Siento la orilla del mar Entre mis dedos, y la arena Revuelta que me hace pensar En mis miedos, que los otros dedos Aún no sienten en esta playa Tan calma y serena.
Hace mucho que buscaba Una distracción terrenal, el deseo Ese, de olvidar lo que viniera Y recordar lo que pudiera Confortar un cualquiera, Pero especialmente éste Que aún seguía más allá de la frontera De su mente. Logro un instante, Un segundo apenas, Ya bastante para lo que imaginaba Que sería una pérdida tremenda De tiempo y energía, Pero no tan grande talvez Como la de nuestras vidas.