La molesta ansiedad de sentirse querido,
el nerviosismo que causa el pensamiento de poder ser olvidado,
los rencores,
la apatía,
los arrepentimientos,
las dependencias y las decadencias.
Y de pronto todo se suprime.
Todo se transforma.
Todo cambia.
Me libero de todo ciclo. De toda rutina.
Me adueño de mi camino, y mi camino de mi vida otra vez pero como nunca.
Las ganas de aprender, conocer y desprender dominan las dudas.
El rápido impulso sentir que todo es grande, y el tiempo es corto
lo mueve todo.
Me protege mi libertad, y yo a ella la protejo.