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Day of Satan's painful duty! Dies iræ! dies illa!
Earth shall vanish, hot and sooty; Solvet sæclum in favilla
So says Virtue, so says Beauty. ***** David *** Sibylla.
Ah! what terror shall be shaping Quantus tremor est futurus,
When the Judge the truth's undraping-- Quando Judex est venturus.
Cats from every bag escaping! Cuncta stricte discussurus.
Now the trumpet's invocation Tuba mirum spargens sonum
Calls the dead to condemnation; Per sepulchra regionem,
All receive an invitation. Coget omnes ante thronum.

Death and Nature now are quaking, Mors stupebit, et Natura,

And the late lamented, waking, Quum resurget creatura

In their breezy shrouds are shaking. Judicanti responsura.

Lo! the Ledger's leaves are stirring, Liber scriptus proferetur,

And the Clerk, to them referring, In quo totum continetur,

Makes it awkward for the erring. Unde mundus judicetur.

When the Judge appears in session, Judex ergo quum sedebit,

We shall all attend confession, Quicquid latet apparebit,

Loudly preaching non-suppression. Nil inultum remanebit.

How shall I then make romances Quid sum miser tunc dicturus,

Mitigating circumstances? Quem patronem rogaturus,

Even the just must take their chances. Quum vix justus sit securus?

King whose majesty amazes, Rex tremendæ majestatis,

Save thou him who sings thy praises; Qui salvandos salvas gratis;

Fountain, quench my private blazes. Salva me, Fons pietatis.

Pray remember, sacred Saviour, Recordare, Jesu pie,

Mine the playful hand that gave your Quod sum causa tuæ viæ;

Death-blow. Pardon such behavior. Ne me perdas illa die.

Seeking me, fatigue assailed thee, Quærens me sedisti lassus

Calvary's outlook naught availed thee; Redemisti crucem passus,

Now 'twere cruel if I failed thee. Tantus labor non sit cassus.

Righteous judge and learnèd brother, Juste Judex ultionis,

Pray thy prejudices smother Donum fac remissionis

Ere we meet to try each other. Ante diem rationis.

Sighs of guilt my conscience gushes, Ingemisco tanquam reus,

And my face vermilion flushes; Culpa rubet vultus meus;

Spare me for my pretty blushes. Supplicanti parce, Deus.

Thief and harlot, when repenting, Qui Mariam absolvisti,

Thou forgavest--complimenting Et latronem exaudisti,

Me with sign of like relenting. Mihi quoque spem dedisti.

If too bold is my petition Preces meæ non sunt dignæ,

I'll receive with due submission Sed to bonus fac benigne

My dismissal--from perdition. Ne perenni cremer igne.

When thy sheep thou hast selected Inter oves locum præsta.

From the goats, may I, respected, Et ab hædis me sequestra,

Stand amongst them undetected. Statuens in parte dextra.

When offenders are indited, Confutatis maledictis,

And with trial-flames ignited, Flammis acribus addictis,

Elsewhere I'll attend if cited. Voca me *** benedictis.

Ashen-hearted, prone and prayerful, Oro supplex et acclinis,

When of death I see the air full, Cor contritum quasi cinis;

Lest I perish too be careful. Gere curam mei finis.

On that day of lamentation, Lacrymosa dies illa

When, to enjoy the conflagration, Qua resurget et favilla,

Men come forth, O be not cruel: Judicandus **** reus,

Spare me, Lord--make them thy fuel. Huic ergo parce, Deus!
Allá en las horas más dulces
De mi fugitiva infancia,
Sirvióme de cuidadora
Una mujer muy anciana,
Con su rostro todo arrugas,
Su cabeza toda canas
Y su corazón tranquilo
Todo bondad y esperanzas.

De noche junto a mi lecho
Mil historias me contaba
De geniecillos y ninfas,
De trasgos y de fantasmas.

