodaban las hojas. De ceniza
Parecía el crepúsculo con su niebla plomiza,
Y alzábase doliente la luna, en la gris y ancha
Lámina de los cielos, como amarilla mancha.

Con sombrero de plumas, sobretodo entallado,
Y traje azul oscuro, su rostro sonrosado
Era una nota viva y alegre, era un celaje
En la helada y sombría tristeza del paisaje.

«¡Qué triste es el otoño... qué triste!» me decía;
«Todo se está muriendo... todo está en la agonía,
Mas nuestro amor...»:

                                             
(De pronto cayó. Vivos sonrojos
La hicieron al instante bajar los castos ojos).
«También!» dije riendo, «cual todo lo que vuela».
Y reía... reía como alegre chicuela,
Porque su claro instinto de mujer le decía
Que la amaba y que nunca mi pasión moriría.

En bailes, en conciertos, en salones... doquiera

De todos los galanes la preferida era,
Y aunque su amor, a veces, riendo me negaba,
También reía, porque... sabía que me amaba.
Una tarde de invierno, cuando como un sudario
La nieve en albos copos, el parque solitario
Y las calles desiertas cubría; cuando el cielo
Era blanca mortaja; cuando espectros en duelo
Parecían los árboles quemados por el frío,
En un diván sentados, en el salón sombrío,
Junto a la chimenea que con su alegre y clara
Luz daba un vago tinte sonrosado a su cara,
Enjugando una lágrima silenciosa y furtiva,
«Me siento enferma y triste», me dijo pensativa.

Los aullidos del viento vibraban en la sombra...
Y se alejó. Y el roce de su traje en la alfombra
Me arrancó de mis sueños. Incliné la cabeza,
Y solo, y en silencio, quedé con mi tristeza.
Pasó el invierno.
                                     
El cielo fue todo resplandores;
El bosque, lira inmensa, y el campo, todo flores.
Y una tarde, su alcoba, después de muchos días,
Dejó por vez primera la enferma.
                                               
¡Oh, las sombrías
Noches en vela, noches de indecible martirio,
Noches interminables de fiebre y de delirio,
Cuando todos, henchidos de lágrimas los ojos,
Su vida amada al cielo pedíamos de hinojos,
Mientras que en el silencio de esa calma profunda
Se oía, delirando, su voz de moribunda!

Abierta la ventana que daba al parque, en ondas
De fragancia entró el aura susurrando.  Las frondas
De las viejas encinas sus más gratos rumores
Dieron en el crepúsculo.  Fue el triunfo de las flores
Sobre el verde sombrío de los boscajes.  Era
Una tarde rosada, tarde de primavera.

Envuelta en amplia bata de rojo terciopelo,
Suelta la cabellera, como un dorado velo,
Y en la pálida boca, pálida flor sin vida,
Una sonrisa casta, como estrella dormida,
Tendiéndome la mano, pero baja la frente,
Y esquivando los ojos, avanzó lentamente.

Unidas nuestras manos, a mi lado sentada,
Y un instante en mi hombro su frente reclinada,
Quedamos en silencio...

                                                   
¡Cuántas veces, de noche,
Lloroso, y en los labios el blasfemo reproche,
Desde ese mismo sitio sus quejidos oía,
Los ahogados quejidos de su larga agonía!
¡Cuántas veces a solas, cerca de esa ventana,
Me sorprendió sin sueño la luz de la mañana,
Mientras que de la Muerte, furtiva y en acecho,
Oíanse los pasos en torno de su lecho!...
De pronto alzó los ojos, llenos de honda dulzura,
Donde brillaba siempre su alma blanca y pura,
Y con su voz de arrullo, voz de celeste encanto,
-«Sé que lloraste... Gracias», me dijo, y rompió en llanto.

Por la abierta ventana soplos primaverales
La fragancia traían de los verdes rosales.

Luego al parque salimos.
                                                     
Su palidez de cera;
Sus pasos vacilantes al bajar la escalera,
Al andar, su cansancio; los círculos violados
En torno de las claras pupilas; los holgados
Pliegues de su vestido; la enfermiza blancura
De las manos; los dedos, en donde con holgura
Los anillos giraban; la tos, triste presagio
De que estaba marcada para el final naufragio
En la roca sombría de la Muerte; la lenta,
Triste voz; la dulzura de la faz macilenta,
Sus ahogados suspiros, plegarias de su anhelo,
-Plegarias sin palabras para un remoto cielo,-
Su laxitud... ¡Cuán pura, cuán ideal belleza,
Allí mis ojos vieron con su halo de tristeza!...
Y como presintiendo su eterna despedida
En ese dulce instante reconcentré mi vida
Y fue mi amor más grande, fue más intenso y fuerte
Al pensar que muy pronto sería de la Muerte!

Era música el vago rumor de la arboleda,
Y seguimos callados por la oscura alameda.

Al verla se agitaron en sus tallos las rosas;
Más aromas regaron las auras bulliciosas;
Entre arbustos tupidos y fragantes macetas
Asomaron sus ojos azules las violetas;
Todas las campanillas en el verde boscaje
Como que repicaron al ver su rojo traje;
Los pájaros miraban a la convaleciente,
Del parque solitario tantos días ausente;
Se oyeron en las frondas cual vagos cuchicheos,
Y al fin la alada orquesta preludió sus gorjeos
Los cisnes, como góndolas de alba plata bruñida
Enarcaron sus cuellos en el agua dormida
Y del sol a los tibios fulgures vesperales;
Destellaron las colas de los pavos reales.

