Corro lejos de ti, me ahogo entre las comas intencionales. Entre los párrafos llenos de excusas sin razón pero buscando con desesperación. La perdición. Lección con sanción. Error tras error. Y sobra la noción.
Dentro de la nada y rodeada de nada. Nada. Pero asfixia.
Corro lejos de ti, hacia el miedo. Hasta luego (en el mejor de los casos, en el peor de mis casos)
Toma tus memorias, nuestras memorias, y guárdalas en una caja. Que nadie la abra. Que nunca la olvides pero que no la recuerdes. Y si puedes: toma mis ojos, póntelos, y veme. Entiéndeme, pero no me perdones.