Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Ah, pobre Dolores
Mais uma vez está cansada de suas mágoas e constipada com suas dores
Há quem diga que quando olha o céu, sonha com estrelas
Acalme-se Dolores, hoje tenho um presente para entretê-la
Acorde de seu sonho e largue esses afazeres
Olhe para A Casa Abandonada dos Prazeres
Almeja tanto assim?
O seu ignoto fim?
Por quê toma todos esses remédios?
Se o que deseja é pular do mais alto prédio
Para quê todas essas doenças inventadas?
E essas mulheres, para quê invejá-las?
Na casa encontrará a cura
Não mais carregará sua imaginária feiura
Lá será bela como sempre quis
Mas pergunte-se o que é ser feliz
Lá, em todas as paredes, encontrará espelhos
E em todas camas encontrará lençóis vermelhos
Onde finalmente poderá gozar
E a beleza que não é sua, contemplar
Goze, goze Dolores
Mistura seu prazer com suas dores
Goze, goze mais uma vez
Goze toda sua estupidez
Saiba que nem tudo que cintila é ouro
E fora da casa continuará seu agouro
Quando fora estiver, da vida perderá a crença
E a cada vez que entrar e sair, nascerá uma nova doença
Uma daquelas de sua hipocondria
E a cada dia verá a verdadeira agonia
Sentirá dor, e fome
Não se lembrará de seu nome
Não poderá comer, pois a doença te devastará
E para a casa todos os dias irá correr, a sonhar
Lembre-se de novo
Que nem tudo que brilha é ouro
Ganhará a casa e perderá o mundo
E seu eu estará perdido num poço profundo
Um dia dirá:

Será?
Toda aquela estética...
era tão assim... patética?
Nossas escolhas não tem volta
Para o destino não há revolta
Não devo mais chorar
Só me resta, agora, gozar

Goze, goze Dolores
Mistura seu prazer com suas dores
Goze, goze mais uma vez
Goze toda sua estupidez
Contos da Casa Abandonada dos Prazeres
Dolores - O primeiro conto
Matthieu Martin Jul 2015
Uma palavra sua chegou aos meus ouvidos
Perguntei
quer que eu goze dentro?
Aham
Diz que quer
sim, quero
E me conquistou
Dormi pouco
fiquei com isso na cabeça
Estava exausto, mas sem sono
penso nos motivos que tornam tudo isso tão complicado
Você sabe
Não há nada de errado em admitir
se não fosse pelo sol
nas crianças brincando lá fora
Acredito que ainda estaria ali
Dentro de você
Alguém me chamou pra beber
Deixei meu corpo ir
Mas fiquei contigo
Apesar de você
Já ter saído
Nicole Dec 2018
Era marzo del 2014 y yo tenía una maleta llena de sueños, unos cuantos cortes en el brazo y ojos llenos de lágrimas. Me aferraba al alma de una persona que no me enseño quién era en realidad hasta que sus cadenas atravesaban mi pecho y respirar dolía. Cada paso, cada palabra, cada mirada, dolía. Era marzo del 2014 y estaba viva por que bueno, así lo quizo la vida. Y la vida es divertida por que te pone a las personas correctas en el momento incorrecto y de la forma más extraña posible. Como cuando lo conocí, tenía lentes redondos, ojos tan verdes que podías ver todo tu dolor en ellos pero él no se lo imaginaba, pequeños puntitos en el rostro que él detestaba pero a mí me parecían interesantes, y brazos que nunca acababan. Todo empezó así, derrepente. Era marzo del 2014 y en un solo período académico me contó todo. Desde lo que quería ser, lo que no, lo que quería que los demás supieran y descifre lo que no. Poco a poco, como quitandole los petalos a una rosa y con el pasar los meses conocí a la verdadera persona que querría por el resto de mi vida.

Era marzo del 2015 y yo lo único que quería era morir. Otra vez. Todo empezo de nuevo y estaba aprisionada en una paralela a la avenida Arequipa entre un espejo roto y alguien que me decía que me amaba pero, siempre había un pero.
+ "Me volvió a botar de su casa"
- "Lárgate de ahí, Nicole, por favor vete"

Pero no me fuí.
Con puntos y comas, y ortografía y sonrisas y llantos y abrazos perfectos.

Era julio del 2015 y estaba por morirme. Cerca. Me acuerdo que un día solamente no pude y me senté en medio de la Avenida Larco a llorar. Solo a llorar. Y me tomo de la mano y me dijo "Vamos".
Y esa vez si fuí.
Y todo estuvo bien.

+ "No puedo"
- "Si puedes, ya voy"

Y venía. Y vino cada vez, cada momento, cada llanto. Respondió cada llamada, cada mensaje.

Hasta que todo se empezó a desmoronar en su propia vida. Y empezaron a crecer los petalos de las rosas otra vez y yo ya no podía sacarlos. Las espinas no me dejaban por que me hacía daño y no quiero sangrar más.

Era un par de días antes de mi cumpleaños en el 2017. Y llego a mí con una mirada que nunca me voy a olvidar, y lo supe. Y lo sabía. Y lo dijo. Y sentí como su mundo se venía abajo, y con el de él el mío y en ese momento prometí que nunca dejaría que se sienta como yo me sentí aquel invierno del 2013 cuando compararme con hormigas era mi mayor ocupación e imaginaba como deshacerme de ellas.
Pero, una vez más, falle.

Y en el invierno del 2018 me di cuenta que no podía seguir tapando el sol con un dedo y que no podría, nunca, ayudarlo como él me ayudo. Nunca podría dar tanto. Y no es por que yo no quiera. Es por que esa vez, cuando dejó de comer 1 semana y me echaron la culpa me di cuenta que diga lo que diga, haga lo que haga, siempre habrá una parte del él que nunca podría encontrar. Una parte de él que no deja ver, la misma que no lo deja llorar frente a mí, incluso ahora. Ahora que ya lo sé todo...

Y esta vez ya no fuí.
Era noviembre del 2018 y me dí cuenta que lo amo de la manera más sincera posible y que daría mi vida entera por que sea la persona más feliz del mundo. Por que incluso si yo nunca podré serlo, me gustaría que goze de la felicidad completa, exquisita y verdadera. Que sea libre como las plantas que cultiva y las historias de las que tanto habla, y muy pocos escuchan. Me gustaría que se de cuenta de que no todos sus amigos lo son en realidad y que el dolor es real y nunca va a poder escapar. Que lo sienta, y no lo reprenda. Que entienda que está bien sangrar, está bien llorar, esta bien sentir frente a las personas. Que encerrarse y encadenarse a otros está mal y yo lo aprendí de la peor manera. Me gustaría que sepa que yo sé, yo entiendo, yo comprendo. Y me gustaría que sepa que sí, que siempre y que nunca. Que aveces y que algunas veces.
Pero siempre, siempre.

— The End —