Abrí tu nuevo mensaje de ayer, era una foto tuya, te miré fijamente, mi mente se imaginó a mí junto a ti. Debo admitir que tomé una captura, te veías tan guapo, como siempre.
Sé que viste la notificación de la captura, sin que yo te responda y hace tres horas después me enviaste un nuevo mensaje, mientras yo, en silencio, sentía una emoción grande, diciéndome que no es la manera correcta para olvidarte.
Aún guardo esas fotos tuyas, que no puedo borrar, pero aún no he abierto tu otro nuevo mensaje, porque no puedo soportar verte, porque sé que es una foto tuya. Solo me haría extrañarte aún más.
No sé si lo haces a propósito, pero espero que entiendas que mi no responder es lo mejor para mí, por mi propio bienestar.