Perdi mi sensatez Y me encontré aislada en una fantasía quijotesca Convirtiendo hoteles de paso en castillos Desafiando molinos construidos por reproches
Tu, un hermoso espejismo forjado por el romanticismo de los desventurados amantes e ilusos consuelos que me decían “En otra vida...”
Reconoci que enloquecía cuando vi tus manos como grúas Tus ojos, espejos Tu sabor a licor, un dulce empalago Lo sensorial se transformaba en realidad
Lucidez esfumaba mi escudo Y me convertí en una página doblada de una novela abandonada en tu buro Alimentando tu certeza que encontrarías tu lugar cuando decidieras volver
Lo real y lo fantástico se entrelazan Como la luna y el sol en la madrugada Imposible de distinguir Dónde termina el licor y empiezas tu? Donde acaba el delirio y nazco yo?