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Pidiendo a las diez del día   papel a su secretario,
a la carta de Jimena   responde el rey por su mano;
y después de hacer la cruz   con cuatro puntos y un rasgo,
aquestas palabras pone   a guisa de cortesano:

«A vos, la noble Jimena,   la del marido envidiado,
vos envío mis saludos   en fe de quereros tanto.
Que estáis de mi querellosa,   decís en vuestro despacho,
que non vos suelto el marido   sino una vez en el año,

»y que cuando vos le suelto,   en lugar de regalaros,
en vuestros brazos se duerme   como viene tan cansado.
Si supiérades, señora,   que vos quitaba el velado
para mis namoramientos,   fuera bien el lamentarlo;

»mas si sólo vos lo quito   para lidiar en el campo
con los moros convecinos,   non vos fago mucho agravio;
que si yo no hubiera puesto   las mis huertas a su cargo,
ni vos fuerais más que dueña,   ni él fuera más que un hidalgo.

»A no vos tener encinta,   señora, el vuestro velado
creyera de su dormir   lo que me habedes contado.
Más pues el parto esperáis...   si os falta un marido al lado,
no importa, que sobra un rey   que os hará cien mil regalos.

»Decís que entregue a las llamas   la carta que habéis mandado;
a contener herejías,   fuera digna de tal caso;
mas pues razones contiene   dignas de los siete sabios,
mejor es para mi archivo   que non para el fuego ingrato.

»Y porque guardéis la mía   y no la fagáis pedazos,
por ella a lo que pariéredes   prometo buen aguinaldo:
si fuere hijo, daréle   una espada y un caballo
y cien mil maravedís   para ayuda de su gasto;

»si fija, para su dote   prometo poner en cambio
desde el día en que naciere   de plata cuarenta marcos.
 Con esto ceso, señora,   y no de estar suplicando
a la Virgen vos ayude   en los dolores del parto».
Iv
Los mendigos pelean por España
mendigando en París, en Roma, en Praga
y refrendando así, con mano gótica, rogante,
los pies de los Apóstoles, en Londres, en New York, en Méjico.

Los pordioseros luchan suplicando infernalmente
a Dios por Santander,
la lid en que ya nadie es derrotado.
A1 sufrimiento antiguo
danse, encarnízanse en llorar plomo social
al pie del individuo,
y atacan a gemidos, los mendigos,
matando con tan solo ser mendigos.

Ruegos de infantería,
en que el arma ruega del metal para arriba,
y ruega la ira, más acá de la pólvora iracunda.
Tácitos escuadrones que disparan,
con cadencia mortal, su mansedumbre,
desde un umbral, desde sí mismos, ¡ay! desde sí mismos.
Potenciales guerreros
sin calcetines al calzar el trueno,
satánicos, numéricos,
arrastrando sus títulos de fuerza,
migaja al cinto,
fusil doble calibre: sangre y sangre.
¡El poeta saluda al sufrimiento armado!
giovanna Aug 2022
“isso só ta’ acontecendo
porque eu tive você”

ela me disse, de forma fria
naquela noite, chorei sem urgia

eu só não consigo entender,
quando estive pronta para desaparecer

ela chorava suplicando
para que eu tentasse permanecer
LKenzo Dec 2020
Me ducho con agua caliente
hasta dejarme rojeces y moretones en la piel
Suda mi cuerpo mojado
Un baile de burbujas se reflejan
en la pared manchada
Mi sangre bombea tan fuerte
que siento que el corazón me estalla.
Eres tan suave y traslúcido como un riachuelo
yo soy tan fuerte y opaca como una catarata.

¿Pensarán esas personas en mi?
de la misma manera que yo en ellas
¿Me querrá en la soledad de su cuarto?
de la misma forma que yo lo hago.
No me dejas querer a nadie más
aún te recuerdo en la oscuridad
tu estás en mi mente
Yo soy la luna.
Y todas las noches me acuesto desolada.
El bastión en el acantilado está sitiado
esta noche es la última.
El fuego se refleja en el mar,
lo veo desde las almenaras,
y por decirte una vez más la verdad
se que esta es la última noche,
que te beso,
que te beso con honestidad.
Hoy he hecho muy buenas acciones
para ver si me hablas.
Visito únicamente los lugares
en los que sé que tu estarás.
No soy tan fuerte
para vivir sin ti
La primera noche que duermo bajo este techo
lo hago con el corazón quebrado, agrietado.
Tormenta de verano
viento caliente al ocaso
el relámpago y el trueno rompiendo el cielo
Me quedo toda la noche despierta rezando
en voz alta para que me quieras
antes de que termine el verano,
intento olvidarte
pero mi cabeza siempre encuentra la forma
de volver a ti
Me disparo en el pecho
suplicando que tu también sientas el dolor
pero no.
Calor proveniente de tu cuerpo
Se clavó en mi piel el anzuelo
y arranqué las vendas
antes de que curasen las heridas, porque
tus abrazos aún me duelen en la espalda
Comienza el ataque a las murallas
mis pies, ahora descalzos,
están llenos de llagas.

