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Nat G Asúnsolo Jul 2013
La vida ya no tiene mucho sentido
Podría estar atrapada en el limbo
Podría estar muerta; pero sólo traería un poco de tristeza y sería una mancha que borrar.

Estoy en una rutina en la que no hay por donde escapar
El tiempo es mi aliado y mi peor enemigo
Tengo tiempo de sobra, pero ansío momentos por llegar
La espera es eterna, y la eternidad se siente lenta, espesa y con mal sabor de boca que te llena de ansiedad.

Estoy clavada en el piso
Con pesadas cadenas que no me dejan volar
Y una jaula que evita mi escape final si es que me llego a liberar.

Soy una infante que se subió a un carrusel
Aquellos que se quedaron fuera para admirarla vagar, se distrajeron con algo más.
Soy una infante en un carrusel averiado
Que da vueltas y no hay un control para un final.

Todo es igual; la misma rutina, la misma jaula, y las mismas vueltas del carrusel. Yo soy igual; la misma criatura que esta encerrada y que ansía por salir.

Necesito algo que me libere de la rutina, algo que me quite las cadenas y abra la jaula; algo que tome el control y detenga el carrusel. Tiempo, ven ya. Te necesito.
En la memoria hay palabras que no se pueden decir.
Duran, y hacen mal y hacen bien, como un caballo loco. Correr
por esos campos sin tapar los ojos del recuerdo para que se detenga.
Respetar el deseo que no fue. Contestarse con nada y
mostrar valor ante el desastre.
Louise Sep 2024
Cuando la noche es gris y fría,
te espero como esperaría
un atardecer colorido cada día.

Cuando la montaña se vuelve traicionera,
me aferro a ti como a una piedrita
que me ayudará y salvará mi vida.

Pero cuando esta ciudad se vuelve demasiado exigente,
¿serán nuestro amor el teatro
al final de cada agotador mes?

Y cuando la vida se vuelve
demasiado implacable,
¿sería este hogar el confesionario
o la iglesia al fin de cada semana horrible?

Pero cuando la música se detenga
y todo deje de ser divertido,
¿me seguirás abrazando,
manteniéndome a salvo del frío?

Y cuando el telón cae
y el escenario se oscurece,
¿te quedarás aquí conmigo
hasta que veamos el amanecer?
Flamenco, teatro, Manila, et cetera...
es frecuente que un hombre se detenga a pensar en su polvo
al que seguramente llevará tu claridad o el ejercicio de tu claridad
y se verá diseminado en el agua en el aire en la abeja en el sol
con gestos parecidos a tu doble persona
es frecuente que un hombre se revise la frente hallándote debajo
encendida apagada es frecuente
que sucedan estas cosas mi dios
con un hombre que será destruido
y no te arrancarán de su sed
La conciencia es el vuelo que no termina,  
el único espacio que no tiene orilla.  
No busques en lo físico tu destino,  
que el cuerpo es cáscara, sombra que se humilla.  

¿Dónde está el error? En creer que eres  
este hueso, este nombre, esta prisión.  
El límite es espejo, no poder,  
y tu esencia es más vasta que la razón.  

No hay muro que detenga tu latido  
cuando entiendes que el alma no se ata.  
Lo que llamas "yo" es sólo un ruido,  
una ola que olvida que es mar y plata.  

Elevarse no es crecer hacia afuera,  
sino hundirse en lo eterno que ya eras.
Yorlan May 13
555
El tiempo.
Un maestro severo
en la escuela de la vida.
Bipolar y feroz.
Correr demasiado, agota el cuerpo.
Ir muy despacio, aburre al alma.

La vida gira como loca
bailando con pasos agigantados.
Nosotros jugamos su juego.
Quien se resaga pierde el paso.
El que se detenga a pensar,
pierde el rumbo.

Pero ahora se acerca el cambio.
El sol entra por la ventana.
Seca esas gotas de lluvia
que en mi pasado de insomnios,
me hicieron sentir un frío violento.

Visto mi piel con coraza de diamante.
Nadie podrá herir mi corazón.
Nadie llegará con dagas envenenadas,
a lo más profundo de mi pecho.

Viene el cambio y lo espero ansioso.
Me siento preparado para andar,
sobre verdes veredas,
y caminos de punzantes espinas.
No estoy solo. Dios es mi faro.

Viene el cambio y lo recibo feliz.
Ya no duelen las llagas en mi memoria.
Levanto la frente más que nunca.
Mi pecho es un hormiguero
de sentimientos y fe de gigante.

El humo del incienso se ha disipado.
Me siento un hombre nuevo,
vestido con ropas de niño travieso.
Ya no me envío cartas a mí mismo.
El Karma cínico, me pide perdón.
Cupido me abraza con hipocresía.
Pero ahora sólo yo, lanzo las flechas.
Daniii Jun 29
No hay espejo que refleje el alma.
Y, sin embargo,
es lo único que termina importando.

Puedes tener el rostro que detenga el tiempo,
la figura que enmudezca bocas,
la sonrisa de catálogo…
y aún así,
ser un desierto por dentro.

El físico es el envoltorio de un instante.
Pero los sentimientos…
los verdaderos,
los que no se pueden fingir…
esos te desnudan ante quien ve más allá.

Porque un cuerpo se olvida.
Un gesto se borra.
Una piel se envejece.
Pero una emoción…
una emoción honesta deja cicatriz
y también salvación.

Hoy todos corren tras apariencias.
Pocos buscan el alma
porque nadie la postea en redes.
Y yo pregunto:
¿para qué sirve un cuerpo perfecto
si está habitado por un ego hueco,
por una voz que no escucha,
por un corazón que no sabe doler?

Yo he amado lágrimas
más que pestañas postizas.
He admirado la verdad en una mirada triste
más que en un cuerpo sin historia.
Porque el que siente
no necesita mostrar,
ya vibra, ya quema,
ya habla sin palabras.

El sentimiento es un lenguaje que no miente.
No se camufla,
no se retoca.
Te expone como sos:
herido, valiente, real.

La gente le teme a lo profundo.
Prefiere una imagen
que no incomode.
Pero yo aprendí que el alma
no se maquilla.
Y que la belleza más alta
no tiene rostro:
tiene latidos.


Derechos de autor ©️

~Daniii
Yo tengo una carta que viene y va,
una carta que es solo tuya.
Sinceramente,
mis ojos son los únicos que te saben mirar
mientras que los tuyos
vienen y van.
Yo tengo un querer que se escapa por ahí,
un querer que es sólo para ti.

Entonces, enciende con tu fósforo,
yo esperaré dentro de la casa,
entra cuando se presenten mis brasas,
que ahora te manchan,
te ensucian,
te abrazan.

Sopla ahora, llévame volando;
has que me quede,
déjame en tus bolsillos;
déjame en tus redes,
hazme dormir en tus brazos
como manchas de un pasado blando.

Odia tener que limpiarme,
siendo yo el que te detenga.
Recórreme con tus dedos para quitarme,
recórreme con tu plumero para purificarme.

— The End —