Rompí mis entrañas, de tanto pensar porque cuando estoy triste, me gusta llorar por cada una de mis células suicidas que me culpan de intentar y nunca lograr, siempre seré joven y nunca me entenderán cuando les diga que solo mi voz me puede dañar desesperada de sentirme cansada y enferma cayendo mi cuerpo, goteando como la sangre vacía y hundida, amando a tantos chicos como me permite mi roto corazón, vaciando mi bolso de drogas y alcohol, se que cuando llegue a casa me tendré que lavar para quitar de mi cuerpo toda esta suciedad. Besando la frente de la oscuridad cerrando los ojos ante la perdición La última vez que me preguntaste; ¿Que coño pasa? En mi cabeza. Te respondí Si me quieres de verdad, no volverás a preguntar.
Constantemente me expongo a muchos cambios me expongo a grandes cambios en mi vida. El único desamor que tuve fue perder a mi única amiga Quiero a mi padre.
Luego digo que no me importa el amar “solo el dinero” pero ¿a quien pretendo engañar? si cada noche en mi cama me vuelvo a enamorar y me despierto con el corazón roto, con un dolor tan intenso que me apetecería gritar. La piedra fría y el soplar de los árboles ¿No lo sientes en tu corazón? No me obligues a ir allí contesta. Llovió durante 9 meses y aún sigue lloviendo en el escenario vacío de aquel festival como única seña de mi desesperada tristeza, por más que quiera hacerme la fuerte se que lloverá pero tu no volverás cambiaré mi cuerpo, joderé mi vida pero ya nunca regresarás Bagdad arderá... y nunca me besarás. Me estoy matando.