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pieces Jan 2016
al verte parado frente a mi,
pense en todas las veces que miraba tu foto & te imaginaba junto a mi.
pense en lo pequeño que se ponen tus ojos cuando te ries & en lo amplia que se pone tu sonrisa cuando digo algo que te parece gracioso.
pense en lo agradecida que estaba, pues era yo la culpable de que sonrieras tanto.
te tuve tan cerca por mucho rato.
volvi a tocarte, a abrazarte, a sentirte, a hablarte, a mirarte, a pensarte.
hacias de cualquier momento uno util para hablarme. me preguntabas "estas cansada?" & sonreias.
puede que me sienta cansada fisicamente, pero jamas me sentire cansada de ver tu sonrisa, ver tus ojos, escuchar tu voz, & escucharte sonreir.
tu sonrisa es como la melodia que calma mis pensamientos & me ayuda a sentir viva.
tantos dias mirando tu foto imaginandote a mi lado, & hoy por fin te tuve frente a mi sonriente como siempre lo has estado.
aprovechabas cada momento para abrazarme & tocarme, observarme & hablarme.
me hacias pensar en la vez que me preguntaste si eramos algo mas, que con tanto rato al lado tuyo lo comenze a creer. solo queria mas & mas & mas de ti.
no solo te queria para ese rato.
te queria para mas.
para ese rato, & otro rato, & todos los ratos que puedan ser.
sentir tus manos en mi me hizo sentir como pieza de museo. como si tu fueras el escultor que moldeaba la pieza & le daba forma & vida. & yo era la pieza de museo que cobraba vida al ser moldeada & tocada por ti.
como si yo fuera esa pieza de museo que te sabes de memoria, te encanta tocar, & siempre esta en tus pensamientos.
pense que eras el escultor que vendia taquillas de museo para que todos fueran & puedan admirar tu amada pieza de museo que soy yo. como si yo fuera tu pieza de museo favorita & quisieras que todos lo supieran para que conozcan & esten consientes de tan majestuosa pieza de museo que soy. que solo tuya soy & tuya sere. que no importa cuantos ojos vengan a observarme, sabrias que ninguno podria mirarme de la misma manera en la que lo haces tu. que no importa cuantas manos vengan con la intencion de tocarme, ninguno podria hacerlo pues soy tu pieza favorita & no quisieras que me rompieran, aunque muy en el fondo sabias que una pieza como yo jamas podria romperse, pues estaba echa de un material unico que no se encuentra en todas partes, si no dentro de ti: tu gran amor hacia mi. tan delicada pero a la misma vez tan fuerte & llena de vida. no quisieras que hubieran piezas de otras personas en mi. total, sabias que ninguno otro podria tocarme con el amor & la dulzura que lo haces tu. tu me conoces, pues tu me creaste.
cuando me mirabas, te pensaba observando mi foto e imaginandome junto a ti. & que cuando estuve frente a ti, era la unica con la quien querias pasar todos tus ratos.
tantos pensamientos cobraron vida cuando te vi, hasta que volvi a la realidad & recorde que no soy tu pieza de museo favorita. hasta que recorde que existe otra pieza de museo que te gusta tocar & moldear aun mas. hasta que recorde que hay alguien mas en tu vida que ocupa todos tus pensamientos & con quien pasas todos tus ratos.
No era la música divina
de las esferas. Era otra
humana: de aire y agua y fuego.
Era una música sin hora
y sin memoria. Carne y sangre
sin final ni principio. Bóveda
de alondras nocturnas. Panal
de llama en las cumbres remotas.

Perfectamente lo recuerdo.
Luminoso, por gracia y obra
del misterio. Transfigurado
de eternidad y fiebre y sombra.
Era una música imposible
como un ser vivo. Prodigiosa
como un presente, eternizado
en su cenit. Oí sus ondas
candentes. Rocé con mis dedos
la palpitación de su forma.

Aquí principia el tiempo. Urna
de luna, cárcel de aroma.
Es ya todo celestemente
material. Suenan venas-violas,
trompas -nostalgias, corazones-
claveles-oboes... ¿Quién deshoja
la subterránea luz, los números
armoniosos? ¿Qué cuerdas roban
vida a lo mudo, melodía
a la carne, beso a las bocas?
Vidrio de siglos de la fuente
de donde toda mudez brota.
¿Tú también, hija mía, música,
tú también...?

                      Águila, corona
errabunda, ¿tú también? Mágica,
solitaria, majestuosa,
arriba, inmóvil, ¿reinas, riges
la noche?... Y bajas a la roca
donde la carne prometea
sufre sus viejas sedes nómadas.
Y hundes el pico en sus entrañas,
la atormentas hasta que implora.

De tierra y aire y agua y fuego
y carne y sangre... Prodigiosa
como un presente eternamente
presente. Bebes gota a gota
las estrellas sonoras; sorbo
a sorbo, todo el dolor, toda
la vida, todo lo soñado:
el Universo. Ya no importa
morir, hacernos eco tuyo.
La muerte rompe con su proa
la tristeza; tú eres su estela:
pulverizada luz. Ahondas
en el alma: la haces más alma;
en la carne helada: la tornas
primaveral, la vistes de alma,
encadenándola a tu órbita.

