No te apenes de saltar al vacío con
el alma desdichada y el cuerpo rasgado
No te atrevas a soltar el grito cuando te trague la nada con un fuerte rugido.
No resistas la caída, porque ningún milagro pasará ni tus alas brotarán.
Sólo cae y disfruta tu vida; disfruta el sueño y la caída. Pronto terminarán.