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Eleanor King Sep 2018
Being unable to write in Biarritz is like:

Granulated salt lining the insides of your nostrils
And the sneeze that never quite comes or
Writing out a shopping list and forgetting half the things on it in the
French market hall that is loud
But also somehow overwhelmingly quiet and
You get frazzled by the French words you don’t know and
The way that they pour over you or
Topple like
Dreamy foam on golden beaches and
Salt water inside of your brain like
Liquid French, d’accord?

Every word written over the last three weeks—
Sans stylo—
End-of-summer ghosts
Wrapped in cashmere sweaters and
The    way     that     they     f l o a t —
Not the words (sans stylo)
Tumbling, rolling, becoming complete-
-ly different in my mind.

But the shadow of women
Whose bones one can so easily count and
Make me
Shake inside, wondering how closely that
Could have been me?

But this writelessness, it does not float.
Not even knowing the words to write about
The words I am not writing or
Does it dig?
Into the depths of the soul, demanding to know
If the thoughts run through your mind
Constantly like
Endless plates of tapas and the gluttony of
Speaking perfect French after three bottles of
Red wine;
Then why must you dig,
To write it down?

Not writing in Biarritz is like
Bickering with the one you love over
- the shopping list
- the sand inside of your nose and
- your subsequent feelings of inadequacy about being unable to surf a wave.

Because you forgot for five minutes,
Five months,
Five years,
Of the most important thing that there is.
And the way that he looked at you and
Held your tiny face in his hands in
The airport when you first met,
Saying goodbye,
Unknowing it would soon be the warmest hello in the entire world.

Forgetting how to write in Biarritz is like being overwhelmed
By the mundane and so
You forget that
This is the most important thing that
Is here.
La frente apoyo en la vidriera...
el cielo azul se engalana
y en la fúlgida primavera
canta su canción la mañana.

La mente inclino a lo más hondo
del alma en campos del Ayer;
y marchito miro en el fondo
todo lo que vi florecer.

Soplan auras primaverales
dando más vigor a los músculos.
¡Aquí las brumas otoñales
y el silencio de los crepúsculos!

En el parque crece la yerba
bajo el radiante resplandor.
En el alma todo se enerva
al paso lento del dolor.

Y evoco alegres ilusiones,
campos azules, abrileños;
la juventud con sus canciones
iba entre rosas y entre ensueños.

Fulgurante el cielo reía:
¡Cuán hermoso era el porvenir!
Vino la tarde en pleno día
y todo comenzó a morir.
La frente apoyo en la vidriera...
Verdes árboles, sol radiante
¡Juventud!… ¡también primavera
Fuiste del corazón amante!

¡Días que el alma triste evoca,
alba rosada del amor!
¡Boca que buscaba otra boca,
polen que va de flor en flor!...

En jardines primaverales
las libélulas entre aromas;
rosas rojas en los rosales
y destilando miel las pomas.

Y van surgiendo en un ensueño
amores de la juventud.
Pasan con el labio risueño
en concento de arpa y laúd.

Entonces... retoño y retoño
en los rosales a la aurora...
¡Como lenta bruma de otoño
la tristeza bajando ahora!

En el alma, al ensueño abierta,
algo de antiguo trovador,
y de la vida en la áurea puerta
con sus promesas el Amor.

De la luna la luz de plata
brillaba en el barrio desierto,
y una canción de serenata
subía al balcón entreabierto.

Pendiente la escala de seda
de los barrotes del balcón...
Del pasado ya sólo queda
un rescoldo en el corazón.

Paseos bajo luz de luna
por alamedas de rosales;
dos bocas que el amor aúna
en claras noches estivales...

Entonces... cantos, alegría,
juramentos de eterna fe;
y ahora, gris melancolía
del dichoso tiempo que fue...
La frente apoyo en la vidriera:
en el parque, vestidos blancos,
y amantes en su primavera
bajo los pinos en bancos.

