Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Fa Be O Jan 2013
Se mi amigo fiel,
que conoce lo mas profundo de mí,
que sabe en que rincón de mi mente
me gusta estar
en las noches de media luna,
Y cual beso me gusta mas después de llorar…
Si, amigo, porque no fuiste mi gran amor,
porque solo quisiste
Y lograste
Aprenderme, y quererme sin amar,
Enseñarme sin maldad,
Las cosas de la vida
Que no se aprenden de otra forma.
Se mi amigo fiel,
Y déjame conocerte,
como tu a mi,
Desnudo,
No de cuerpo,
Sino de tu ser completo.
Pediste mi amistad,
Mi lealtad,
Después de todo
Lo demás que te entregué
Que mas?
Si me conoces
Mejor que nadie
De maneras
Que nadie mas imagina.
Amistad, pides.
Y para que?
Que mas, si me conoces
Al derecho y al revés
Si me conociste
De adentro para afuera,
Si nos quisimos
Y nos prendimos
Y aprendimos
Lo que no se aprende
de los amigos?
Y ahora se mi amigo fiel,
Que yo te aguardare
Tus secretos
Y los suspiros
De media tarde
Que me regalabas,
Cuando jugábamos
A ser novios,
Cuando la amistad
Estallaba en flama
Ardiente, viva, apasionada
Y con destino a la destrucción.
Se entonces mi amigo fiel,
Que no pudiste ser mi gran querer.
8/10/12
Y he creado una habitación,
donde puedo recurrir,
cuando pienso que me haces falta,
cuando siento que me haces falta,
y he aprendido a ver y huir,
que es más fácil que morir,
cuando creo que nada cambiará,
cuando espero luz y paz.

Fue el pensar en mil razones,
con ilusiones que al final,
nos enfocamos en ver quién hacia más el mal.

Olvidamos que juntos aprendimos a volar...
CapsLock Oct 2017
Te pidieron permiso para existir?
O sin saberlo se te fue otorgado.
Descubrimos belleza y encontramos horrores,
aprendimos a ser humanos.

Siempre entre alegría y dolor
sin poder nunca evitarlo.
Y si tanto tengo que sufrir?
No es menor ni empezarlo?

Dar vida y su creación.
El orgullo de un dios amargo.
Que egoísta hay que ser
para crear un ser vivo y al mundo atarlo.

Si tras sufrir acabara por morir...
No es mejor ni evitarlo?
Y para salvarnos a todos
parar la rueda y el ciclo terminarlo.

Todos juntos silenciosos hermanos
bajo las estrellas cogernos de la mano
Y como ellas, uno a uno apagarnos
Y en armonía a nuestro destino llegamos.
Dice octavio que en latinoamérica
los intelectuales somos la catástrofe
entre otras cosas porque defendemos
las revoluciones que a él no le gustan

somos la catástrofe asimismo
porque hemos sido derrotados
pero ¿no es raro que octavio ignore
que la verdad no siempre está
del lado de los victoriosos?

de cualquier manera
ya que con la derrota aprendimos la vida
exprimamos la memoria como un limón
quedémonos sin ángeles ni demonios
solos como la luna en el crepúsculo

desde paco pizarro y hernán cortés
hasta los ávidos de hogaño
nos han acostumbrado a la derrota
pero de la flaqueza habrá que sacar fuerzas
a fin de no humillarnos / no humillarnos
más de lo que permite el evangelio
que ya es bastante

para bien o para mal no es imposible
que los veteranos del naufragio
sobrevivamos como tantas veces
y como tantas veces empecemos
desde cero o desde menos cuatro

es casi una rutina

los derrotados mantenemos la victoria
como utopía más o menos practicable
pero una victoria que no pierda el turno
de la huesuda escuálida conciencia

