Lanzo una moneda al aire apostando por la vida. No porque el azar triunfe o la suerte me acompañe. Necesito seguir adelante sin que todo sea un tormento. Para que mi mente, hace tiempo devastada, pueda descansar de sus dolencias.
Lanzo una moneda al aire. No quiero mirar el resultado. Aún sabiendo mi futuro temo que mis pasos se ahoguen, como se ahoga mi alma.
Lanzo una moneda al aire y sigo con mi vida, como si ambas caras me llevaran a un mismo lugar, un mismo destino. ¿Cuál? Que mis pasos me guíen por la senda correcta. Aunque ese, mi destino, pueda ser temerario y cruel.