Olvidarte no es tarea fácil. En tan poco tiempo te he escrito todo un libro de poesías.
En algunas te recuerdo, te deseo y te necesito. En otras comprendo que nuestro amor se derrumbó, y debo dejar que marchen todas tus memorias.
Olvidarte es un intento infructuoso. Un hecho con el cual busco mitigar un dolor inquebrantable.
Tengo una bóveda llena de recuerdos que me quema al abrirla, pero no puedo deshacerme de ella.
Tiembla mi alma si te pienso. Tiemblan mojados mis ojos, al buscarte en las mañanas, en un lado derecho de la cama que no se arrugó.
Y el tiempo lo borró todo, pero no te borró a ti. Me atormentan los deseos cálidos de abrazarte una última vez, aunándonos en un beso intenso, para volverme a prometer, que luego te olvidaré para siempre.