los vencidos concebimos el milagro
como quimera de ocasión
pero siempre y cuando sea un milagro
que no nos cubra de vergüenza histórica
o simplemente de vergüenza
Hemos tenido tantas cosas
que decir, y no se dijeron!
Prodigiosas palabras jóvenes
para herir los oídos viejos.
Maravillosas melodías,
cantos inéditos.
Hemos cantado todos juntos
y hemos llorado en el silencio.
Aprendimos muy dura ciencia
a costa de los propios sueños.
¡Hemos tenido tantas cosas
que decir, y no se dijeron!
¡Hemos salvado tan alegres
los sombríos presentimientos!
Hemos amado cada tallo,
cada frío harapo de invierno,
cada gota de madrugada
con tan loca avidez, sabiendo
que éramos carne de una fábula
que alguien vivía en el misterio!
Tan hermosas canciones! Ráfagas
tan ardientes que nos hirieron.
Música de astros interiores
que nacían en nuestro reino.
Flautas tañidas, en la tarde,
por las manos vagas del sueño.
¡Y tantas limpias hermosuras
como cayeron!
Y girar sin fin en el alba
con la oscura palabra dentro,
con el cantar a flor de vida
ignorando el remoto término.
¡Hemos tenido tantas cosas
que decir, y no se dijeron!
Y miramos cómo en el aire
vuela la música sin dueño,
sin que podamos apresaría
con nuestros torpes instrumentos.
Oremos por las nuevas generaciones,
abrumadas de tedios y decepciones;
con ellas en la noche nos hundiremos.
Oremos por los seres desventurados,
de moral impotencia contaminados...
                          ¡Oremos!

Oremos por la turba que a cruel prüeba
sometida, se abate sobre la gleba;
galeote que agita siempre los remos
en el mar de la vida revuelto y hondo,
danaide que sustenta tonel sin fondo...
                          ¡Oremos!

Oremos por los místicos, por los neuróticos
nostálgicos de sombra, de templos góticos
y de cristos llagados, que con supremos
desconsuelos recorren su ruta fiera,
levantando sus cruces como bandera.
                          ¡Oremos!

Oremos por los que odian los ideales,
por los que van cegando los manantiales
de amor y de esperanza de que bebemos,
y derrocan al Cristo con saña impía,
y después lloran, viendo l'ara vacía.
                          ¡Oremos!

Oremos por los sabios, por el enjambre
de artistas exquisitos que mueren de hambre.
¡Ay!, el pan del espíritu les debemos,
aprendimos por ellos a alzar las frentes,
y helos pobres, escuálidos, tristes, dolientes...
                          ¡Oremos!

Oremos por las células de donde brotan
ideas-resplandores, y que se agotan
prodigando su savia: no las burlemos.
¿Qué fuera de nosotros sin su energía?
Oremos por el siglo, por su agonía
del Suicidio en las negras fauces...
                          ¡Oremos!
En mi ostracismo acerbo me alegré esta mañana
con el encuentro súbito de una hermosa paisana
que tiene un largo nombre de remota novela:
la hija del enjuto médico del lugar.
Antaño íbamos juntos de la casa a la escuela;
las tardes de los sábados, en infantil asueto,
por las calles del pueblo solíamos vagar,
y jugando aprendimos los dos el alfabeto.
Me saludó, y en medio de graciosos cumplidos,
su armonioso lenguaje me hizo reconocer
en ella a la cuentista de las horas de ayer
en la Plaza de Armas de musicales nidos.
¡Pobre amiga de entonces, pobre flor provinciana
que en metrópolis andas en ruidoso paseo;
pobre flor casadera, rosa que eres hermana
de las que se desmayan en humilde cacharro
esperando que vuelvas del viaje de recreo!
Para que no se manche tu ropa con el barro
de ciudades impuras, a tu pueblo regresa;
y sólo pido, en nombre de mi tristeza extática
que oyó con voz ingenua, que en la nocturna plática
hagas de mí un recuerdo jovial de sobremesa.

— The End —