«La vida es la tristeza», me dijo. «¡Todo anhelo
Del presente, mañana será amargura y duelo;
La vida es desencanto. Feliz creíme un día,
Y ya ves, cuan traidora la suerte y cuan impía!
Como flor, en mi pecho, se abría la Esperanza,
Y ya la desventura por mi camino avanza.
Lentamente mi vida se extingue. Triste, enferma,
¿A qué traer tus sueños a la sombría y yerma
Soledad de mi alma? ¿Para qué tu alegría
Trocar en amargura con mi lenta agonía?
Del árbol de la Vida fui pálido retoño,
Y me iré con las hojas marchitas del otoño;
Para toda esperanza ya soy despojo inerte...
Tú vas para la Vida... ¡yo voy hacia la Muerte!»

«Tus temores», le dije, «son de niña mimada;
Tú todo lo exageras...»

                                                   
En mi brazo apoyada
El parque abandonamos, y al subir la escalera
Parecía un crepúsculo su rubia cabellera.

Un día, para Ohio, tomó el tren.,.., ¡triste día!
Y alzando la vidriera, cuando el tren ya partía
De la Estación, me dijo:
                                             
«Te escribiré primero,
Pero escribe. Hasta pronto...  No olvides que te espero».
Y después.... en sus cartas decía:
                                                         
«Si vinieras,
¡Qué sorpresa la tuya! ¡Qué cambio...! ¡Si me vieras!
Las brisas de mi lago fueron auras de vida.
Razón tuviste. Ha vuelto la esperanza perdida.
Recuerdas? Tú decías: todo eso pronto pasa,
Y es verdad.  La alegría de nuevo está en mi casa.
Soy otra.... y soy la misma: tú entiendes.  Frescas rosas
Se abren en mis mejillas, que eran dos tuberosas.
(Bien sé que de esta frase burla harás con tu flema,
Mas no importa.  No es mía: la copié de un poema).
Hoy río, canto y juego como chiquilla. El piano,
Cerrado tanto tiempo, ya al roce de mi mano
Es música perenne.  Las viejas Melodías
¡Cómo evocan recuerdos de venturosos días!
Soy otra.... habrás de verlo.  Pasaron mis congojas,
¡Y creí que me iría con las marchitas hojas!».
Sueños de un alma casta... ¡Visión desvanecida!
Creyó en la Vida ... ¡Y pronto la traicionó la Vida!

Para siempre descansa del rigor de la suerte,
Con su velo de novia tejido por la Muerte,
Con todas sus quimeras, con todos sus anhelos,
Junto al nativo lago... bajo brumosos cielos.
El pie del niño aún no sabe que es pie,
y quiere ser mariposa o manzana.

Pero luego los vidrios y las piedras,
las calles, las escaleras,
y los caminos de la tierra dura
van enseñando al pie que no puede volar,
que no puede ser fruto redondo en una rama.
El pie del niño entonces
fue derrotado, cayó
en la batalla,
fue prisionero,
condenado a vivir en un zapato.

Poco a poco sin luz
fue conociendo el mundo a su manera,
sin conocer el otro pie, encerrado,
explorando la vida como un ciego.

Aquellas suaves uñas
de cuarzo, de racimo,
se endurecieron, se mudaron
en opaca substancia, en cuerno duro,
y los pequeños pétalos del niño
se aplastaron, se desequilibraron,
tomaron formas de reptil sin ojos,
cabezas triangulares de gusano.
Y luego encallecieron,
se cubrieron
con mínimos volcanes de la muerte,
inaceptables endurecimientos.

Pero este ciego anduvo
sin tregua, sin parar
hora tras hora,
el pie y el otro pie,
ahora de hombre
o de mujer,
arriba,
abajo,
por los campos, las minas,
los almacenes y tos ministerios,
atrás,
afuera, adentro,
adelante,
este pie trabajó con su zapato,
apenas tuvo tiempo
de estar desnudo en el amor o el sueño,
caminó, caminaron
hasta que el hombre entero se detuvo.

Y entonces a la tierra
bajó y no supo nada,
porque allí todo y todo estaba oscuro
no supo que había dejado de ser pie,
si lo enterraban para que volara
o para que pudiera
ser manzana.
Dolores L Day Nov 2015
Relationship
You used to bring such longing for me.
Such hope.
Such solace that,
Once I obtained the contents of your letters,
I could be happy.
I could be complete.

relationship
What a different *relationship
we have now.

relationship

GAH-     ****! Where did you come from??
I was just reading an article and there you were.
Sitting there.
Out of context of my constant thoughts, but I can't help but apply you.
I can't help but panic.

The word relationship. My new biggest fear.
The collection of the consonants and vowels that make up a vocalization for my soul anxieties.

Relationship
I cringe at thee.
Hours of pouring over videos, how-tos, books, guides, diy, people, you, me, him, her, them, we, us, future, communicate, self-love, expectations, desire, infidelity, falling in love, falling out of love, love, lust, true love, more self-love, thoughts, peace, gratitude, forever, temporary, fleeting, cheating, shame, truth, lies,
all in the ******* name of

Relationship

I could quit.

