Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Spanish

El ancla de oro canta…la vela azul asciende
Como el ala de un sueño abierta al nuevo día.
                              Partamos, musa mía!
Ante lo prora alegre un bello mar se extiende.

En el oriente claro como un cristal, esplende
El fanal sonrosado de Aurora. Fantasía
Estrena un raro traje lleno de pedrería
para vagar brillante por las olas.

                              Ya tiende
La vela azul a Eolo su oriflama de raso…
El momento supremo!…Yo me estremezco; acaso
Sueño lo que me aguarda en los mundos no vistos!…

Acaso un fresco ramo de laureles fragantes,
El toison reluciente, el cetro de diamantes,
El naufragio o la eterna corona de los Cristos?…


              English

The golden anchor beckons, the blue sail rises
Like the wing of a dream unfolding to a new day.
                              Let us depart, my muse!
Beyond an anxious prow, the sea stretches itself out.

In the crystal clear East, Aurora's
Blushed beacon shines. Fantasy
Is donning a rare garment of gems
To wander brilliantly over the waves.

                              The blue sail
Unfolds its private oriflamme to ******…
The supreme moment!…I tremble: do I know–
Oh God!–what awaits me in unseen worlds?

Perhaps a freshly picked bouquet of fragrant laurels,
The golden fleece, a diamond scepter,
A shipwreck, or the eternal crown of the Anointed Ones?…
Elué R G Mar 2019
Arden mis alas
Tengo que amarlas
Fueron cortadas
Fueron expiadas

Desaparezco
Por ti guarnezco
A cualquier rezo
Pues me estremezco

El aire es tuyo
Y sus susurros
Cuando los luyo
Causan suspiros

Salto al abismo
Que es mi sentir
Y temo que al ir
Vea lo mismo

Quiero olvidarte
Quiero dejarte
Pero no puedo
Pues siempre cedo

Me tienes dentro
Así quedamos
Te tengo dentro
Y así gozamos
Y dijo la paloma:
-Yo soy feliz. Bajo el inmenso cielo,
en el árbol en flor, junto a la poma
llena de miel, junto al retoño suave
y húmedo por las gotas de rocío,
        tengo mi hogar. Y vuelo
        con mis anhelos de ave,
        del amado árbol mío
        hasta el bosque lejano,
        cuando, al himno jocundo
        del despertar de Oriente,
sale el alba desnuda, y muestra al mundo
el pudor de la luz sobre su frente.
        Mi ala es blanca y sedosa;
        la luz la dora y baña,
        y céfiro la peina;
son mis pies como pétalos de rosa.
        Yo soy la dulce reina
que arrulla a su palomo en la montaña.
En el fondo del bosque pintoresco
está el alerce en que formé mi nido;
y tengo allí, bajo el follaje fresco,
un polluelo sin par, recién nacido.
        Soy la promesa alada,
        el juramento vivo;
soy quien lleva el recuerdo de la amada
para el enamorado pensativo;
        yo soy la mensajera
de los tristes y ardientes soñadores,
que va a revolotear diciendo amores
junto a una perfumada cabellera.
        Soy el lirio del
viento.
Bajo el azul del hondo firmamento
muestro de mi tesoro bello y rico
        las preseas y galas:
        el arrullo en el pico,
        la caricia en las alas.
Yo despierto a los pájaros parleros
y entonan sus melódicos cantares;
me poso en los floridos limoneros
y derramo una lluvia de azahares.
Yo soy toda inocente, toda pura.
Yo me esponjo en las alas del deseo,
y me estremezco en la íntima ternura
de un roce, de un rumor, de un aleteo.
¡Oh inmenso azul! Yo te amo. Porque a Flora
das la lluvia y el sol siempre encendido:
porque siendo el palacio de la aurora,
también eres el techo de mi nido.
        ¡Oh, inmenso azul! Yo adoro
        tus celajes
risueños,
y esa niebla sutil de polvo de oro
donde van los perfumes y los sueños.
Amo los velos, tenues, vagorosos,
        de las flotantes brumas,
donde tiendo a los aires cariñosos
el sedeño abanico de mis plumas.
¡Soy feliz! Porque es mía la floresta,
donde el misterio de los nidos se halla;
        porque el alba es mi fiesta
y el amor mi ejercicio y mi batalla.
¡Feliz, porque de dulces ansias llena
calentar mis polluelos es mi orgullo;
porque en las selvas vírgenes resuena
la música celeste de mi arrullo;
porque no hay una rosa que no me ame,
ni un pájaro gentil que no me escuche,
ni garrido cantor que no me llame.

-¿Si?-dijo entonces un gavilán infame,
y con furor se la metió en el buche.
Entonces el buen Dios, allá en su trono
(mientras Satán, para distraer su encono
aplaudía aquel pájaro zahareño),
se puso a meditar. Arrugó el ceño,
y pensó, al recordar sus vastos planes,
y recorrer sus puntos y sus comas,
        que cuando creó palomas
no debía haber creado gavilanes.
El río se alza vertical, de oro,
todo de flautas, todo de peonías.
Una espiral en vértigo sonoro
de rosas verdes y azucenas frías.

Duerme la luna entre su cauce. El viento
en su madeja esconde sus laúdes.
Yo tomo de ella el tono de lamento.
Tú, para el canto, a su timbal acudes.

Mojo el pie en su corriente y me estremezco
¡Está hechizado el río! Crezco, crezco,
me vuelvo un árbol todo flor y brillo,

Descubro el mar, vislumbro la montaña,
pero mi pie está prisionero, y daña
una mano de hierro mi tobillo.
Elué R G Feb 2020
Me estremezco con tus aguas
Que me devuelven las ganas
De volver a enredar lenguas
Y perderme en tus cavernas

— The End —