¡Pobrecilla! ¡cuántas veces
En estas noches amargas
En que repaso tristezas
En mi alcoba solitaria,
Al oír que de la torre
Vuelan en lentas parvadas
Las mismas horas que entonces
Pasé a su lado tan gratas,
He pensado en ella y visto
Llegar su sombra a mi estancia
Pretendiendo como en antes
Secar con cuentos mis lágrimas!

En cierta vez, caí enfermo,
La fiebre me devoraba,
Y en mi delirio quería
Para volar tener alas.
«Dámelas tú»: -grité altivo-
«Tú, nunca me niegas nada»:
-«Es verdad, nada te niego,

»Pero no sufras, ten calma,
Las alas que Dios te ha dado
Las tiene tu ángel de guarda;
Esta noche se las pido
Y te las daré mañana».

Nunca le faltó manera
De responder a mis ansias,
Y siempre al verme llorando,
Con la paciencia más santa,
Me dijo tales ternuras
Que aun me conmueven el alma.
Ella, que al velar mi sueño
De puntillas caminaba,
Y porque rumor ninguno
A mis oídos llegara
Iba a sosegar el péndulo
De un viejo reloj de sala;
Ella, que jamás hubiera
Permitido a gente extraña
Lanzar un débil suspiro
A dos pasos de mi cama;
Que en balcones y rendijas
Cortaba al aire la entrada
Y por no causarme susto
Rezaba siempre en voz baja;
Una noche fue a mi lecho
Alegre y entusiasmada
Diciéndome: -¡Ven, despierta,
Ya es hora... no tardes... anda!

Sobrecogido de miedo
Yo le pregunté: ¿Qué pasa?
-Ya lo sabrás cuando escuches
El vuelo de las campanas,
El tronar de los petardos
Y el disparo de las salvas-.

Abrigado hasta los ojos
Salí con la pobre anciana,
Y un sueño del paraíso
Me fingió lo que miraba.
Desde las enhiestas torres
A las humildes ventanas,
Lo mismo en extensas calles
Que en las más estrechas plazas,
Faroles y gallardetes,
Banderolas y oriflamas
Con los hermosos colores
De la bandera de Iguala.
Y al escuchar tantos gritos,
Tantos himnos, tantas dianas,
El rumor de los repiques
Y el estallar de las salvas,
En brazos de mi niñera
Lloré sin saber la causa.
-Lloras de placer-, me dijo
Esta es una fiesta santa,
La sola fiesta que alegra
Mi corazón y mis canas.
Hoy es quince de setiembre,
Y en esta noche sagrada,
Hace cuarenta y cuatro años,
Si mi memoria no es mala,
Un cura humilde en Dolores
Hizo nacer a la Patria.
Cuando era yo jovencita
Mi padre, que en paz descansa
Me traia de la mano
En esta noche a la plaza
Para repetir con todos
Los que aquí gozan y cantan,
El grito de independencia
Que repercute en el alma;
Mi padre, mi pobre padre,
Fue soldado de Galeana;
Pero mira... allí está el héroe
Alcé mis ojos con ansia
Y vi un inmenso retrato
Entre lucientes guirnaldas
Bañado por los reflejos
De las luces de Bengala.

Un rostro apacible y dulce,
Una frente limpia y ancha,
Una mirada de apóstol,
Una cabeza muy cana...
¡Era Hidalgo, el Padre Hidalgo,
El salvador de la Patria!