But how can you quit on someone
That is only eighteen years old
And has already based the foundation of their life on

you?
Cynthia Dec 2013
kafijas pupiņas
cita rūgtāka par citu
bet visas kopā tās sniedz aromātu -
manām nasīm nezināmu.
ieliekam tās kulītē
un aizsienam to cieši,
lai neizbirst
un nepazūd
kafijas dārgakmeņi
man tuvie
bet tai part laikā nezināmie.
tie mirgo kā zvaignzes debess malā
es nolieku tos zem kāršu nama
un gaidu līdz brīnumi notiks
un kafijas dārgakmeņi ailidos
kopā ar gājputniem uz siltajām zemēm
izkusīs pupiņas un iekritīs indijas okēnā
okeāns pārtaps par kafijas mājām
un aromāts sniegsies līdz manai dzimtenei
mani kafijas dārgakmeņi
liks man dzīvot un sapņot kafijā
Yo, para todo viaje
-siempre sobre la madera
de mi vagón de tercera-,
voy ligero de equipaje.
Si es de noche, porque no
acostumbro a dormir yo,
y de día, por mirar
los arbolitos pasar,
yo nunca duermo en el tren,
y, sin embargo, voy bien.
¡Este placer de alejarse!
Londres, Madrid, Ponferrada,
tan lindos... para marcharse.
Lo molesto es la llegada.
Luego, el tren, al caminar,
siempre nos hace soñar;
y casi, casi olvidamos
el jamelgo que montamos.
¡Oh, el pollino
que sabe bien el camino!
¿Dónde estamos?
¿Dónde todos nos bajamos?
¡Frente a mí va una monjita
tan bonita!
Tiene esa expresión serena
que a la pena
da una esperanza infinita.
Y yo pienso: Tú eres buena;
porque diste tus amores
a Jesús; porque no quieres
ser madre de pecadores.
Mas tú eres
maternal,
bendita entre las mujeres,
madrecita virginal.
Algo en tu rostro es divino
bajo tus cofias de lino.
Tus mejillas
-esas rosas amarillas-
fueron rosadas, y, luego,
ardió en tus entrañas fuego;
y hoy, esposa de la Cruz,
ya eres luz, y sólo luz...
¡Todas las mujeres bellas
fueran, como tú, doncellas
en un convento a encerrarse!...
¡Y la niña que yo quiero,
ay, preferirá casarse
con un mocito barbero!
El tren camina y camina,
y la máquina resuella,
y tose con tos ferina.
¡Vamos en una centella!
A medida que nos aproximamos
las piedras se van dando mejor.

Desnudo, anacorético,
las ventanas idénticas entre sí,
como la vida de sus monjes,
el Escorial levanta sus muros de granito
por los que no treparán nunca los mandingas,
pues ni aún dentro de novecientos años.
hallarán una arruga donde hincar
sus pezuñas de azufre y pedernal.

Paradas en lo alto de las chimeneas,
las cigüeñas meditan la responsabilidad
de ser la única ornamentación del monasterio,
mientras el viento que reza en las rendijas
ahuyenta las tentaciones que amenazan
entrar por el tejado.

Cencerro de las piedras que pastan
en los alrededores,
las campanas de la iglesia
espantan a los ángeles
que viven en su torre
y suelen tomarlos de improviso,
haciéndoles perder alguna pluma
sobre el adoquinado de los patios.

¡Corredores donde el silencio tonifica
la robustez de las columnas!
¡Salas donde la austeridad es tan grande,
que basta una sonrisa de mujer
para que nos asedien los pecados de Bosch
y sólo se desbanden en retirada
al advertir que nuestro guía
es nuestro propio arcángel,
que se ha disfrazado de guardián!

Los visitantes,
la cabeza hundida entre los hombros
(así la Muerte no los podrá agarrar
como se agarra a un gato),
descienden a las tumbas y al pudridero,
y al salir,
perciben el esqueleto de la gente
con la misma facilidad
con que antes les distinguían la nariz.

Cuando una luna fantasmal
nieva su luz en las techumbres,
los ruidos de las inmediaciones
adquieren psicologías criminales,
y el silencio
alcanza tal intensidad,
que se camina
como si se entrara en un concierto,
y se contienen las ganas de toser
por temor a que el eco repita nuestra tos
hasta convencernos de que estamos tuberculosos.

