Nació de una ilusión, de mi corazón, un querer que traspasaba los muros del tiempo y la distancia, un sentimiento que no respetaba esquemas, un cariño que fue real y genuino.
El tiempo y la distancia no nos acompañó, las diferencias sutiles que supimos suavizar fueron la luz de una esperanza, Y mi corazón en verdad creyó que por fin tal podía descansar de la soledad.
Pero esas diferencias que fueron la luz a veces también dejan espinas sin pulir, y hoy siento mi corazón atravesado por un dolor, por una tristeza que no se está yendo.
Y hoy mi corazón siente miedo de que alguna espina vuelva a lastimarlo, de que a pesar del esfuerzo al final la esperanza se esfume, de que a pesar del cariño otra espina termine desangrando el amor, de que otra vez termine lastimando tu corazón, y aún sin quererlo quieras alejarte de mi lado y de que el dolor haga que mi corazón se vuelva como hielo.
Pero lucho y no me rindo, con el corazón en la mano, porque al final de todo no me arrepiento de haber puesto todo, de haber apostado hasta lo que no tengo, porque así somos yo y mi corazón.