No era la música celeste
de las esferas. Era cosa
de nuestro mundo. Era la muerte
en movimiento. Era la sombra
de la muerte. Paralizaba
la vida al borde de la aurora.

Y, de pronto, se oye el silencio.
Todo recobra su luz propia.
La carne -oía nuestra carne-,
vuelve a ser piedra, cárcel, fosa.
Hundí mis manos de diamante
entre las pálidas corolas.
Alcé las crestas de las aguas
hasta el reino de las gaviotas.
Manos que habían recorrido
muchos kilómetros de olas.
Que habían sido, un sólo instante,
boca ardiendo contra otra boca.
Que habían sido vida, y eran
nube y ceniza en la memoria.

Jirón fatal de la belleza,
sólo queda llorar a solas.
Pero ya sin lágrimas, ya
sin palabras, las misteriosas
que dicen aquello que ocultan,
callan aquello que pregonan.
Sin transparencia si se miran.
De granito, cuando se tocan.

Jirón fatal de la belleza,
imposible cuando se nombra.
Sobre la escarcha de la música
pétalo a pétalo se agosta.
Arcos de plumas la arrebatan...

Y la noche, de nuevo, cobra
su realidad de ruinas pálidas
bajo la luz de las antorchas.
Ven a Guadalajara, dictador de cadenas,
carcelaria mandíbula de canto:
verás la retiradas miedosa de tu hienas,
verás el apogeo del espanto.

Rumoras provincia de colmenas,
la patria del panal estremecido,
la dulce Alcarria, amarga como el llanto,
amarga te ha sabido.

Ven y verás, mortífero bandido,
ruedas de tus cañones,
banderas de tu ejército, carne de tus soldados,
huesos de tus legiones,
trajes y corazones destrozados.

Una extensión de muertos humeantes:
muertos que humean ante la colina,
muertos bajo la nieve,
muertos sobre los páramos gigantes,
muertos junto a la encina,
muertos dentro del agua que les llueve.

Sangre que no se mueve
de convertida en hielo.
Vuela sin pluma un ala numerosa,
rojo y audaz, que abarca todo el cielo
y abre a cada italiano la explosión de una fosa.

Un titánico vuelo
de aeroplanos de España
te vence, te tritura,
ansiosa telaraña,
con su majestuosa dentadura.

Ven y verás sobre la gleba oscura
alzarse como un fósforo glorioso,
sobreponerse al hambre, levantarse del barro,
desprenderse del barro con emoción y brío
vívidas esculturas sin reposo,
españoles del bronce más bizarro,
con el cabello blanco de rocío.

Los verás rebelarse contra el frío,
de no beber la boca dilatada,
mas vencida la sed con la sonrisa:
de no dormir extensa la mirada,
y destrozada a tiros la camisa.

Manda plomo y acero
en grandes emisiones combativas,
con esa voluntad de carnicero
digna de que la entierren las más sucias salivas.

Agota las riquezas italianas,
la cantidad preciosa de sus seres,
deja exhaustas sus minas, sin nadie sus ventanas,
desiertos sus arados y mudos sus talleres.

Enviuda y desangra sus mujeres:
nada podrás contra este pueblo mío,
tan sólido y tan alto de cabeza,
que hasta sobre la muerte mueve su poderío,
que hasta del junco saca fortaleza.

Pueblo de Italia, un hombre te destroza:
repudia su dictamen con un gesto infinito.
Sangre unánime viertes que ni roza,
ni da en su corazón de teatro y granito.
Tus muertos callan clamorosamente
y te indican un grito
liberador, valiente.

Dictador de patíbulos, morirás bajo el diente
de tu pueblo y de miles.
Ya tus mismos cañones van contra tus soldados,
y alargan hacia ti su hierro los fusiles
que contra España tienes vomitados.

Tus muertos a escupirnos se levanten:
a escupirnos el alma se levanten los nuestros
de no lograr que nuestros vivos canten
la destrucción de tantos eslabones siniestros.
Leydis Jun 2017
¿Habrá alguien que ame realmente,
en un mundo donde el amor y una quimera son lo mismo?
   ¿Habrá alguien que quiera algo más allá de ensueños?
     ¿De una rápida entrega?
      ¿Habrá alguien que todavía crea en las palabras;
         amor fulminante,
       amor palpante,
     amor entero,
  amor franco,
amor eterno,
amor sin miedos,
  amor con riesgos,
    amor sin tiempos,
       amar sin olvidos,
           amar en silencio,    
         amor seguro,
       amor puro,
    amor excitante?
    ¿Habrá alguien que crea en la magia de conquistar en poemas?
       ¿De la declaración de amor en una canción que expongas sus más ardientes penas?
          ¡De una noche extasiando las estrellas!
           ¡De agradecerle al universo su majestuosa y divina estructura!
          ¿Habrá alguien que todavía le reza a Dios para que vele por su amor?
      Creo que sí,
   ¡lo sueño en cada despertar!
        
LeydisProse
6/15/2017
https://www.facebook.com/LeydisProse/about/

— The End —