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Soy hombre: duro poco
y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante
alguien me deletrea.
Outro Beijo Mais
Antes que te lleva el dia
Solo queda los dos

Outro Mais, Outro Mais

No puedo resistir
Pronuncia mi nombre con tu boca
Y deletrea la con tu lengua.

Outro Mais, Outro Mais

Saca me el aire
Tengo nuevo fe y religion
No quiero que salga el sol

Outro Mais, Outro Mais
Outro Beijo Mais..
written in Spanish and Portuguese.
by me, please don't steal.
Leydis Oct 2017
LA NOCHE

La noche tiene un sonido,
calladamente ruidoso.
En el mover de las hojas
que se colorean con la magia del otoño,
con los ecos del cielo
con las resonancias de un recuerdo
y se compaginan para en conjunto….
deletrear tu nombre.

La noche tiene un sonido único,
un sonido melancólico
un sonido de amor,
un recuerdo que me arrulla el alma.

La noche canta tu nombre.
Tú, mi mejor almohada,
que me persigues hasta en sueños.

La noche deletrea
que también te extraña.

LeydisProse
10/27/2017
https://m.facebook.com/LeydisProse/
Como la mano pura que graba en las paredes
mensajes obsesivos de amor,
sueños cifrados,
                          así
la trayectoria cruel de este cuchillo
me está marcando el alma.

Mas su caligrafía no es oscura
ni inocente:
                  bien claro deletrea
la obscenidad del tiempo, sus siniestros
designios.
                ¡Qué desgracia!
                                          Ahora,
cuando salga a la calle,
cualquiera
podrá ver en mi rostro
-lo mismo que en las piedras profanadas
de un viejo templo en ruinas-
los nombres, los deseos, las fechas que componen
-abandonado todo a la intemperie-
el confuso perfil de un sueño roto,
el símbolo roído de una yerta esperanza.
Mel Zalewsky Jun 22
Ya sé que no me esperas.  
Lo sé, como se sabe  
que el invierno no pide permiso  
para helar las flores.  

Y aún así,  
en algún rincón absurdo del pecho,  
algo insiste en crecer hacia ti,  
como esas enredaderas testarudas  
que escalan los muros  
de las casas vacías.  

Sueño.  
Noche tras noche,  
mi alma deletrea tu nombre  
en morse,  
mientras la razón me repite  
—como un disco rayado—  
lo que ya sé:  
que te marchaste,  
que los trenes no retroceden,  
que nuestro futuro  
es solo un mapa  
devorado por la lluvia.  

Mi mente lúcida  
—esa traidora—  
ordena soltarte.  
Pero el corazón  
es un perro viejo  
que se enrosca en tu chaqueta olvidada,  
a esperar.  

Si eres feliz,  
debería bastarme.  
Pero las noches son largas  
y en mi cama deshabitada  
hasta el silencio  
molda tu ausencia.  

Los sueños son ahora  
carnívoros:  
devoran mi calma,  
escupen tu rostro.  
Me duermo para huir,  
pero despierto  
es cuando caigo  
en tu trampa de barrotes:  
esos recuerdos que no se oxidan.  

Mi corazón,  
ese necio,  
quiere hacer las maletas  
y perseguirte hasta el horizonte.  
Pero tu vida  
—ese expreso sin frenos—  
ya arrancó de mi andén,  
y solo me dejó  
el escozor  
de tu vapor.  

Déjame soñarte,  
al menos entre líneas.  
Aquí, en este poema,  
todavía puedo gritarte:  
"¿Por qué te vas?"
aunque la respuesta  
sea un hongo gris  
en los labios del tiempo.  

Mel Zalewsky.

— The End —