Primeros versos a la amada,
cantos primeros de ilusión...
Son hoy cual queja desolada
en el fondo del corazón.

Tú, flor de la tierra nativa,
de los ojos fuiste embeleso.
Sólo a tu boca, rosa viva,
le dio la muerte el primer beso.

Cuando se recuerda el pasado
hay un deseo de llorar.
¡El árido camino andado
si se pudiera desandar!...

Sombras doloridas que vagan
y esperanzas muertas deploran:
Astros que en tinieblas se apagan
y voces que en silencio lloran!...

A la claridad matutina
fragante erguíase el rosal...
¡ya sobre el agua gris se inclina
la amarilla rama otoñal!...

Una palabra... un juramento...
¿era verdad o era mentira?
Mentira o verdad es tormento
cuando sola el alma suspira.

Se abría a la luz la ventana
en un radioso amanecer,
la ilusión decía: «¡Mañana!»
y el corazón dice: «¡Ayer!».

¡Mañana! ¡Ayer! Polos remotos...
lo que es dolor y lo que salva.
Claros sueños y sueños rotos,
gris de la tarde y luz del alba.

Y el Amor, que en sombras se aleja,
el alma dice: «¿Volverás?»
Y como una lejana queja
se oye en el pasado: «¡Jamás!»

La hiedra fija sus raíces
aún bajo nieve en la piedra.
Recuerdos de días felices:
sois del corazón... ¡siempre hiedra!
Aromadas rosas de Francia
en los casinos y en el Ritz;
Rosas que dais vuestra fragancia
en Montecarlo y en Biarritz.

Reservados de restaurantes;
de vida de goce ansias locas;
El áureo champaña espumante;
temblando de ósculo las bocas.

Nerviosa espera la cita,
Penumbra de la «garconniére»,
Fausto a los pies de Margarita
En el rosado atardecer…

Otra... Extraño acento de arrullo,
honda nostalgia en su mirada,
y severo siempre su orgullo
en su dolor de desterrada.

Su imagen el pasado alegra,
y fijos en la mente están
su traje blanco y su capa negra
en las carreras de Longchamps.

Días lejanos de estudiante,
embriaguez de ideal divino,
El corazón, rosa fragante,
en noches del Barrio Latino...

Midineta bulevardina,
boca roja, frente de lis,
Incitadora, parlanchina,
jilguero alegre de Paris.

Y del «cabaret» la alegría...
¿Era del Rhin o era del Volga?
¿en su vida un misterio había...
¿era su nombre Elisa u Olga?

En otra, del vuelo al arranque,
mirar nostálgico... y ¡pasó!
Muchas veces junto a un estanque
soñando la luna nos vio.

Tú, mejicana-parisina,
de cabellos como aureola
de luz de sol, y habla divina
entre francesa y española.

En la tristeza de un suspiro,
lejos, a la orilla del mar,
una margarita aún te miro
melancólica deshojar.

Húngara triste, flor bohemia,
De ojos miosotis de Danubio:
¡cuán adorable era anemia
En marco de cabello rubio!

Tus pupilas vagas de Isis
fingía decir un adiós;
Y casi exangüe por la tisis
caíste en golpe de tos...
La frente apoyo en la vidriera...
Un claro sol el cielo dora,
riega rosas la primavera...
El otoño en el alma llora.

Se oye como una voz que ruega,
como un gemido de laúd...
¡Es en la tarde que llega
el adiós de la juventud!
SANDRA LIZ Mar 2013
Having a Coke with You
is even more fun than going to San Sebastian, Irún, Hendaye, Biarritz, Bayonne
or being sick to my stomach on the Travesera de Gracia in Barcelona
partly because in your orange shirt you look like a better happier St. Sebastian
partly because of my love for you, partly because of your love for yoghurt
partly because of the fluorescent orange tulips around the birches
partly because of the secrecy our smiles take on before people and statuary
it is hard to believe when I’m with you that there can be anything as still
as solemn as unpleasantly definitive as statuary when right in front of it
in the warm New York 4 o’clock light we are drifting back and forth
between each other like a tree breathing through its spectacles

and the portrait show seems to have no faces in it at all, just paint
you suddenly wonder why in the world anyone ever did them

