Tus lugares favoritos son los que a mi menos me gustan, pero en ese momento puedo olvidarme de todo. Incluso de que tengo las mismas prendas que la ΓΊltima vez y que las anteriores porque me las sacas con la delicadeza de la primera y me miras como si fuera el Big Ben.
Me siento segura y mi piel estΓ‘ tibia y mi naturaleza no me averguenza. Es la confianza que me dan tus labios y respirar el mismo aire. Tu cuerpo es mi templo.
Aunque el cielo no nos reciba, tengo mi propio paraiso.