Mirar al cielo es recordar lo mucho que te ame y lo mucho que te quiero. En las nubes veía tus ojos, tus labios, tus mejillas.
Recuerdo cuantas cosas sentí por ti, todo lo que hubiera dado por ti. Pero esa llama que encendía ese amor con el tiempo se consumió encontrando huérfano el olvido a todo lo que por ti un día sentí.