¿Lo ves? me dijo temblando
De regocijo la anciana...
-Sí, le respondí, sintiendo
No sé qué dentro del alma,
Y entonces a un mismo impulso
Con las manos enlazadas,
Nos pusimos de rodillas
Llenos los ojos de lágrimas.
michelle reicks Jun 2011
Déjenlas ir a sus casas
Sanas y salvas.
Paren la contaminación
En nuestras personas.
Nuestros niños están llorando
Pero hay silencio en los campos
Nuestras personas
Tienen hambre
Déjanlas comer
Nuestras personas
Tienen sed
Déjanlas beber
?Que están haciendo?
Ustedes beben con vasos de cristal
Pero nuestras personas
Beben con las latas sucias.
Nosotros estamos hacienda una función
Pero el público es ciego
Y algunas cierran los ojos
Abran los ojos
Las pesticidas están matándonos
Paren
Y no les importa
Tenemos el poder
De levantarnos.
Vamos a trabajar
Para nuestra libertad.
!Den la libertad!
Torre de muros de ámbar,
solitario laurel en una plaza de piedra,
golfo imprevisto,
sonrisa en un oscuro pasillo,
andar de río que fluye entre palacios,
dulce cometa que me ciega y se aleja...
Puente bajo cuyos arcos corre siempre la vida.
Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
-de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso-;
                                entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando -luego- callas...
(Escucho tu silencio.
                    Oigo
constelaciones: existes.
                        Creo en ti.
                                    Eres.
                                          Me basta).
naomivdwoodsen Nov 2013
Me ahogas contigo,
y en el último instante,
te salvas

Nunca fuiste mi amigo,
solo me contaminas

No me dejaste ver por el camino,
*el daño que me hacías
Hay personas que se muestran como tu salvación y acaban siendo tu perdición.
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
                no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
            pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
                    entonces
no te quedes conmigo.
En sueños yo te salvo sin querer,
Y vuelvo hasta el antaño en un segundo,
Pensando en lo vano, en lo profundo,
En lo sincero y en lo vagabundo;
Y cuando tú apareces, mediodía,
Con el sol paralelo a tu sonrisa,
Desarmas las estrategias y guías
Y ganas la batalla por un día.
De noche yo te abrazo de costumbre,
Buscando el calorcito de tus brazos,
Escondiéndome como un niño en tu regazo,
Huyendo realidades con engaños.
Y a veces tú me miras "diadeberas",
Te das cuenta que existo y me liberas,
De lo mortificante que es quererte,
Sin a veces saber que puedes verme.
Quizás yo por mi letra y mis consejos,
Debería de quitarme de complejos,
Buscando algún guiño en aquel espejo,
O una señal de vida en tus montañas.
Yo soy expedición de vez en cuando,
Y tú un dios que se esconde en el ocaso,
Me vuelvo eterno como el firmamento,
A ver si en tu creación te pertenezco.
No quiero ser tu vida o tu sustento,
Ni tú necesidad semi-quimera,
Quiero ser tentación y vicio eterno,
Ser algo como una suave condena.
Vivimos entre espuma y medianoche,
Entre miel que nos cubre los adentros,
Llenando poco a poco los silencios,
Yo me lleno de ti
Y tú
Me salvas luego.
En la quieta impostura virginal de la noche
que cobija al amor con un tenue derroche
de luceros, padrinos del erótico abrazo,
el mundo de Rubén Darío se contrista
por el cordial filósofo que sembró en el regazo
de América esperanzas, por el espectro artista
que hoy arroba al Zodíaco con su arenga optimista.
Yo alabo al confesor de la Santa Esperanza
y a la doncella verde en la misma alabanza.
Esperanza, doncella verde, tu vestidura
es el matiz de una corteza prematura.
Esperanza, en el arco iris, tu cabellera
ameniza los cielos como una enredadera.
Esperanza, los astros en que titila el verde
son el feudo en que moras y en que tu luz se pierde.
Los ojos vegetales con que miras y salvas
parodian a la felpa rústica de las malvas.
En la luz teologal de tus dos ojos claros
se surten las luciérnagas, las joyas y los faros.
Rayan la oscuridad del más oscuro mes
las puntas de esmeralda de tus ínclitos pies.
Y tapizas el antro submarino, y la armónica
cuita de los cipreses, y la paleta agónica.
¡Oh doncella, que guardas los suspiros más graves
del hombre, como guarda un llavero sus llaves:
un relámpago anuncia que el instante se acerca
en que tiñas de ti las aguas de mi alberca,
y a tu paso, fosfórica e inviolable mujer,
mi corazón se abre, pronto a reverdecer!
Y bajo la impostura virginal de la noche
que cobija al amor con un tenue derroche
de luceros, un mito saludable me afianza
y alabo al confesor de la santa Esperanza
y a la doncella verde en la misma alabanza.
En sueños yo te salvo sin querer,
Y vuelvo hasta el antaño en un segundo,
Pensando en lo vano, en lo profundo,
En lo sincero y en lo vagabundo;
Y cuando tú apareces, mediodía,
Con el sol paralelo a tu sonrisa,
Desarmas las estrategias y guías
Y ganas la batalla por un día.
De noche yo te abrazo de costumbre,
Buscando el calorcito de tus brazos,
Escondiéndome como un niño en tu regazo,
Huyendo realidades con engaños.
Y a veces tú me miras "diadeberas",
Te das cuenta que existo y me liberas,
De lo mortificante que es quererte,
Sin a veces saber que puedes verme.
Quizás yo por mi letra y mis consejos,
Debería de quitarme de complejos,
Buscando algún guiño en aquel espejo,
O una señal de vida en tus montañas.
Yo soy expedición de vez en cuando,
Y tú un dios que se esconde en el ocaso,
Me vuelvo eterno como el firmamento,
A ver si en tu creación te pertenezco.
No quiero ser tu vida o tu sustento,
Ni tú necesidad semi-quimera,
Quiero ser tentación y vicio eterno,
Ser algo como una suave condena.
Vivimos entre espuma y medianoche,
Entre miel que nos cubre los adentros,
Llenando poco a poco los silencios,
Yo me lleno de ti
Y tú
Me salvas luego.
Spanish Español Chicano Xicano Latino Love Amor Poema de Amor
Leydis Aug 2017
Cuando te hartes de andar con la cabeza en el suelo,
abrumada en problemas,
iracunda por tantas penas,
victimizada porque te robaron la avenencia,,
entonces, inclina tu cabeza, un poco hacia arriba,
deja que la sabiduría de tus fibras te impulsen hacia la cima.