¡Horas en que los perros se enloquecen de soledad
y en las que el miedo
hace girar las cabezas de las lechuzas y de los hombres,
quienes, al enfrentarnos,
se persignan bajo el embozo
por si nosotros fuéramos Satán!
Wk kortas Nov 2017
She is the living embodiment of the cliché,
The song where the male sub-lead
Returns from some second shift, some third drink
To find she has gone, leaving some scrap-paper note,
Hastily scribbled and wholly incomplete,
Some variation upon Don’t try and find me,
And so she is suitably unfound herself,
As she has given great thought to her froms,
But rather short shrift to her tos,
Finding herself north of the Thruway,
Looking for somewhere to spend the night
(The twin motors of adrenaline and anxiety running on fumes)
Happening upon, as if almost by some beneficent magic,
A Travelodge bordered by an expanse of cornfield
(Long since gone to seed, the stalks bowed and spent,
Waiting for the patently overdue cob harvester)
And after she is checked in and somewhat unpacked
(The bored, bemused woman who slumps about the front desk
Mercifully sparing with the small talk)
The skies, which had been late-October slate blur-gray,
Slightly malevolent but only implicit in their threats,
Open up in a cold and unwelcome drizzle,
And, whys and wherefores being things for a later date,
She runs outside and begins dancing in the parking lot,
Unseen and unremarked upon,
And even though the rain is cold, soaking, grim in portent
(The forecast dourly noting the possibility of wet snow,
Nattering that accumulation is possible at higher elevations.)
She is seemingly unaware and unconcerned
As to the upshot of this drenching,
Any whispers of the two or three other occupants of the motel,
Any judgments passed upon her mad danse pour un,
As she has passed beyond any notion of admonition.
Karijinbba Aug 2018
I should be combating
no one else but you
for who can tolerate an
arrogant tyrant man like you
sea and sky eyed
love of my life is what you are
your many defects
all your flaws are way so many
you hurt me precious love
not even you can count
them anymore
You are just like Jack for Rose in Titanic, worse then Rhett for Scarlett in Gone With the Wind
at least Rhett asked that blind, past life beauty me,
to marry him with passion in kiss
You wanted me to cry of jealousy to earn my diamond ring and beg you to marry me
like treating me like garbage
leaving me behind in need
would earn you me
for submissive wife all yours
You act more like a spoiled brat capricious child than a grown up man day in and day out
You must always all the time
Be the great conquistador
you always want to be
the winner one
You are the most selfish
and bully man
I have ever known to adore
But one fantastic thing about you
Erases all your selfish arrogances
all at once I want no other lover no other man but you you
When at the right moment
You are able to become this other outworldly other gentleman!
and I fall love with you
mad passionate ever lover mine
You transform you are the best  
crazy lover in the world
And In an instant dear beloved
You mature you get tall
an all grown-up handsome man
You get biger then larger is
and just so huge in my arms
There you see there is
this other you I adore
you make me madly
jealous
so madly in love with you I am
You make me crazy and a fool for you over and over
again
You make me sweat you make me sing and in your arms
i drip i do I do
I get drenched in sweat by you
I cry through every pore with exstasy's joy under you Ruby ivory mine that you are
some often times
you shatter me with one look
and I am put together back instantly as one, and hole again
with just one kiss
a whole new me work of art
in your arms I become
impossible to remember any sorrows past or troubles new
you have ever put me through
eons back twin soul love true
I see how all my friends are loved they seem placid and
calmer with content with their mates than I am in public view
They do not argue or constantly disagree nor fight like you
force me so often to do
They receive gifts and red roses
For their anniversary
and birthdays are a gathering
of simple bliss and joy
Their man always say "yes" to them pleasing them in All
so I tell them I am gold to you
That no favours are denied
no birthing task ever too hard
to grant my man still I cry
They never have constant disagrements convinced
every couple enjoys simple pleasures like they do
and honored by their man
They just seem to ever thrive
Instead take good look at us always fighting through it all
a clown circus event our life is
the life you give me and yet anchored to my heart forever
you remain sweety pie
While you you come and go
faithfully pounding you wave
you give me hope you are my star I drown in tears
with jealousy for you in another
womans arms
you tos me up your wildest ancient waves rip me apart
you are life to me and you are death
All our days wild days of war
I wouldn't change them though
For I am as you want me to be
Alive in your arms only I am
I survive a neglected pet
tasting only crumbs your
passionate love I do forever miss
I am dead in every other place
I hate you, then I love you,
I hate you love you I adore you
Don't ever leave me to die
Transform my grown up man
get big larger and huge
like only you can do!
You make me feel so alife
then I love you, then I hate you, then I love you all over again,
Don't ever leave me behind
I want no other man but you
You are in my arms such
giant ever green that I adore
As only you can transform
in an instant from big to large
to huge
Be grande grande grande
mi amor lay with me I love you
Take my breath away
only you I want I adore only you
I bridge the gap wailing I wait?
Be my grande grande amor
my huge ever
my sad reality.
