Esa noche de delirio, donde tus besos, cálidos y suaves, acompañándonos en diferentes ángulos la luz, no soy luz ni deseo, no soy mar ni tierra, no soy viento ni fuego, solo soy Nada, nada que te haga daño, nada que sirva para herir, nada con lo cual te sientas comprometida, si solo somos dos seres anhelando una vida plena, ¿Qué puedo esperar de todo ésto? no esperes, Nada.