Ayer salí a la calle,
sin recordar adónde iba.
Me guié por mi instinto,
creyendo saber el final.
Pensaba en Halloween y en ti,
cuando olvidé de qué color es mi piel,
cuando olvidé lo que de niño sabía de memoria.
Tengo miedo de olvidar cómo caminar.
¿Cómo llegaré a tocarte si no puedo acercarme?
¿Acaso solo los enamorados pueden tocarse?
¿Y si lo intento?
Ayer hablé con Arti,
un buen amigo.
Me di cuenta, frente al espejo, de que estaba…
solo.
Casi regreso a mi antigua casa,
pero otro la habita ahora.
¿Cómo pude olvidarlo?
¿Y si me doy vuelta y olvido quién soy?
Soñé que no tenía nada.
Desperté y creí que lo tenía todo.
Me faltas tú.
Solo recuérdame tu nombre,
para que no se vaya de mi mente
como un colibrí
que anhela polen puro y natural.
Lamo el suelo.
¿Por qué lo hago?
¿Y si intento?
¿Hacer…?
¿?