~~~~~~~~
By:Karijinbba
Revised 07-03-19
A great lover erases all tribulations heals the soul mind heart sealing it with a kiss or with a night of mad passionate love  making like Rhett took to Scarlett up the stairs in her RED gownl oved by Rhett like never before a bitter unrequieted love unleashed sometimes taking a lover by surprise is the best cure for
unrequieted love to apeace.
Distancia refugiada sobre tubos de espuma,
sal en rituales olas y órdenes definidos,
y un olor y rumor de buque viejo,
de podridas maderas y hierros averiados,
y fatigadas máquinas que aúllan y lloran
empujando la proa, pateando los costados,
mascando lamentos, tragando y tragando distancias,
haciendo un ruido de agrias aguas sobre las agrias aguas,
moviendo el viejo buque sobre las viejas aguas.

Bodegas interiores túneles crepusculares
que el día intermitente de los puertos visita:
sacos, sacos que un dios sombrío ha acumulado
como animales grises, redondos y sin ojos,
con dulces orejas grises,
y vientres estimables llenos de trigo o copra,
sensitivas barrigas de mujeres encinta,
pobremente vestidas de gris, pacientemente
esperando en la sombra de un doloroso cine.

Las aguas exteriores de repente
se oyen pasar, corriendo como un caballo opaco,
con un ruido de pies de caballo en el agua,
rápidas, sumergiéndose otra vez en las aguas.
Nada más hay entonces que el tiempo en las cabinas:
el tiempo en el desventurado comedor solitario,
inmóvil y visible como una gran desgracia.
Olor de cuero y tela densamente gastados,
y cebollas, y aceite, y aún más,
olor de alguien flotando en los rincones del buque,
olor de alguien sin nombre
que baja como una ola de aire las escalas,
y cruza corredores con su cuerpo ausente,
y observa con sus ojos que la muerte preserva.

Observa con sus ojos sin color, sin mirada,
lento, y pasa temblando, sin presencia ni sombra:
los sonidos lo arrugan, las cosas lo traspasan,
su transparencia hace brillar las sillas sucias.

Quién es ese fantasma sin cuerpo de fantasma,
con sus pasos livianos como harina nocturna
y su voz que sólo las cosas patrocinan?

Los muebles viajan llenos de su ser silencioso
como pequeños barcos dentro del viejo barco,
cargados de su ser desvanecido y vago:
los roperos, las verdes carpetas de las mesas,
el color de las cortinas y del suelo,
todo ha sufrido el lento vacío de sus manos,
y su respiración ha gastado las cosas.

Se desliza y resbala, desciende, transparente,
aire en el aire frío que corre sobre el buque,
con sus manos ocultas se apoya en las barandas
y mira el mar amargo que huye detrás del buque.

Solamente las aguas rechazan su influencia,
su color y su olor de olvidado fantasma,
y frescas y profundas desarrollan su baile
como vidas de fuego, como sangre o perfume,
nuevas y fuertes surgen, unidas y reunidas.

Sin gastarse las aguas, sin costumbre ni tiempo,
verdes de cantidad, eficaces y frías,
tocan el ***** estómago del buque y su materia
lavan, sus costras rotas, sus arrugas de hierro:
roen las aguas vivas la cáscara del buque,
traficando sus largas banderas de espuma
y sus dientes de sal volando en gotas.

Mira el mar el fantasma con su rostro sin ojos:
el círculo del día, la tos del buque, un pájaro
en la ecuación redonda y sola del espacio,
y desciende de nuevo a la vida del buque
cayendo sobre el tiempo muerto y la madera,
resbalando en las negras cocinas y cabinas,
lento de aire y atmósfera, y desolado espacio.
Alexis May 2014
Mirrors

She's always liked mirrors.

Anything with a reflective surface, really. Something she could see herself with. Like the windows in the classroom, so she could turn her head and check if her name tag was slanted during lessons. Or the puddles of rainwater on the damp track, which she would glance at occsionally while running to see if her hair was in a mess. Sometimes, she would even discreetly use the grainy reverse camera on her phone in the bus, in case a pimple had popped up in school.

To her, they were a great friend. One that saved her from potentially embarrassing incidents. One that would point out tiny flaws that needed a bit of correcting. One that showed her best features, like the way her big hazel eyes always sparkled with enthusiasm.

Slowly, the mirror became a servant. A tool to help her see where the eyeliner was going. To make sure there was no lip gloss on her cheeks. A weak nod of confirmation, that she looked like the models in magazines. So close to perfection.

But never perfect.

That's what her mind would repeat to her, over and over again. Just look at the mirror, it would say.

And so the mirror became a weapon of destruction she detested so much. It seemingly taunted her dry and frizzy locks, the excess fat around her waist, the dry flakes of skin on her lips. It was hard to avert her eyes from those tempting reflective surfaces. Even when she smashed her own mirror, not caring about the seven years of bad luck it would bring about, she was still able to see distorted bits of herself through the sharp-edged fragments.

It led her to sleepless nights, scouring the internet for beauty how-tos. It led to the pocket money she saved from skipping lunch, money she would use when sneaking to the shops to buy cheap drugstore mascara. It led to her becoming a follower of society, a follower of the trends, whatever was popular.

She became a mirror.
Not a poem, not at all.

I decided to try writing prose, and it is interesting.

Hope you enjoy :)
Juanilla, por tus pies andan perdidos
más poetas que bancos, aunque hay tantos,
que tus paños lavando entre unos cantos
oscureció su nieve a los tendidos.
Virgilio no los tiene tan medidos,
las musas hacen con la envidia espantos;
que no hay picos de rosca en Todos Sa[n]tos