I look
at you and I would rather look at you than all the portraits in the world
except possibly for the Polish Rider occasionally and anyway it’s in the Frick
which thank heavens you haven’t gone to yet so we can go together the first time
and the fact that you move so beautifully more or less takes care of Futurism
just as at home I never think of the **** Descending a Staircase or
at a rehearsal a single drawing of Leonardo or Michelangelo that used to wow me
and what good does all the research of the Impressionists do them
when they never got the right person to stand near the tree when the sun sank
or for that matter Marino Marini when he didn’t pick the rider as carefully
as the horse

it seems they were all cheated of some marvelous experience
which is not going to go wasted on me which is why I am telling you about it

by,
FRANK O'HARA
El casino sorbe las últimas gotas de crepúsculo.
Automóviles afónicos. Escaparates constelados de estrellas falsas. Mujeres que van a perder sus sonrisas al bacará.
Con la cara desteñida por el tapete, los croupiers ofician, los ojos bizcos de tanto ver pasar dinero.
¡Pupilas que se licuan al dar vuelta las cartas!
¡Collares de perlas que hunden un tarascón en las gargantas!
Hay efebos barbilampiños que usan una bragueta en el trasero. Hombres con baberos de porcelana. Un señor con un cuello que terminará por estrangularlo. Unas tetas que saltarán de un momento a otro de un escote, y lo arrollarán todo, como dos enormes bolas de billar.
Cuando la puerta se entreabre, entra un pedazo de "foxtrot".
C'était une fleur banale sans doute
Minuscule presque infinitésimale
Pourtant bien que je sois myope et astigmate
Je l'avais à travers mes lunettes de soleil repérée.
C'était une fleur de celles qu'on dit sauvage ou des champs
Et pourtant elle poussait tout juste en face de la gare de Biarritz
Près de l'arrêt du bus 10, quartier de la Négresse.
Ce n'était rien qu'un minuscule bouton rouge
Elle était entourée de fleurs bleues
Et jaunes
Et comme j'ignorais le nom d'elles toutes
J'interrogeai l'oeil de mon portable
Pour qu'il me souffle à l'oreille le nom de la belle.
Mais cet oeil n'avait d'yeux que pour les fleurs bleues et jaunes
S'extasiant que les premières possédaient toutes 4 pétales
Dont une blanche.
Et que les jaunes n'étaient à coup sûr pas des anémones.
Mais il ne me souffla mot de ma vagabonde.
Ainsi baptisai-je les bleues myosotis sans trop savoir.
Et les jaunes boutons d'or
Tout en sachant fort bien que ce n'en était pas.
Et du coup ma jolie fleur rouge sauvage minuscule toute gringalette
J'en fis une elfe des myosotis.

Je ne sais pas regarder une elfe des myosotis sans la cueillir.

Je n'ai su regarder mon brin de sauvageonne
Sans vouloir me l'offrir
Et je l'ai cueillie comme pour la desceller de son trône en la suppliant de m'épeler son nom.
Il n'y avait même pas d'effeuillage à faire
Juste quelques gouttes rouges de rosée versée
Avant que la friponne ne m'avoue son prénom:
Chabine !
From La Union to Siargao,
our waves are one and shared.
From Baler to Biarritz,
there are no swells we'll miss.
From Aurora to Asturias,
there are no days without sun and sand.
From Catalunya to Catanduanes,
the nights are made of parties and rest.
From hanging bridge to the sunset bridge,
how wonderful it is to share this friendship.
From my east to your east,
may we be each other’s vacation and ease.
From your west to my best,
may you find me again, I’ll be waiting here.

Ash to ashes,
laughters to kisses.
Dust to dust,
returning is a must.
"Baler" series, part nine

— The End —