La frescura de lo que recién llega, huele a grama mojada por lluvia de anhelos.
Como un “te acuerdas” evoca la duda, realza una emoción y cautiva el corazón.
Las miradas provocan orgasmos, si sabes mirar;
Los besos enloquecen el alma, y el **** entorpece la decencia.
El amor transforma lo banal en perpetuo, la razón en sentimiento.
Recuérdame por favor la forma de tu cintura, aunque me queme las manos al sentirla.
Embriágame otra vez con tu saliva y tu boca, permíteme una vez más volverte loca.
Desnuda mis nervios, desviste los tuyos, y déjalos que juegen al son de nuestros besos.
Cuéntame dónde has estado, pero no pronuncies nada.
Entrégame tu lujuria, dibújala sobre tu piel.
Haz sonar tu voz, sin decir una palabra.
Regálame tu vientre, liso y sedoso.
Confúndeme, dime que no.
Emocióname, dime que si.
Baila para mi.
Curvas.
Baila sobre mi.
Cantos.