como tus dedos blancos y bruñidos.
Andar en puntos nunca lo recelas,
que no llegan a cuatro tus pies bellos,
ni por calzar penado te desvelas.
Que es tanta la belleza que hay en ellos,
que pueden ser zarcillos tus chinelas
con higas de cristal pe[n]dientes dellos.
Matthew James Feb 2017
This repetitious revery is fluffy and flowery but LOVE is REAL...

It's formed by us and fitted to our forms. By us. But its form is defined and real.

It may have started off as fluffy as the air we breathe, filled with light and butterflies. But now it's mostly solid. It fits to me and fits to you and it doesn't float away when you blow it. It has weight and substance.
I think real love is a practical thing. Love is a miner, not an artist. It works hard. It grafts. It digs deep into you. It gets ***** but it keeps going. It's honest and straightforward but at the end of the day it still wants a cuppa 'n' a cuddle wi' its Mrs.

Love does change. It grows... but like a bramble, not a rose. A rose gives up too easily. A bramble pushes through, even on hard ground. It works it's way into every nook and cranny until you feel totally loved. It may die back in a hard winter, but it always stays strong and true and bears enough fruit to make a good pie at the end of a hard day's graft down t' pit.

Love is a feeling but it's more than that.

It's knowing that when I'm a stress head, you're concerned but not stressed.
It's knowing I make you smile.
It's when you text me in a morning and say exactly what I say to you.
It's that even though we're miles apart and haven't got a *** to **** in, we still make do
It's when you watch me sleep... and don't complain about me snoring
It's knowing you want tos duck me as much as I want to duck you
And our kids...
Our kids get along. I think yours are ace and my kids like you.
But it's even more than that...
I don't feel scared now. Not now I've got you love. Not now I've got you.

Because I love you **
lorilynn Oct 2010
ever wonder what is going on
behind pretty ornate windows
or not pretty windows

sublime windows
ornately decorated
adorned with ivory lace
revealing perfection
with a keen eye to detail
limpid glass showcasing mistress in her den
sitting fancy in her pink chintz chaise
curled up with a book
her white persian sprawled
about her lap
licking her chops

ordinary windows
peeling blue paint
with smeared glass
lacking class
the home-keepers contending
important matters
bills piling up
whilst disaster pending
sitting in the kitchen contemplating
what ifs what nots and how tos

no matter the difference
windows tell the story
of what is.~~lorilynn

copyright~~*lorilynn 2010
Lucanna Dec 2013
A need that twists
cabled and gripping
To be needed.
A war between
"I shouldn'ts" and "but I have tos"
Where am I in all of this?
The identity of a woman
with ten thousand strong hearts
and breaths
All of it deflated by another
Who appears to need oxygen MORE

Need need need

Kneed Kneed Kneed

until I'm contorted into a
better reflection of yourself.
Unrecognizable am I
I look like the surface of correspondence
Here I am!
Always.
I am
The soul mate
to your dreams and
descriptors and
hurt and
tears and
all that you've ever wanted to change in your life.  
And you'll swear on all that you stand for
that we are closer than anyone you've ever known
But if you were to recite one fact about me
The room would be quiet and empty.


A need to be needed.
AA jargon.
brooke Apr 2016
we're whipping through the backroads
without seat belts, kicking up the dust--
the Sangre De Cristos looming with chalky
crowns above the hills, riddled with fence
posts and battered lean-tos, homes with
green shingles and matching john deere
tractors--the mountains, the mountains.

you go around every corner like it's a straightaway
I still see you smiling at me through locked doors
cradling me like a baby bird and hoping I might
throw caution out when all around your heart
there's these warning signs on big yellow placards
glinting in the night.

there are a dozen thoughts, all equally crippling--
staggered images of you squinting up at me on
the hill above the barn in that wrinkled white t-shirt,
a gray murdoch's hat pushed high up on your forehead,
hip cocked out with your hands twitching at your sides
rubbing brake fluid between your fingers

brooke, it is pointless to you. That's so obvious to me.
they tell you to stay down when shot, play dead when
in danger, but i've been seeking solace in your neck
trying to keep myself from telling you that  I love you, feeling
it at the back of my lips ready to spill over, overcome
by your gentleness, asking God why, why can't I just
love him?



it's so obvious to you? that i've spent a  month telling myself that it's okay, that you're right, that you're harmless, that things can work
out, so pointless goes on ringing in my ears, clattering down the
airways into my heart where i love you still hangs loosely by a
thread, or maybe a rope, maybe an industrial wire ready to bring
the house down with its weight, a marble for each day, a stone, a
boulder.

county road 255 seems a whole lot shorter,
I'm preoccupied with the dry shrubs the color of verdigris, the color
of your laugh,  how i can't see through the tangle of my own emotions, how i really do want you to be the one, the one person that just happens to be right--it's so obvious, you said.

so obvious.
Saudade: (portuguese)  a deep emotional state of melancholic longing for a person or thing that is absent, or soon will be.

(c) Brooke Otto 2016


today really ******.
jessiah Nov 2014
I have examined the concept of eternity
It does and does not go
Put more plainly
A battle of tos and fros
***** headed cosmos
***** strings strung into dark matter
Woven wormholes