Deshecho mi cuerpo
como hielo, en el suelo
Voy a hablarle a tus ojos
mirándolos fijamente
de ahora en adelante evitaré evadir tu mirada
no temo que me dañes.
Aún recuerdo el peso fantasmagórico
de tu cuerpo en mi espalda
rodeando mi torso, oliendo mi pelo.
Me senté en el prado a escucharte
mientras las hierbas con mis manos
arrancaba, me doy cuenta,
estaba equivocada
esto es peor de lo que pensaba.
Venga a mi tu reino
porque tu tienes la llave.
El poder, te suplico
te pido, te imploro y lo siento
Hazme feliz con tu presencia.
Voy a confiarte, amada,
uno de los secretos
que más me martirizan. Es el caso
que a las veces mi ceño
tiene en un punto un mismo
de cólera y esplín los fruncimientos.
O callo como un mudo,
o charlo como un necio,
suplicando el discurso
de burlas, carcajadas y dicterios.
¿Que me miran? Agravio.
¿Me han hablado? Zahiero.
Medio loco de atar, medio sonámbulo,
con mi poco de cuerdo.
¡Cómo bailan, en ronda y remolino,
por las cuatro paredes del cerebro
repicando a compás sus consonantes,
mil endiablados versos
que imitan, en sus cláusulas y ritmos,
las músicas macabras de los muertos!
¡Y cómo se atropellan,
para saltar a un tiempo,
las estrofas sombrías,
de vocablos sangrientos
que me suele enseñar la musa pálida,
la triste musa de los días negros!
Yo soy así. ¡Qué se hace! ¡Boberías
de soñador neurótico y enfermo!
¿Quieres saber acaso
la causa del misterio?
Una estatua de carne
me envenenó la vida con sus besos.
Y tenía tus labios, lindos, rojos
y tenía tus ojos, grandes, bellos...
LKenzo Dec 2020
Siempre, cuando llueve y estás triste
reconoces en ti el fracaso de no luchar
pero ahora, mirando atrás, puedes ver
que esos días, no estaban tan mal
Llorando en el jardín
bajo la pergola, protegiéndote del agua
el día es gris.
Diciendo “por favor, no cortes las flores”
“por favor, no cojas mis flores”
Buscando a la persona, que comprenda,
durmiendo en la tierra de alguien más
pensando que es tu hora...

Todas las noches, cuando estás triste
reconoces a tu almohada que te has rendido
pero ahora, mirando atrás, ¿puedes ver?
en esos días, tu mente hace “crack”
Llorando en el jardín
bajo la lluvia y el viento
Suplicando “por favor, no cortes las flores”
“por favor... deja que crezcan”
...y que mueran
¿Como podría ayudar a alguien como tu?
Incapaz de comprender mi idioma
incapaz de ayudarte ni siquiera a ti
incapaz de percibir
duermo triste bajo la tierra
esperando a que las flores crezcan
florezcan
esperando a que mueran
Sé un buen hermano
cuida del jardín
solo como yo
cuidaré de ti...
solo de ti...

Bajo los adoquines, la playa
la arena suave y fría entre los dedos resbala
Erosionando contra las rocas
me haces enloquecer
temer
Al borde de la muerte nada me importaría más
que tu respuesta
Al borde de la muerte nada me mataría más
que tu respuesta
Envuelta en un jardín de corales
en la penumbra profundidad del océano
tumbada en el castillo submarino
en el reino de los peces
donde mi pelo tiene forma
donde mi cuerpo ya no flota.
Las pequeñas sirenas de ti se alimentarán
tu cuerpo hinchado con dientes afilados
besarán
Como ángeles que te elevan al volar
nacidas y vueltas a espuma marina
con pequeños peces neón
comiendo de sus heridas.
Cada día es igual
una montaña de nostalgia
Ya no llueve en el mar
las flores están ahogadas
la hierba alta verde y de coral
no me deja ver el cielo
más allá del agua de cristal,
hace algún tiempo
que solo veo las olas al revés
desde dentro.

— The End —