La conciencia es el vuelo que no termina, el único espacio que no tiene orilla. No busques en lo físico tu destino, que el cuerpo es cáscara, sombra que se humilla.
¿Dónde está el error? En creer que eres este hueso, este nombre, esta prisión. El límite es espejo, no poder, y tu esencia es más vasta que la razón.
No hay muro que detenga tu latido cuando entiendes que el alma no se ata. Lo que llamas "yo" es sólo un ruido, una ola que olvida que es mar y plata.
Elevarse no es crecer hacia afuera, sino hundirse en lo eterno que ya eras.