Fuiste mi musa cuando me enamoraba. Fuiste mi musa mientras peleábamos. Fuiste mi musa cuando intentaba odiarte. Fuiste mi musa mientras intentaba. olvidarte, incluso mientras aprendía a soltarte. Fuiste mi musa cuando te perdone. Fuiste mi musa durante mucho más tiempo del que pensé. Pero hoy mi musa querida es momento de dejarte explorar otros tipos de arte, es momento para mi de caminar en busca de una musa contemporánea que me siga acompañando ahora, mucho más allá de las palabras.