No me pidas ser sincera. No preguntes más, pues sabes que te diré que estoy bien aunque en mi interior ya no sea capaz de avanzar. Y no es que quiera sonar vulnerable, queriendo que todos se queden mirándome. No es por nada, no quiero que se preocupen por problemas insignificantes como es el dolor de un alma perdida en un vacío oscuro. No me pidas que sea fuerte, he madurado joven, perdiendo mi niñez en el camino. No me pidas que me desahogue, bien sabes que no pueden verme llorar. Solamente no preguntes, pues no habrá respuesta.