A veces me lleno de enojo, de dolor de injusticia que la vida da pero así como me lleno, la vida me enseño que las perlas no son para los cerdos, que uno aprende con quien si, con quien no, quien merece una respuesta y quien no, la vida me enseño que soltando me vacío, suelto y ya no lo siento en mi cuerpo, soltando todo se va y solo lo mejor se queda.