Son muchos los rostros del pasado
que fui dejando a mi paso cifrado
bajo las longevas lunas que fueron,
espejos de mi glacial espectro.
Se bifurca el complejo bosquejo
del mapa camaléonico, mis ojos,
mimetizándose con el tiempo
las pieles que al paso despojo.
Y en el umbral de mi memoria
se refleja el aspecto fantasmal
de una ráfaga fugaz de caras
intangibles, ilusorias.
Ante el crepúsculo me desvanecí
y se escurre por mi piel lo añejo,
aparente olvido, los recuerdos,
las diversas personas que fui.