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Leydis Sep 2017
Ella llora,
ella implora,
que la cuides,
que la abraces,
que la celebres.

¡Ella ya no aguanta!
le estás haciendo daño
esta humillando su selva,
la gente indecente,
la indolencia de la gente,
la insolencia del rico,
la angustia del dolorido,
la necesidad de torres de Babel,
las guerras que no terminan,
las impunidades de pueblos,
el despotismo de los reyes.

Ella habla y nadie la escucha,
entonces sus aguas se escasean,
sus mares se violentan,
la inmundicia en su fondo la incómoda,
y ella las orilla a los que se la impusieron,
te da como muestra peces muertos,
hace que las aves se queden sin cielo,
que el universo enseñe su hoyo *****.

Ella llora y nadie se preocupa,
entonces, sus colinas se derrumban,
destierra los muertos,
en los valles no hay espacio pa’ la siembra,
sus ríos se convierten en aguas salinas,
y ella ya no puede acomodar a tanta gente.

Ella manda señales y todos se burlan,
entonces ella se traga el indigente,
al impertinente, al ateo, y,  
también al creyente.

Ella se sacude por dentro,
hace que su piso y el cielo hablen,
revuelve las paredes del infierno y
se descarga en rayos.

Sus sismos se tragan una aldea,
es que ya está cansada del maltrato de sus descendientes,
los saca de sus casas,
los hace temblar de miedo,
instiga al viento para que
se encienda por dentro.

Ella quiere decir algo,
ella está hablando,
pero nadie la escucha,
la ignoran, de ella se burlan,
ella se esconde,
se llena de rabia,
como perdió su voz,
arrasa cuando regresa.

Ella ya no habla,
ella manifiesta su desencanto,
y,
por más inteligente que sea su pueblo,
¡ella tiene más fuerza!!!

¡Cuida la tierra!


LeydisProse
9/21/2017  
https://www.facebook.com/LeydisProse/
Si negare alguno que Santa María,
del Dios Paracleto paloma que albea,
concibió sin mengua de su doncellía,
               
¡anatema sea!

Anatema los que burlan el prodigio sin segundo
de la flor intacta y úber que da fruto siendo yema;
que los vientres que conozcan, como légamo infecundo,
no le brinde sino espurias floraciones. ¡Anatema!

Si alguno dijere que Cristo divino
por nos pecadores no murió en Judea
ni su cuerpo es hostia, ni su sangre vino,
               
¡anatema sea!

Anatema los que ríen de oblaciones celestiales
en que un Dios, loco de amores, es la víctima suprema;
que no formen para ellos ni su harina los trigales,
ni sus néctares sabrosos los viñedos. ¡Anatema!

Si alguno afirmare que el alma no existe,
que en los cráneos áridos perece la idea,
que la luz no surge tras la sombra triste,
               
¡anatema sea!

Anatema los que dicen al mortal que tema y dude,
anatema los que dicen al mortal que dude y tema;
que en la noche de sus duelos ni un cariño los escude,
ni los bese la esperanza de los justos. ¡Anatema!
Jugamos en el jardín,
corremos como dos locos,
sin fin,
mientras las hienas se burlan
de nuestra energía que nunca se esfuma.

Si ves, la ira y la tristeza
se evaporan como promesas
que caen de nuestras mejillas.

Y tú estas allí,
con tu cuerpo pudriendose
bajo un árbol de manzanilla,
una paz fingida, una muerte sencilla.
Tu cartel de desaparecida,
quedará abajo de la que siga.

Si ves, el dolor y la fealdad
también son ideales para el jardín.
Adorna y colorea esos sentimientos,
los encontraras tirado en los desechos.

En un mundo tan grande,
que gira en nuestro alrededor,
nos estan haciendo trampa,
nos tiran al piso,
mientras las hienas se burlan
de nuestra incosciencia,
la pisan con su supuesta experiencia.
En un mundo tan hermoso,
bailamos y lloramos
bajo los cadaveres de otros.

Cada pelea, cada discusión,
es una excusa, otra combustión.
Nos desahogamos a tiros,
mientras las hienas disfrutan la cena.

Conceptos como el amor,
una forma de seguir adelante,
cuento escaso,
se nos va como agua entre los brazos.

Se juntan en rebaños,
burlándose sin detenerse,
las hienas babean por devorar,
se escuchan  sus risas,
nos muerden sin parar.
Incluso poniéndole color a la vida
es tan fácil desechar.

En este ridículo mundo,
estamos gritando,
rompiendo los muros
mientras las hienas
aplauden con grandeza
al espectáculo de entremesa.
Si algo les molesta,
cambian de canal,
como si todo fuera parte de un comercial.

Incluso nos mientes y borran la verdad,
inventan historias con un lindo final.
Nosotros que sobrevivimos,
a ellos les caemos mal.
No dejan que levantemos la cara,
nos hunden hasta que no haya más nada.

En el final de este mundo podrido,
nos roban las luchas,
nos dejan vencidos,
nos cosecharán como flores
marchitas del ruido.
Todo es un show para su comodidad,
algo que mirar,
antes de cambiar de canal.

— The End —