Comenzaba a alzar ya la vista, bajo esta pepa de sol de mediodía que pone el asfalto aguadito que se hunde si te afincas y pude ver detrás de esos rayos
tu risa
traída a mi por la brisa alegre
que desde la mañana estaba soplando.
Y este calor candela que te pega en la nuca como un manotazo, y te la pone a sudar,
me hace pensar que me gusta más que la nuca me sude si está apoyada en tu regazo, pienso mientras la brisa ya no sopla y que ya dejó atrás tu risa
y ahora el sol aturde con esta premisa que me dejó el alma hecha pedazos