Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Con cartas sus mensajeros   el rey al Carpio envió:
Bernardo, como es discreto,   de traición se receló:
las cartas echó en el suelo   y al mensajero habló:
-Mensajero eres, amigo,   no mereces culpa, no,
mas al rey que acá te envía   dígasle tú esta razón:
que no le estimo yo a él   ni aun a cuantos con él son;
mas por ver lo que me quiere   todavía allá iré yo.
Y mandó juntar los suyos,   de esta suerte les habló:
-Cuatrocientos sois, los míos,   los que comedes mi pan:
los ciento irán al Carpio   para el Carpio guardar,
los ciento por los caminos,   que a nadie dejen pasar;
doscientos iréis conmigo   para con el rey hablar;
si mala me la dijere,   peor se la he de tornar.
Por sus jornadas contadas   a la corte fue a llegar:
-Dios os mantenga, buen rey,   y a cuantos con vos están.
-Mal vengades vos, Bernardo,   traidor, hijo de mal padre,
dite yo el Carpio en tenencia,   tú tómaslo en heredad.
-Mentides, el rey, mentides,   que no dices la verdad,
que si yo fuese traidor,   a vos os cabría en parte;
acordáseos debía   de aquella del Encinal,
cuando gentes extranjeras   allí os trataron tan mal,
que os mataron el caballo   y aun a vos querían matar;
Bernardo, como traidor,   de entre ellos os fue a sacar.
Allí me diste el Carpio   de juro y de heredad,
prometísteme a mi padre,   no me guardaste verdad.
-Prendedlo, mis caballeros,   que igualado se me ha.
-Aquí, aquí los mis doscientos,   los que comedes mi pan,
que hoy era venido el día   que honra habemos de ganar.
El rey, de que aquesto viera,   de esta suerte fue a hablar:
-¿Qué ha sido aquesto, Bernardo;   que así enojado te has?
¿Lo que hombre dice de burla   de veras vas a tomar?
Yo te dó el Carpio, Bernardo,   de juro y de heredad.
-Aquestas burlas, el rey   no son burlas de burlar;
llamásteme de traidor,   traidor, hijo de mal padre:
el Carpio yo no lo quiero,   bien lo podéis vos guardar,
que cuando yo lo quisiere,   muy bien lo sabré ganar.
Deivis G Mar 2020
Enséñale a tu enemigo que…
No tienes miedo,
Que no logrará perturbar la paz de tu mente,
Que contra todo lo terrenal no podrá ganar.

Enséñale a tu enemigo que…
Eres mejor que él,
Que no tienes nada que demostrarle al mundo,
Que la batalla a la que te ha desafiado
Le has ganado la guerra.

Enséñale a tu enemigo que…
No importa que su puñal se me clave en el riñón
Porque estos versos, son
Más fuertes que su puñal!

Enséñale a tu enemigo que…
A pesar de haberte declarado la guerra,
Quizás una y mil veces
En esas batallas que nos unen y nos desangran,
Aun cuando creemos que ninguno de los dos pierde su fuerza… no se te ha igualado en victorias.

— The End —