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MARIE J Oct 2019
Last sunday, we go videoke.
Kaming unom, grabe'g panganta.
Naay nice ug tingog, naay okay ra,
naay wala gyud sa tono, naay nag sabay-sabay ra,
ug naay feeler gyud kaayo nga singer siya.

Niabot ang time, naka feel na mig uhaw.
Ni offer ang isa, isa ka bucket ambot ug unsa.
TOK TOK TOK ayay naa na ang gihulat,
tambal sa uhaw gipatong sa lamesa.
PAK! SMIRNOFF ANG GIDALA!

Kami nagpadayon ug kanta,
kachada sa pamati, sa ilimnong ma'lami.
Niabot ang last nga kanta,
Obladi, Oblada, tala na mamauli na ta.
Nihapit's balutan, mao na po'y gitirada.

Nanglingkod kadjot sa seawall,
nagpahangin gamay usa musakay.
Nipara mig cab kay hapit na alas dose,
sa rural basin mabiyaan mi.
Wa na gibyaan gyud, maygani naay super 5, pero tag 50 gyud.

Kami naabot sa tagsa-tagsang panimalay,
wow kalami sa akuang katulog bai.
Pagmata nako, nganong init kaayo ko?
Wa ko kasabot sa akuang gibati, gitugnaw ko pag ayo.
Yati, ngano man ni? Nag inom man unta kog vitamin C.

Pagka uran2 naa koy gi share sa fb,
nag react akuang miga kay sgalain pud daw iya ginhawa.
Taod-taod nag my day ang isa, gi dextrose kay gihilantan sab siya.
Nag text kos isa pa, kung ga daot pud siya.
"OO" mao na iyang reply,
***! why kami gyud upat dai?

Ang isa silingan ra namo, wala may gibati.
So, isa nalang kulang, akua gitawagan.
Wala mitubag, akuang manghod iyang gi chatan.
"Yes dai gihilantan pud siya", mao nay reply.
Wala nay lain, ang SMIRNOFF mao jud akuang pasanginlan!

Kaming lima baling yarok, sa smirnoff nga mabugnaw.
Ang isa wala nag mind kay nagsaad di gyud siya mo inom.
Mao toy amuang gidangatan, gipang ubo, sip'on ug gihilantan.
Grabe, unsay naa adtong smirnoff nila?
Ngano kaming lima ang naapektohan?
PS. Songhits KTV bar, hahaha mangayo mig refund ug mangayo mig health assistance kay daot inyua smirnoff!! HAHAHAHA! Kami dili palahubog biya nganong inyua ming gi igun adto? dili lalim maka absent.
Padre nuestro que estás en los cielos
con las golondrinas y los misiles
quiero que vuelvas antes de que olvides
como se llega al sur de Río Grande

Padre nuestro que estás en el exilio
casi nunca te acuerdas de los míos
de todos modos dondequiera que estés
santificado sea tu nombre
no quienes santifican en tu nombre
cerrando un ojo para no ver la uñas
sucias de la miseria

en agosto de mil novecientos sesenta
ya no sirve pedirte
venga a nos el tu reino
porque tu reino también está aquí abajo
metido en los rencores y en el miedo
en las vacilaciones y en la mugre
en la desilusión y en la modorra
en esta ansia de verte pese a todo

cuando hablaste del rico
la aguja y el camello
y te votamos todos
por unanimidad para la Gloria
también alzó su mano el indio silencioso
que te respetaba pero se resistía
a pensar hágase tu voluntad

sin embargo una vez cada
tanto tu voluntad se mezcla con la mía
la domina
la enciende
la duplica
más arduo es conocer cuál es mi voluntad
cuándo creo de veras lo que digo creer
así en tu omnipresencia como en mi soledad
así en la tierra como en el cielo
siempre
estaré más seguro de la tierra que piso
que del cielo intratable que me ignora

pero quién sabe
no voy a decidir
que tu poder se haga o deshaga
tu voluntad igual se está haciendo en el viento
en el Ande de nieve
en el pájaro que fecunda a su pájara
en los cancilleres que murmuran yes sir
en cada mano que se convierte en puño

claro no estoy seguro si me gusta el estilo
que tu voluntad elige para hacerse
lo digo con irreverencia y gratitud
dos emblemas que pronto serán la misma cosa
lo digo sobre todo pensando en el pan nuestro
de cada día y de cada pedacito de día

ayer nos lo quitaste
dánosle hoy
o al menos el derecho de darnos nuestro pan
no sólo el que era símbolo de Algo
sino el de miga y cáscara
el pan nuestro
ya que nos quedan pocas esperanzas y deudas
perdónanos si puedes nuestras deudas
pero no nos perdones la esperanza
no nos perdones nunca nuestros créditos

a más tardar mañana
saldremos a cobrar a los fallutos
tangibles y sonrientes forajidos
a los que tienen garras para el arpa
y un panamericano temblor con que se enjugan
la última escupida que cuelga de su rostro

poco importa que nuestros acreedores perdonen
así como nosotros
una vez
por error
perdonamos a nuestros deudores

todavía
nos deben como un siglo
de insomnios y garrote
como tres mil kilómetros de injurias
como veinte medallas a Somoza
como una sola Guatemala muerta

no nos dejes caer en la tentación
de olvidar o vender este pasado
o arrendar una sola hectárea de su olvido

ahora que es la hora de saber quiénes somos
y han de cruzar el río
el dólar y el amor contrarrembolso
arráncanos del alma el último mendigo
y líbranos de todo mal de conciencia
amén.
Magdalena, conozco que te amo
en que la más trivial de tus acciones
es pasto para mí, como la miga
es la felicidad de los gorriones.
Tu palabra más fútil
es combustible de mi fantasía,
y pasa por mi espíritu feudal
como un rayo de sol por una umbría.
Una mañana (en que la misma prosa
del vivir se tornaba melodiosa)
te daban un periódico en el tren
y rehusaste, diciendo con voz cálida:
«¿Para qué me das esto?» Y estas cinco
breves palabras de tu boca pálida
fueron como un joyel que todo el día
en mi capilla estuvo manifiesto:
y en la noche, sonaba tu pregunta:
«¿Para qué me das esto?»
Y la tarde fugaz que en el teatro
repasaban tus dedos, Magdalena,
la dorada melena
de un chiquillo... Y el prócer ademán
con que diste limosna a aquel anciano...
Y tus dientes que van
en sonrisa ondulante, cual resúmenes
del sol, encandilando la insegura
pupila de los viejos y los párvulos...
Tus dientes, en que están la travesura
y el relámpago de un pueril espejo
que aprisiona del sol una saeta
y clava el rayo férvido en los ojos
del infante embobado
que en su cuna vegeta...
También yo, Magdalena, me deslumbro
en tu sonrisa férvida; y mis horas
van a tu zaga, hambrientas y canoras,
como va tras el ama, por la holgura
de un patio regional, el cortesano
séquito de palomas que codicia
la gota de agua azul y el rubio grano.
V
Todas las tardes en Granada,
todas las tardes se muere un niño.
Todas las tardes el agua se sienta
a conversar con sus amigos.

Los muertos llevan alas de musgo.
El viento nublado y el viento limpio
son dos faisanes que vuelan por las torres
y el día es un muchacho herido.

No quedaba en el aire ni una brizna de alondra
cuando yo te encontré por las grutas del vino.
No quedaba en la tierra ni una miga de nube
cuando te ahogabas por el río.

Un gigante de agua cayó sobre los montes
y el valle fue rodando con perros y con lirios.
Tu cuerpo, con la sombra violeta de mis manos,
era, muerto en la orilla, un arcángel de frío.

— The End —