Por la absoluta creencia en lo que hacen, la convicción que nunca flaquea, y todo lo que aún se les escapa por aprender, ante el conocimiento: insaciables.
Por la fe en sí mismos, forjada en las batallas vividas, donde incluso en las pérdidas, su espíritu se fortalece:
Tenaz, constante e indomable.
Son el ahora, que solo necesita existir, anclados al presente, marcado por la nobleza, la entereza y la lealtad.
Son también el futuro, el eco distante de lo que aún serán.
Son todo lo que no saben y todo lo que pueden mejorar, lo que realmente son y lo que están destinados a ser:
el infinito trayecto entre la vida y la muerte.
Más allá del misterio de lo inalcanzable, se fundirán en el vasto infinito, como el río se pierde en el océano...