Señor juez: Me declaro culpable De no haberla hecho feliz Y sus caprichos no poder cumplir. Soy culpable Señor Juez, Culpeme por quererla Más que a mi poesía, que al arte, Más que a mi vida. Lamento todos los días, No ser su ideal, Ni su tal para cual Y lamento aun más que Perdiera su tiempo conmigo. Es mi gran pesar no estar a su altura; A la belleza de una flor, Una simple hierba no se compara, Y sus sueños de cama A mi lado parecian pesadillas. Me arrepiento de ser pan Cuando ella quería vino, Y querer ser poesía Cuando no creía en mi fantasía. Señor juez, Condeneme con la amargura, Castigueme con este dolor Que llevo en el pecho de saber Ella nunca fue feliz, y es Mi gran culpa. Encarcele a mi alma, profuga, Pues sin tener una se la ofreci. Lamento no haber sido El aire de felicidad, Ni el suspiro de pasión, Ni la lagrima del dolor. Castigueme hoy, que ella lo hizo ayer Y así usted sera verdugo de mi amor, Y nunca más aquella bella rosa Espinará mi corazón.