Like to have seen you all here before
Forgive me if I'm not surprised
Forgive me if I'm not moved
By anything but the struggle to comprehend
The actual effort to collide with thoughts
The manifestation of compassion
When there is so much blackness
******* on blackness
It's a miracle anything survives at all
It's a ******* error of probability
That a few muscles can upturn lips
To a smile or a kiss
A ******* travesty of galactic proportions
That light was allowed to break the curve
Speed into my eyes
Blasphemous tears
So beautiful
Wretched waste of a soul
Touch your forehead
And be blessed
Touch your heart
And be God
Touch the earth
And be gone
Blahblahblah
Bah baggum gom baggum
Waste of waggum wu
Shocckou ta cocmutu
Quasaratus ben voyutan
Vesu ta eturnas u ves obsidas
Obsidas yet obsidas
That's what she said.
11/04/2013
Brielle O'Brien Dec 2013
While I lay in his arms
I'm as happy as can be
Well, atleast that's how it seems.
Deep down, though,
I know I wish he was you
But there is not a thing I can do
You moved on
Cut me off
Left me behind
Believe me, if I could,
I would press "rewind"
Go back to the way it was
When I still had your trust
There one thing I have to blame
As always, it is lust.
I miss the days I spent with you
The nights on the phone
when I talked to you
You made my days so much brighter
And better
So I'm just sitting here wallowing
Writing this letter
You left me, you forgot me,
I fell for you
And I shattered
But then again, I guess the past
Doesn't even matter
But it still hurts
Knowing you're gone forever
But maybe one day
There will be
A change in the weather
If that day ever comes,
And I cross your mind
remember it was your decision to leave me behind.
No, I'm not angry,
I'm just full of pain
I'm trying tos see the sunshine
But I'm stuck in the rain
I now know to keep my guard up
And never let it down
I swear to ******* god
No one will ever find a way around
Because you taught me that trust
Is hard to find
And wounds and scars and broken hearts
Are impossible to bind
Raquel E Mar 2017
dreaming that you are flying
while falling
off a cliff
wild
   witty
     wishes
       waiting
     for Wednesday
testing the temperature
tainting archives of how-tos
to stop analyzing how green
         a tree should sheen
Sobre las aguas,
sobre el desierto de las horas
pobladas sólo por el sol sin nombre y la noche sin rostro,
van los maderos tristes,
van los hierros, la sal y los carbones,
la flor del fuego, los aceites.
Con los maderos sollozantes,
con los despojos turbios y las verdes espumas,
van los hombres.

Los hombres con su tos, sus venenos lentísimos
y su sangre en destierro
de ese lugar de pinos, agua y rocas
desde su nacimiento señalado
como sepulcro suyo por la muerte.

Van los hombres partidos por la guerra,
empujados de sus tierras a otras,
hombres que sólo llevan ya a la muerte su diminuta muerte,
vagos semblantes sementeras,
deslavadas colinas y descuajados árboles.
La guerra los avienta,
campesinos de voces de naranja,
pechos de piedra, arroyos, torrenteras,
viejos hermosos como el silencio de altas torres,
torres aún en pie,
indefensa ternura hundida en las bodegas.

Al terrón cejijunto lo ablandaron sus manos,
sus anchos pies danzantes
alzaron los sonidos nupciales del viñedo,
la tierra estremecida bajo sus pies cantaba
como tambor o vientre delirante,
tal la pradera bajo los toros ciegos y violentos,
de huracanado luto rodeados.

A la borda acodados,
por los pasillos, la cubierta,
sacos de huesos o racimos negros.
No dicen nada, callan,
oyen a sus mujeres (brujas
de afiladas miradas alfileres,
llenas de secretos ya secos como añosos armarios,
historias que se sacan del pecho entre suspiros)
contar con voz rugosa
las minucias terribles de la guerra.

Los hombres son la espuma de la tierra,
la flor del llanto, el fruto de la sangre;
hijos de la ternura son de llanto,
son de piedra y estrella, son de sol,
son planetas que cantan mientras viven.
¿No hay agua, llanto, oh ramo
de soles apagados?

Los hombres son la espuma de la tierra.
Hijos de la ternura son de llanto
y renacen del llanto, diluviales,
y se esparcen por siglos como campos.

Bebe del agua de la muerte,
bebe del agua sin memoria, deja tu nombre,
olvídate de ti, bebe del agua,
el agua de los muertos ya sin nombre,
el agua de los pobres.
En esas aguas sin facciones
también está tu rostro.
Allí te reconoces y recobras,
allí pierdes tu nombre,
allí ganas tu nombre
y el poder de nombrarlos con su nombre más cierto.
Lily Atilt Mar 2015
If I could write a new forever
I'd lie beneath the ceiling splashed with
the glow-in-the-dark stars that you sighed
before you ever knew me but
when I was poised to make you known
I'd fly forever in flames and soar set
in your fire to warm my cold hands
(so strange that you like my cold hands on your chest --
so strange that I used to
never like chest hair, but you laugh my
never used tos away into smoke)
I'd crack my glass heart
to stay beautifully fragile but you'd cut away
my fragiles from beautifuls
(so strange that you like my cold hands on your chest
so strange that you see me and like me at all
Yuppy Cups Nov 2018
I can't wait to get away, she thought

Not answering to anything except the wind.

Ice-cream for breakfast, jumping on the bed.

No "have-tos" all day without end.

Step aside obstruction

Drown me in discovery

Recreate who I'm to be

A ballad of anonymity
On moving to a new place where you will be unknown for as long as possible.
Wk kortas Jul 2020
It is, in its own fashion, a ballpark—there are dugouts,
(Though more kin to lean-tos if the truth be told)
A fence with advertisements, though its paint is cracked and faded,
And some of those firms testifying
