Sometida siempre sometida como el rendido sol ante el eterno ritual que su lecho está vedado.
Veo por la ventana y es la misma ciudad, igual de absurda, sin contenido, con sus cotidianas calles y los detalles previamente esbozados ante mis ojos. Los mismos rostros, sombríos, próximos al mármol, transcurren diariamente indiferentes los unos de los otros. Tan contrarios, tan iguales, tan presos a la rutina, tan humanos.
Los sueños y memorias de una rosa existen solo en su navío sin tener conocimiento alguno de los míos. Ella se irá y yo me iré, y nada sabrá de mí tras mi muerte, así como la creencia que tengo de quizá conocerte. Incluso, el sol seguirá ascendiendo tan indiferente como el día en que nací y el día en que llegue mi muerte.
Soy un sueño extraviado circunscrito bajo la misma bóveda que contiene los miles de sueños de cada persona. Diferentemente iguales, aunque sigan siendo ajenos tanto el del hombre que ara la tierra como el que es de otro hombre dueño.
Nací sin ser nada. Moriré con el desvarío del hombre filosofando si está aquello o esto o lo otro, y cuando me vaya será aun bajo el mismo destino: sin saberlo nada.
Los días pasan absurdos, y siguen pasando y siguen pasando... sobreviviendo al alba y acariciando ocasos.
Tan inútil como una mañana, el aire que respiro. Si es que hay algún sentido... si es que hay una madrugada.... si es que duermo todavía.... o si es que es todo una ilusión quebrada...
Quizá de nada valga que piense. Quizá ahí afuera hay alguien que no piensa y no le importa. Quizá a nadie le importa y son libres. Quizá estoy yo insana.
La vida se forja de eso y solo de eso: habladurías, ideas y promesas por las que se debate y hay guerras, hay muerte, hay exilio, hay esclavitud, y más esclavitud y más esclavitud.
Pero ¿en qué creer? Si los que miran en sí mismos dejan al resto el suelo.
Yo solo soy esclavo de mi existencia y no de creencias: las calles son inciertas por las que andamos. ¿Son acaso mis ojos los que me limitan o es mi mente la que me engaña?
Aunque así como si nada... como todo en la vida... el Olvido devorará estas palabras. Así como el fuego devorará el cigarro entre mis dedos. Los soldados enterrados los veo en el humo. El dolor que el tiempo ha borrado. Así de efímero, así de ajeno así como si nada...