Somos tantas cosas y casi todas malditas, no sólo somos pies reos a este suelo, ni mentes con dudas extraordinarias, no somos preguntas pero tampoco somos respuestas.
Somos preguntas, somos contradictorios; verdad y mentira, urgidos y naturales. Experimentales racionalistas, adictos a sentir y a odiar, somos más que eso, somos pasado y futuro, nunca presente.
Somos arte y somos la destrucción, nunca la salvación. Las ideas, los pecados, las risas y la muerte. Somos la muerte, la vida; esperando la muerte. La decepción, eso somos, la decepción de la carne y los huesos.