Cuando te hartes de andar con la cabeza medio arriba,
porque permitiste tantas inmoralidades,
porque te creíste tus propias falsedades,
porque te inundabas en tus secas lágrimas,
y, perfumabas tu cuerpo con la ansiedad mezquina,
porque cada paso que dabas parecía un retrocedo
a todo lo que le huías…..
entonces amiga ¡inclina tu cabeza un poco más arriba!
Deja que tus ancestros, que fecundizaron la tierra--te guíen en tu brida,

Cuando te pregunten  porque bajas la cabeza?
responde con osadía;
“Bajo la cabeza y no por lo que piensas,
que siento que estoy sobrando,
sobando mis problemas como
se soba una bola mágica…..,
no pendejo…..estoy pensando…
como voy a solucionar este azaroso problema”.
Con delicadeza y astucia, ve pidiendo ayuda,
ve agradeciendo el sendero que está lleno de altibajos,
que vibra y se inmoviliza,
mas recuerda que, por más que la vida
te doblegue,
te castigue,
y te afinque,
siempre recuerda,
que nada puedes solucionar, con la cabeza en el piso.

Alza la cabeza,
enfócate en tu ritmo,
cada paso hacia adelante,
te acerca a tu destino….
aunque sientas que retrocedes,
en las maridadas de la vida.
Alza esa cabeza,
mira, que el cielo…es infinito!!!
pero solo, cuando te hartes de tenerla en el piso……
Aquí no hay rescates,
si no te salvas a ti misma!

LeydisProse
8/1/2017
https://www.facebook.com/LeydisProse/
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de gracia
no te arrepientas
cuando
alguien te lo aconseje
no reserves del mundo
sólo
un rincón tranquilo
no dejes caer lo párpados
pesados como juicios
no te seques sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

y si
después de todo
no puedes evitarlo
y congelas el jubilo
y te quedas inmóvil
y te salvas
entonces
no te quedes
conmigo.

— The End —