Si es fundamental para la reflexión, la meditación y despejar el pensamiento, lejos de las influencias del exterior.
Indispensable para el diálogo interno y el encuentro con el silencio...
elementos esenciales para alcanzar la paz interior.
Confidente, necesaria y vital, por ser el hilo conductor hacia la propia esencia y ser, del mundo interior.
Más allá del yo, el estatus social y el rol, donde se revela una interacción clara, evidente y constante con un todo universal.
Pues si todo lo que existe está en relación con el universo al que pertenece; el ser humano también.
Al margen de las limitaciones sociales o superficiales, la soledad, nos ofrece un vínculo más profundo y espiritual con el universo al que pertenecemos, y es la clave para el autoanálisis y reflexión.
En este contexto, la soledad, al igual que la buena compañía, cuando es guiada por un razonamiento libre de toxicidad, ya sea propia o absorbida del exterior.
En ausencia de aquello que distorsiona el interior y nubla la luz de la propia vitalidad:
Se convierte en una forma transformadora y esencial.
¿La soledad: aliada o rival?
"Algunas personas ven en la soledad un desierto árido y desolador, otras, al contrario, la perciben como un bosque lleno de vida y oportunidades".