-Oye tú... sí, tú.... acércate- Cuida lo que dices, no se puede pensar mucho por acá. Todos escuchan -¿los oyes?- Están ahí observando en las paredes, como vagas sombras. Te tildarán de loco, si les preguntas; y si piensas, que no sea en voz alta. Si haces un poco de bulla, no existes. Tenle miedo a tus sueños, están hasta en tu cabeza. -¿Ves? Te están mirando ahorita- Pero no le digas a nadie que yo te dije, podrías no volver a saber de mí.