Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.  ¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.  No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.  Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.  Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas, 
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.
Ian Dec 2024
En vano, escribimos.
Oh las letras del poeta
Son meras palabras
Si no captan el alma
Ni crean la vida.
Ver cómo relumbran
Los cielos dorados;
Cómo florecen las rosas
En pleno verano;
Cómo emanan la juventud
Tu carne y cabello;
En los versos
Merecen ser relatados.
Por tanto, Musas les ruego
Que me den la fuerza
Y la inspiración
Para anotar sus Estrofas.
Que su divinidad dentro de mí viva.
Que mis coros canten su grandeza.
Que sus espiritus florezcan a través de mis odas.
Mi pluma, la luz será
La que ilumina las tinieblas,
La que trae la viveza.
E cuando conozco
Mi morada eterna.
La tierra ojalá no entierre mis obras
Solo lo que mi cuerpo
Una vez era.

— The End —