To being tops in collars and canned foods
Have long since changed names or flat-out gone under,
But a ballpark nonetheless, and if you squint your eyes
Or find some other convenient method of self-delusion,
You can convince yourself it is a rather fine thing,
Happily oblivious to the fact that the infield
Is all bumps and tiny moraines
Covered with crownvetch and chickweed masquerading as grass,
The outfield rife with bark scorpions
Who frequently wander inside the lines.
Milling about this somewhat-short-of-pastoral greenish patch,
Wearing uniforms of a reasonable homogeny,
Is a curious, potentially combustible group of men:
Honest-to-goodness big leaguers whose off-field proclivities
Led Judge Landis to excuse them further participation,
Rope-muscled miners from Bisbee,
Carbide-lamp helmets tucked under their arms,
Callow boys taking a chance on this decidedly last-chance town,
One or two others with tangibly acute reasons
For staying in close proximity to the Mexican border.
Holding court in the midst of this collection
Is a man whose face was not visited by the smallpox
As much as it was wrapped up in its full embrace;
It’s old Charlie Comiskey who should be in jail, he grumbles
Man has more money’n he’ll ever need,
Hell, more than Stoneham or Ruppert.
No reason in the world he couldn’t pay his boys a fair wage,
But he treated ‘em like dogs, and if you starve it long enough,
Why, even the most loyal dog will turn on a man,
Ain’t that right boys
?, and a pair of his listeners,
Men named Chick and Swede
Who know of Comiskey’s parsimony first-hand,
Grimly nod their heads in agreement.
The speaker pauses for a moment, and as he does
He produces, seemingly from nowhere, a hip flask
(Brought forth like a seasoned magician
Pulling flowers from some gauzy handkerchief,
Or a card sharp finding an extra king in the very air itself)
And takes a long draught before continuing.
Look, I love this game--hell, no man loves it more
But it’s still just a **** game,
Just entertainment, like a circus or a rodeo.
Maybe we a took a few liberties with a game here and there,
But, you know, I knew folks who’d see the same Broadway show
Three, maybe even four times;
They knew how it would turn out, I reckon,
But it didn’t keep them from spending four bucks a ticket.
Well, what’s a ballplayer but an entertainer?
We still put on a good show, and no one gets hurt,
But because it’s a ballgame, you’d think we’d spit on the cross
.
With this, the circle breaks up, and men head to spots on the field
To field lazy fungoes and toss the ball around the infield,
And most of the on-lookers soon head back toward town
(Perhaps back to work at one of the smelters,
Their stacks blowing forlorn clouds into otherwise endless skies,
Or maybe to one of the sad houses on the far side of town
Where haunted-eyed Mexican ****** mechanically light candles
In supplication to saints whose efficacy they’ve come to doubt)
But the stragglers who stay behind are treated to the first baseman
Make a marvelous, almost magical, pickup of a short-hop throw
With the easy nonchalant brilliance which at one time
Brought hundreds, no thousands, of men to their feet in disbelief,
And as he sweeps his glove upward, he laughs
(Though with just a touch of restraint, a trace of the rehearsed)
And says See, boys? Once you are big league,
You are always big league
.
alifeissixtofiveunlessyoujiggletheodds
Something in me tries to blame
The lack of guidance that i had
Da lack of advice from a dad
I only act right when she's sad
It shouldnt reach that point.

Reachin low emotions frequently
Theres no longa anything she need in me
No reason to be pleasin me

Truth is so hard to ingest
I make it so hard to invest
Ive really putya to the test
Ive hardened you in da chest

They tell you that our kid isn't the glue
Why you with him? If you always blue
Even you wish dat u ****** knew

Im no longa why you get up
But im alway why you fed up
Im Surprised you havent let up

I made yo attitude become so bitter
Brought the worst up out you
I wanna fix this, ya i really do!
I been watching how-tos

But waiting on a broken record
Isnt worth anotha ounce
Inbox fulla otha cats
Who always trynna pounce
So I know the end is near
That's the way the game go
No needa live fear

But ayo listen to dis
Da OG told me
Boy, she just anotha fish
But she aint bitin yo bait/
So don't be trippin *****
If she ain't fighting dont say/
Love letter love sad cute relationship truth
Eimra Apr 2021
Teardrops splatter onto the blank parchment
Shaping themselves into
swirling  lines of emotions.

Words give meaning to the lump in my throat
And my chest feels lighter
As if It had burst open spilling dark ichor,
Purifying my soul.

This sheet carries the weight of all my anger, guilt and hurt.
After I have drained myself of thought
I am a flower blooming ,
breaking free  from the dirt.

Once again when the worldly storms
Make me shrivel and pass,
Language and ink will forever be my Philtatos. (Fil-te -tos) (beloved)
Glenn Currier Mar 2023
I’ve said only half-jokingly
I’m a slow learner
of life lessons.
I was wondering about snails
if they learn as slowly as they move
but does our species
ever learn
really absorb
even the basic how-tos
of saving ourselves and our planet?

I might never sate my appetite
for ice cream, tenderloin, or fried fish
but sometimes
it’s hard to empty myself
and make room
for the other fella’s little world
or for God.
Scorpius Apr 2020
I wander
Around my
Tiny corner
Rolled out
(Then up)
Each day,
Watching should-haves,
And want-tos,
And why-can’ts,
And but...but...buts,
Rise up
Around me,
Making corners,
And alleys,
And dead ends,
That I mistake
For me
Until remembering
“I”
Is just
Another
Edge
To wander.

— The End —